— ¿Estás lista para irnos, nena? — Calum preguntaría una vez el camarero le devolviese su tarjeta de crédito, levantando su mirada después de haber metido la tarjeta en su cartera y en el bolsillo delantero de su pantalón. Estarías perfectamente hasta verlo, tu boca comenzando a aguarse y tus ojos abriéndose en pánico.
— Uh... Primero debo ir al baño y luego nos podemos ir ¿si? — Le dirías rápidamente antes de levantarte de la silla y caminar hacia el baño con prisa, no molestándote ni siquiera en cerrar la puerta de tu cubículo e inclinándote para devolver toda la sopa que habrías ingerido. Tus ojos estarían lagrimosos y recostarías tu espalda contra la pared del cubículo una vez hubieses acabado.
Te quedarías sentada en el suelo durante un par de minutos antes de decidir levantarte, apoyando tus manos en la pared para darte algo de soporte y tirando de la cadena antes de salir. Agradecerías que el baño estuviese vacío, no queriendo que nadie te viese en este estado.
Después de enjuagar tu boca con un poco de agua y limpiar tus lágrimas, te dirigirías hacia la mesa de nuevo, donde Calum seguiría sentado mirando su teléfono con el ceño fruncido. Suspirarías profundamente antes de llegar a su lado, parando justo frente a él.
— ¿Estás listo? — Preguntarías, la sensación de ardor en tu garganta provocando que tu voz saliese un poco temblorosa. Cal levantaría la mirada, observándote aún con sus cejas fruncidas. — ¿Pasa algo?
— Nos acaban de programar otra entrevista para hoy. Quieren que estemos ahí en cuarenta minutos y que después vayamos directamente al estadio. Lo siento mucho, amor. — Apartaría su mirada al acabar, no queriendo observar tu reacción. Pero tú sacudirías la cabeza, acunando sus mejillas con tus manos y haciendo que levantase la cabeza para mirarte.
— No tienes que disculparte, Cal. Es tu trabajo, lo entiendo. — Le asegurarías.
— Sé que lo haces pero me sabe mal, siento que ya casi no nos podemos ver. No puedo pasar tanto tiempo contigo como antes y me hace sentir como un novio de mierda. Lo único que quería era una tarde tranquila contigo pero no, ya se ha fastidiado. — Suspiraría, apretando sus labios en una fina línea. Podrías notar sus ganas de llorar pero sabrías que no lo haría, él odiaría llorar frente a ti. Soltarías un suspiro, volviendo a sentarte en tu asiento y agarrando sus manos.
— No eres un novio de mierda, eres el mejor novio del mundo, Calum. Este es tu trabajo, es una prioridad y es importante, así que yo te voy a apoyar siempre. Siempre estaré a tu lado no importa el que y estoy segura de que tendrás algunos días libres que podremos disfrutar al máximo, ¿vale? Te amo. — Él te miraría con tristeza, asintiendo ligeramente.
— Yo también te amo.
Sonreirías algo forzada antes de que él se levantase de su silla, extendiendo una mano hacia ti. Tu la agarrarías, utilizándola para impulsarte hacia arriba y una vez de pie él rodearía tu cintura con uno de sus brazos y comenzaría a caminar, gesto que agradecerías, ya que aún te sentirías algo débil.
— Vamos a llevarte al hotel y así luego podrás ir al estadio con las chicas. — Diría antes de besar tu frente y guiaros hacia la salida del restaurante. La vuelta al hotel hubiese sido mucho más difícil si Calum no te hubiese estado sujetando por la cintura, queriendo tenerte lo más cerca posible sin tener ni idea de tu estado.
Al llegar a vuestra habitación Cal agarraría algunas cosas que necesitaría antes de besar tus labios para después irse. Te tensarías un poco ante el contacto de vuestros labios pero él solo te sonreiría. — Nos vemos luego, mi amor. Te llamaré de aquí un rato. — Murmuraría un suave 'vale' antes de que él se diera la vuelta y abandonase la habitación.
El segundo en que la puerta se cerraría soltarías un profundo suspiro, el dolor por todo tu cuerpo siendo casi insoportable. Te dejarías caer sobre el colchón, llevando tus rodillas al pecho y ni siquiera molestándote en llamar a las chicas, ya que sabrías que se lo acabarían contando a Calum.
Decidirías levantarte, dirigiéndote hacia la mini nevera llena de refrescos que habríais comprado Cal y tú el día anterior y agarrando algunas bebidas antes de dirigirte al baño, volviéndote a tomar el medicamento que Kay kay y Sierra habrían traído para ti. Harías una mueca ante el desagradable sabor y te mirarías en el espejo, analizando tu aspecto.
Tu visión estaría algo borrosa por tus lágrimas pero podrías ver perfectamente la rojez de tus ojos y nariz, tus mejillas incluso algo sonrojadas. Soltarías un suspiro algo tembloroso y limpiarías ligeramente tu nariz con la manga de tu chaqueta antes de cerrar la puerta. Te sentarías en el suelo, tu espalda recostada contra la puerta de madera y dando un largo trago de tu botella de agua. Te quedarías ahí durante más o menos una hora, simplemente tratando de hidratarte.
— Vamos. — Murmurarías para ti misma, tragando con algo de dificultad el último trago de tu bebida. Sabrías que tu cuerpo necesitaría todo el líquido posible pero lo único que querrías sería dormir y tus ojos no pararían de cerrarse. De repente tu teléfono sonaría, haciendo que abrieses tus ojos y mirando la pantalla para tratar de ver de que se trataba. Al darte cuenta de que se trataba de un mensaje de Cal agarrarías el teléfono con tus manos temblorosas.
— Si estuvieses aquí probablemente mandarías al entrevistador a la mierda. No deja de hacernos pregunta extrañas y estamos todos incómodos. Solo quiero estar de vuelta contigo en el hotel. — Su mensaje te haría fruncir el ceño, tu corazón doliendo por el chico.
— Yo también te quiero de vuelta amor, pero acabarás de aquí pronto y nos podremos ver. — Escribirías, mandando el mensaje y recibiendo una respuesta casi inmediata.
— Te amo. — Responderías con las mismas palabras y soltarías un suspiro, bajando la mirada para ver la hora en tu teléfono. Aún tendrías un par de horas hasta que te tuvieses que ir con las chicas para encontraros con los demás, así que agarrarías tu móvil y te pondrías de pie con la ayuda de tu brazo apoyado contra la puerta, abriéndola antes de dirigirte hacia la cama donde te quedarías dormida casi inmediatamente.
A pesar de dormir casi hora y media se sentiría como si solo hubiesen sido diez minutos. Gruñirías con los ojos cerrados, buscando a ciegas tu teléfono para apagar la alarma y comenzando a abrir los ojos. Decidirías sentarte antes de poder quedarte dormida de nuevo, así que dejarías tus pies caer de un lado de la cama, rascando tus ojos y soltando un bostezo. No te encontrarías tan mal como antes de dormir, pero sabrías que eso solo sería el efecto de la medicina y que en unas horas comenzarías a estar como antes. Después de estar unos minutos ahí sentada finalmente decidirías levantarte, dirigiéndote hacia el baño para darte otra ducha y prepararte antes de ir al estadio.
Una vez fuera de la ducha dejarías que tu cabello se secase solo mientras te maquillarías un poco para tratar de verte presentable. Tu móvil comenzaría a sonar a la vez que te estarías colocando unos tejanos, así que caminarías de nuevo hacia la habitación para contestar la llamada. — Hey, Kay. — Contestarías, tu voz no sonando tan débil como antes.
— Hey, ya suenas algo mejor. Estamos yendo hacia tu habitación, ¿estás lista? — Te preguntaría, las voces de Sierra y Crystal sonando de fondo.
— Sí... Estoy lista. — Responderías algo insegura. Kay kay podría notar tu indecisión en tu voz así que soltaría un suspiro antes de volver a hablar.
— ¿Estás segura de que quieres venir? Sabes que Calum entenderá que no te sientes bien y seguramente prefiera que te quedes a descansar en vez de venir y estar sufriendo. — Sonaría algo preocupada pero tú aun así asentirías, cerrando los ojos y suspirando profundamente.
— S-sí, estoy segura Kay kay. Estaré bien, os veo ahora. — Colgarías antes de poder oír su respuesta y meterías tu teléfono en tu bolso junto con tu medicina y algunas pastillas. Justo cuando te estarías poniendo los zapatos la puerta se abriría, dejando entrar a las tres chicas.
— ¿Lista? — Te preguntaría Sierra, a lo que tú asentirías con una sonrisa.
— Solo darme un minuto, podéis esperarme en el pasillo. — Las chicas te harían caso algo indecisas, abandonando la habitación y dejándote a solas. Soltarías un suspiro antes de agarrar tu teléfono y abrir tus mensajes, presionando en la conversación con Calum y escribiendo — Nos vemos pronto, cariño.
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𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hood
FanfictionPequeños imaginas de nuestro querido Calum Hood. Todos los derechos reservados a la autora original: @headspacecth #9 en 5sos [31/10/2020] #7 en calumhood [25/11/2020] #10 en 5secondsofsummer [12/12/2020]