𝟬𝟯𝟱 : 𝘀𝗶𝗰𝗸! 𝘁/𝗻 (𝟰/𝟲)

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— Gracias, Ash. — Calum agradecería a la vez que Ashton le entregaría unas cuantas bolsas llenas de refrescos, botellas de agua, galletas, medicina y básicamente todo lo que necesitases para sentirte mejor.

— No hay de que, Cal. — Ashton le sonreiría con simpatía, colocando una mano sobre el hombro de su mejor amigo al notar su estado de preocupación. — Llámame si necesitáis algo, ¿vale?

Calum miraría sobre su hombro para verte acostada sobre vuestra cama, profundamente dormida aún habiéndote cargado todo el camino desde el coche. Suspiraría profundamente antes de volver a mirar a su amigo con una débil sonrisa.

— Gracias. Lo aprecio mucho, hermano. — Ashton no podría evitar acercarse a Cal para darle un rápido abrazo, palmeando un par de veces su espalda.

— Sé que estás preocupado Cal, todos lo estamos. Pero se mejorará y volverá a estar normal en un par de días. Estoy seguro de que esto solo es un estúpido resfriado o algo por el estilo. — Trataría de consolarlo, dándole un último apretón entre sus brazos para después apartarse.

— Ya pero joder Ashton, se desmayó. ¡Lo vi pasar con mis propios ojos! — Calum susurraría gritaría para tratar de no despertarte. — Eso ha sido de lejos una de las cosas que más me han asustado en mi vida y ni siquiera me deja llevarla a un médico. ¿Qué si no es solo un resfriado? — Calum sentiría lágrimas amenazando con salir de sus ojos, lágrimas que se negaría a dejar salir.

— Estará bien, Calum. Probablemente esté deshidratada y su cuerpo esté agotado, solo necesita muchos líquidos y descansar ¿sí? No dudes en llamarme si necesitas algo. — Le aseguraría con una ligera sonrisa. — Te quiero, hermano.

— Y yo a ti, Ash. Gracias de nuevo. — Cal se aseguraría de cerrar la puerta con suavidad antes de volver a tu lado. Silenciosamente dejaría las bolsas a un lado y besaría tu frente para después dirigirse hacia su maleta, abriéndola para sacar algo de ropa cómoda y ni siquiera molestándose en darse una ducha. El chico sabría que sería una noche larga en el momento que te oiría gruñir, rápidamente acabando de subir sus pantalones y dándose media vuelta para verte sentada en la cama con tus manos sujetando tu cabeza. — Hey, ¿estás bien, cielo? — Estaría junto a ti en un instante, sus manos sobre tus muñecas para quitarlas de tu rostro.

— Mi cabeza me está matando. — Te quejarías, negándote a abrir los ojos. Calum frunciría el ceño, acariciando con sus pulgares el dorso de tus manos.

— Venga, amor. Vamos a ponerte una ropa más cómoda y luego te daremos algo de medicina. — Sus labios harían un pequeño puchero al ver tu cara de dolor. — ¿Suena bien? — Tú asentirías, abriendo los ojos para mirar a Calum, quien te observaría con una sonrisa y se sentaría correctamente, llevándote con él para hacerte sentar. — ¿Puedes levantarte sola? — Te preguntaría, colocando una mano sobre tu mejilla. Asentirías suavemente, inclinando tu cabeza aún más hacia su mano y ni siquiera molestándote en abrir los ojos. Cal caminaría hacia vuestras maletas, sacando una de sus camisetas y pantalones deportivos junto con un par de calcetines tuyos antes de volver a tu lado. — Venga, vamos a cambiarte de ropa. — Murmuraría, agarrando tus muñecas para indicarte que subieses tus brazos. — Brazos arriba. — Harías caso y los levantarías, dejando que se deshiciese de tu camiseta y un escalofrío recorriese tu cuerpo al sentir sus manos frías colocarse sobre tu espalda para desabrochar tu sujetador. Segundos después te ayudaría a colocarte su camiseta. — Vale, ¿crees poder ponerte de pie? — Colocaría su dedo pulgar e indice sobre tu barbilla para que lo mirases, pero tú simplemente asentirías, ni siquiera con fuerzas como para responder verbalmente. — Dame tus manos. — Se levantaría él primero para después extender sus brazos y que tú agarrases sus manos, ayudándote a ponerte en pie y que no perdieses el equilibrio. — Agárrate de mis hombros, cariño. — Sonreiría antes de desabotonar tus pantalones, deshaciéndose de ellos antes de colocarte los otros. — Acuéstate de nuevo. — Apartaría las sábanas para que te pudieses meter debajo de estas antes de arroparte bien. Se movería para alcanzar las bolsas que Ashton abría traído, pero su movimiento sería interrumpido por tu mano agarrando su brazo.

𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora