Durante el trayecto, la pareja apreciaba el paisaje que los rodeaba con fascinación. Ambos se sentían felices, sin embargo el varón tenía la cabeza en otro lado, así que de forma casi inconsciente buscó una mano de la fémina para poderse tranquilizar. Ella al sentir el contacto con el chico, lo volteó a ver, la mano masculina sudaba ligeramente, debía de admitir que lo notaba un poco extraño, así que decidió entablar una corta conversación para poder divagar en los pensamientos de Kaien.
—¿Cómo me presentarás en la reunión? — Rukia acercó más su cuerpo al de él.
El conductor los veía ocasionalmente por el espejo retrovisor.
—Como mi esposa. — contestó con una sonrisa burlona, ante la respuesta, ambos comenzaron a reír con complicidad, sabían que eso no era cierto.
A pesar de que el chófer se mostraba ajeno a la conversación, se sobresaltó ligeramente al escuchar las palabras expresadas por parte del varón.
El silencio regresó y Rukia no había conseguido ninguna información que le revelara el porqué del estado de nerviosismo de su acompañante, por lo tanto, decidió volver a hablar, ahora siendo más directa. Se acercó seductoramente al oído de Kaien y le susurró unas cuantas palabras.
—Te está sudando la mano.
Una vez dicho esto, se separó de él, intercambiaron miradas y con lentitud, la azabache fue retirando su humedecida mano. El rostro del DJ se sonrojó y secó su mano con la tela del pantalón. En lo que restó del camino hacia el hotel, no se volvió a hablar del tema.
Pasados unos cuantos minutos más, por fin habían llegado a su primer destino. Bajaron su equipaje del auto, Kaien confirmó con el chófer la hora en la que los recogería para que los llevara a la reunión. Frente a ellos había una pequeña cabaña, así que dudaron por unos segundos si en realidad se hospedarían ahí sin embargo, en la parte de enfrente tenía un bello letrero con el nombre del lugar. Caminaron hacia la entrada, cuando abrieron la puerta de vidrio, una pequeña campana comenzó a sonar por el lugar, el personal llegó rápidamente.
—Buenas tardes, sean ustedes bienvenidos. — dijo una mujer vestida con un vestido azul claro, el cabello recogido y en su pecho tenía un distintivo con el nombre de la empleada, detrás de ella se encontraban un hombre y una mujer. Hicieron una reverencia al mismo tiempo y la chica continuó — ¿Tienen reservación? — preguntó con amabilidad.
—Sí, a nombre de... — Kaien se interrumpió rápidamente siendo consciente de las palabras que estaba a punto de pronunciar frente a Rukia.
La recepcionista y el varón de cabellera azabache se acercaron al monitor mientras que Rukia los observaba desde una distancia lo suficientemente lejana para que no escucharan su conversación. Después de aclarar la reservación, los empleados tomaron el equipaje y los guiaron a su habitación.
Rukia y Kaien habían pensado que su alcoba se encontraría dentro de la cabaña de dos pisos sin embargo los botones los guiaban por uno de los tantos puentes de madera que se interconectaba con otras pequeñas cabañas del sitio, caminaron unos cuantos metros hasta llegar a la cabaña número 13. Les dieron la llave y se despidieron cordialmente. El concepto del hospedaje los había sorprendido.
Cuando estuvieron a solas, intercambiaron una mirada sensual, acortaron la distancia y sin perder más tiempo, empezaron una ronda de besos, sin embargo se vieron interrumpidos por una llamada entrante al celular del varón, se separaron y él contestó. Se podía escuchar ligeramente la voz de un hombre del otro lado de la línea pero Rukia le restó importancia.
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[+18] [AU ICHIRUKI] •El Niño Pequeño• Bleach
FanfictionLa madre de Rukia era una gran niñera pero el nacimiento de un bebé llamado Ichigo le quitó todo lo bueno de su vida hasta que él se fue. Sin embargo el niño prometió regresar para casarse con ella a pesar de tener ocho años. Tiempo después, él ha...