𝟬𝟭𝟲 : 𝘁𝗵𝗶𝗴𝗵 𝗿𝗶𝗱𝗱𝗶𝗻𝗴 (𝘀𝗺𝘂𝘁)

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Imagina montar el muslo de Calum y él simplemente anonadado al verte. Probablemente sería su idea, los dos estaríais besándoos y tú estarías sobre su regazo, su muslo quedando justo entre tus piernas. Así que él estaría moviendo su cuerpo al ritmo de los besos, el material de sus tejanos rozando tu intimidad y haciéndote jadear ante el contacto.

Calum se apartaría de repente, vuestras respiraciones mezclándose mientras se daba cuenta de lo que acababa de pasar. Una sonrisa juguetona aparecería en su rostro antes de volver a repetir la acción, su muslo cubierto por el pantalón rozando contra la fina tela de tu ropa interior y provocando que otro gemido saliese de lo profundo de tu garganta.

Él soltaría un gruñido al oírte, colocando sus manos sobre tus caderas y acercándote aún más a él, sus labios pegados a tu oreja. "¿Quieres montar mi muslo, nena? ¿Huh, se siente bien?" Susurraría casi sin aliento. Soltarías un lloriqueo ante su sugerencia, sus labios ahora sobre la piel de tu cuello. "Vamos cielo, roza tu coño contra mi pierna." Sus dedos se deslizarían hacia el interior de tus bragas, quitándolas y dejándote en tan solo una de sus camisetas, volviendo a sentarte sobre su regazo.

Gemirías ante la pequeña cantidad de fricción, las manos de Calum volviendo a tus caderas y ayudándote a moverte hasta que encontrases tu propio ritmo.

"Déjame oírte, bebé. Déjame saber lo bien que se siente follarte mi muslo." Sus manos ahora paseando por todo tu cuerpo, tocando cada parte de este excepto tu clítoris.

"Joder, Cal." Gemirías, tus manos estirando suavemente de su pelo.

"Eso es." Te animaría mientras más gemidos saldrían de tu boca. De repente comenzaría a mover su pierna de arriba a bajo, provocando que tus ojos se abriesen como platos ante aquel placer añadido.

"C-Cal." Murmurarías, sintiendo como un nudo comenzaría a formarse en lo bajo de tu estómago.

"¿Vas a correrte, nena? ¿Vas a correrte para mí? ¿Sobre todo mi muslo?" Te preguntaría con una voz sensual que provocaría que tu cabeza diese vueltas.

"S-sí, joder." Exclamarías, sintiendo tu orgasmo cada vez más cerca. "Por favor, Calum." Murmurarías, sabiendo que aún no te habría dado el permiso para liberarte. Él te sonreiría, sus manos volviendo de nuevo a tus caderas para ayudarte.

"Mírame. Mírame cuando te corras, cielo." Así que así lo harías, abriendo tus ojos para mirarle directamente a los suyos.

Calum estaría completamente ensimismado, pensando en lo hermosa que te verías ante su atenta mirada. Después de acabar y tranquilizarte un poco, recostarías tu cabeza sobre su hombro aún con la respiración un poco agitada. Sus manos se pasearían hasta tu espalda y sus labios se moverían hacia tu cuello, dejando un beso sobre este. "Lo has hecho tan bien, mi amor. Ha sido tan caliente." Te halagaría, haciéndote sonrojar.


𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora