Capítulo 1.

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Un gran bullicio se producía en el treceavo piso del edificio de comunicaciones, como cada semana.

"Señorita Kuchiki" era la palabra más pronunciada en aquellas oficinas.

Una mujer de cabello azabache, que le llegaba un poco arriba de sus, bien formados, glúteos, estaba parada frente al set de grabación firmando papeles que todos sus asistentes le ponían en sus manos y dando órdenes al personal.

— Hinamori, dale el programa a Riruka. — le pidió a su asistente. La mujer corrió a lado de la conductora del programa para mujeres.

— Entramos en 3, 2, 1. — anunció la directora del programa. Todos los asistentes abandonaron el set, maquillistas, técnicos, guionistas, entre otros.

— Buenas tardes. Bienvenidos a su programa "Voz femenina" — dijo la conductora Riruka sentada en el sillón que estaba en medio. La directora salió del set y camino al estudio donde estaba el manejo de las cámaras y el rating se marcaba en una de las pantallas. Con maestría dirigía al personal, así hasta que finalizó el programa.

— Señorita Kuchiki, — una voz masculina y dominante sonó detrás de la delgada mujer, ella volteó a verlo con lentitud — de nueva cuenta ha roto el récord en rating — continuó el hombre alto, musculoso y con sus ojos color avellana. — Pero...

— Ya voy. — contestó la mujer con pesadez mientras caminaba a la oficina de su nuevo jefe.

Todos los trabajadores de aquel lugar observaron la escena con detenimiento. El hombre que había llamado a la señorita Kuchiki sonreía con diversión al ver a la pequeña mujer caminar hacia su oficina con enojo.

"Lo más seguro es que me está diciendo víbora".

Cuando los dos ya estaban en la oficina, los cuchicheos de los trabajadores se hicieron presentes.

— ¿Crees que la señorita Kuchiki mantenga una relación amorosa con el director del comunicaciones? — preguntó un hombre mientras barría.

— Imposible, se supone que ella tiene novio y por lo que escuché, él le pedirá matrimonio. — contestó otro chico mientras acomodaba unos papeles.

— Sin embargo ¿Cómo explicas que haya subido tan rápido de puesto en cinco años? Ya ni yo que llevo siete años en esta empresa. — expuso una mujer que se unió a la conversación. Las tres personas voltearon a ver hacia la dirección que habían desaparecido sus jefes.

— No hay duda, es toda una zorra. — dicho esto, la bolita se dispersó para seguir con sus deberes laborales.

A unos cuantos metros, los escuchaba un hombre robusto de cabello largo y rojizo. ¿Su novia sería capaz de engañarlo con otro hombre?

— Que estupideces piensas Renji. — se dijo a sí mismo soltando una pequeña risa, luego caminó hacia la terraza del piso mientras metía su mano derecha al bolsillo de su pantalón y tomaba entre ellas la cajita aterciopelada que estaba dentro de esta.

La mujer de cabello azabache entró a la oficina con enojo, cuando divisó en el lugar el pequeño sofá de color beige, camino rápidamente hacia este y se recostó sobre él. Gracias a su estatura, cabía perfectamente en ese pequeño lugar. Segundos después entró el hombre de cabello oscuro.

— ¿Rukia? — preguntó al aire al no ver el pequeño cuerpo de la mujer dentro de la oficina — Ru... — interrumpió su oración al ver la delgada mano de la chica asomándose desde su sillón preferido. Con una sonrisa en su rostro caminó hacia el sofá pero su sonrisa se borró al ver a aquella mujer, acostada en su sofá con zapatos. — Señorita Kuchiki, si se va a acostar en mi sofá favorito, hágame el favor de — tomó aire para poder seguir con su petición — ¡Quitarse los zapatos!

[+18] [AU ICHIRUKI] •El Niño Pequeño• BleachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora