8-UNA AMISTAD UN POCO EXTAÑA

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Un leve temblor se sintió en la zona, se podía ver una gran bocanada de polvo, lentamente se desvaneció mostrándose al sayayin, que se encontraba con sus ropas destruidas, y una línea de sangre en su frente.

Molesto se sacaría su ropa destruida, para así curarse automáticamente con la técnica de los yadrat, que en su pasado oscuro, la había aprendido justo antes de matarlos, para ser el único que la pudiera aprender.

Pero sin tomarle más importancia a sus ropas, usaría la piel de uno de los animales que había cazado, para cubrirse su parte superior, que era la que se había visto afectada.

Sin decir unas palabras pensaría en que tenía que conseguir una nueva ropa, ya que si lo venían así podría llamar más la atención de lo que se esperaba.

Nuevamente ya se encontraba en la ciudad que había visto la última semana, pero al contrario de su recorrido que siempre tomaba, se encontraba enfrente de un edificio gigante.

El edificio que estaba al frente suyo, normalmente lo usaban para la fabricación de drogas, lo había encontrado al observar detenidamente, a la mafia que se encargaba del contrabando, por lo que tenía planeado interferir tarde o temprano, ya que se había vuelto un problema para la salud de los consumidores.

Así sin decir nada más caminaba dándose paso tranquilamente por la entrada principal, por la cual como era obvio sería detenido por el guarida de seguridad, pero como nunca se hubiera esperado, todo el sitio tuvo un leve temblor, y los que vieron lo que pasó no lo podían creer, el ver como un niño de no menos de 8 años, había golpeado a su guardia de seguridad con tal fuerza, que logró atravesar una pared con facilidad.

El niño que los veía detenidamente a todos, sacaría una leve sonrisa que les genera un leve temor a la mayoría, para así verse como un destellos acaba con todos los del edificio completo.

Después de un tiempo se puede ver a alguien caminando tranquilamente, llevaba la billetera de alguien junto a su teléfono, para así empezar a marcar a un número específico.

-¿alo? si sabe escuche unos extraños sonidos en el edificio de los nishiki, al parecer eran como gritos, (escuchando las preguntas de la agencia de policía que le hablaba), si no se preocupe me mantendré alejado- dijo Goku para al momento suspira, dejando de hacer una voz grave para que pensaran que eran un adulto, a la vez que colgaba la llamada.

-con eso debería ser suficiente, la policía llegará al lugar para encontrar toda la producción, junto al resto de los cuerpos- pensó Goku sacando una leve sonrisa.

Para así ver la billetera de uno de los tipos que venció, sacando todas las cosas como el id o la licencia de conducir, para tomar solamente el dinero, preguntándose si tuvo que haberlo obtenido de esa manera, pero negaría al sólo ver nuevamente su ropa, y más al recordar que había hecho la promesa, de comprar un libro al vendedor de la tienda de manga, pero aun más ese pensamiento se hizo menor, al recordar que ahora que tenía dinero, podría comprar uno de esos Hot dogs o helados, que vio en el parque la otra vez, o incluso mejor comer en uno de los cientos de restaurantes que vio por la ciudad.

Otra vez el sayayin suspira como ya se hacía común, para al ver que no había nadie al lado suyo, dar un leve salto el que increíblemente lo haría desaparecer en un segundo, ya viéndose como volaba directo al bosque, viendo el sol que mostraba que todavía era medio día.

Sword art super:Escape de la sombra(Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora