(71 : BEHAVE, ANGEL)3/3 smut

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Calum continuó moviendo sus caderas ligeramente de vez en cuando, la punta de su miembro rozando el punto sensible más profundo dentro de ti mientras su pulgar continuaba estimulándote desde afuera.  Volviste a sentirte al borde de un orgasmo a los pocos minutos de Calum frotando tu clítoris, tu respiración volvía a ser pesada a medida que el placer se acumulaba dentro de tu estómago.

— Cal. — Jadeaste suavemente, moviendo tus caderas hacia adelante para encontrar la suya, sintiendo su mano izquierda apretarse en tu cintura.  — Estoy cerca.

— ¿Si? — Susurró en respuesta, su miembro contrayéndose dentro de ti. Él mismo estaba al borde de su propio clímax y su cuerpo todavía luchaba contra la necesidad de entrar en ti con fuerza, hacer que los dos llegaseis en segundos después de tanto tiempo de conteneros.

A estas alturas la película ya estaba llegando a su final y Calum había decidido detenerse por unos minutos antes de retomar sus acciones. Con solo unos minutos restantes de película, finalmente decidió que era el momento de terminar con tu tortura y hacerte venir como era debido.

— ¿Vas a correrte? — Murmuró en voz baja, moviendo su pulgar en movimientos circulares más rápidos.

— Sí. — Exhalaste de forma entrecortada, apretando los dedos que rodeaban algunos de sus mechones de cabello y estirando con los ojos cerrados. Calum sabía que estabas evitando venirte, insegura de si realmente te dejaría venir esta vez o te haría esperar el tiempo que tus amigos tardaran en salir de casa una vez que terminara la película. Él ya te había arrebatado un orgasmo incontables veces aquella noche y habías tomado tu castigo como una buena chica, así que te iba a recompensar ahora y después de que vuestros amigos se fueran.

Echando un vistazo alrededor de la habitación, Calum examinó a sus amigos, notando como la atención de Luke y Sierra estaba enfocada en la película y Crystal estaba dormida junto a Michael mientras este también estaba concentrado en la pantalla. Su propia atención volvió a ti y a tu cuerpo que temblaba ligeramente.

— Córrete. — Te dijo, a lo que inmediatamente un jadeo de alivio salió de entre tus labios, el apretado nudo en tu estómago finalmente deshaciéndose. Tus caderas se balanceaban de delante hacia atrás a la vez que te venías y su pulgar aún jugando con tu clítoris provocó algunos espasmos de tu parte. — Eso es. — Te consoló mientras su mano izquierda frotaba tu costado de una manera reconfortante. Tus paredes palpitaban a su alrededor a la vez que te dejabas caer en sus brazos y un quejido caía de tus labios cuando comenzaste a sentir lo sensible que estabas.  El orgasmo de Calum también te inundó seguidamente, sus caderas deteniéndose cuando sintió que te movías incómodamente sobre él.

Su mano derecha fue apartada de tu clítoris, ambas manos moviéndose hacia tu espalda donde comenzó a frotar suavemente, haciéndote callar con voz suave.

— Está bien. — Dijo en un susurro, mirando alrededor de la habitación y encontrando los ojos de Sierra sobre vosotros, sus cejas alzadas y labios fruncidos. Calum sintió como su corazón se detenía al pensar en que os hubiera descubierto, pero rápidamente se relajó al oírla hablar.

— ¿Está bien? — Calum solo asintió, el alivio apoderándose de él al darse cuenta de que seguía pensando que te encontrabas mal. Sierra asintió en respuesta con una sonrisa comprensiva en sus labios.

Calum le devolvió la sonrisa brevemente, sus ojos apartándose de la chica y volviendo a ti.  Suavemente, Calum movió una mano para tomar tu rostro, alejándote de su cuello y conectando sus labios con los tuyos. Tú le devolviste el beso de inmediato, Calum atrapando tus quejidos entre sus labios.

— Solo un poco más, amor. — Te aseguró, sus labios rozando los tuyos mientras se apartaba del beso, su pulgar acariciando tu mejilla. Tú asentiste con la cabeza, conectando tu mirada con la suya cuando sus dientes atraparon tu labio inferior. Calum esta vez dejó que te quedaras ahí, moviendo su mano para acunar la parte de atrás de tu cabeza y llevándote suavemente a meter el rostro entre su cuello y hombro.

𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒, calum hoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora