Parte 9 Secretos

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Estaba enojado, demasiado.

Renesmee había contestado con ese tono imprudente y mal educado. Bella se había sentido lastimada por ello, y para terminar, nuestra hija no quería entender razones. Había huido como una chiquilla, corriendo hacía afuera de la casa, y encima de todo, su amigo la apañaba.

Bueno, no necesariamente lo hacía, pero en el estado en el que me encontraba, era más fácil encontrarlo culpable, simplemente por intentar reconfortarla.

Lo tomé por el brazo en cuanto intentó salir a su encuentro.

– Tú no eres nadie para seguirla. – Le dije, sujetándolo por el brazo. Quizás fui muy imprudente, y de hecho, utilicé más fuerza de la que debería al detenerlo. – No eres nada de ella como para que interfieras más en esto.

Su mente se detuve en seco. Y sus pensamientos, inclinados en animar a Renesmee, que ahora estaba corriendo en dirección a las montañas que estaba cerca de la casa de los Blancquarts, se reordenaron en encontrarle lógica a mis palabras y a mi comportamiento.

También pude percibir, a través de lo compleja que era su mente, que con lo que dije lo había herido mucho más de lo que pudo expresar después. Con cada una de las palabras que había utilizado, lo había hecho sentirse miserable.

"¿Qué no soy nada? Maldita sea si no soy quien para apoyarla..."

– Nosotros estuvimos a su lado mientras ustedes no lo estaban. – Murmuró entre dientes, intentado contener la ira que le había originado mi acusación. – Ahora suéltame, porque nadie me dice lo que tengo que hacer en mi propia casa.

Mi reacción lo tomó por sorpresa, pero en ese momento, las emociones poco civilizadas de mi personalidad, esas que evitaba que salieran con frecuencia, dominaba mi cuerpo casi por completo.

La cabeza de Raphael estaba concentrada en otra cosa, muy ajenas a nosotros. Solo tenía cabeza para mi hija...

Ella ya se había detenido, se había alejado un poco menos de dos kilómetros, nada, prácticamente.

Todavía podía escuchar sus pensamientos...

"¿Por qué nunca me entienden? ¿Nunca dejaré de ser un bebé para ellos?" Realmente creí que eso iba a cambiar a partir de ahora... – Su mente cavilaba una y otra vez a los últimos segundos. Ahora se sentía culpable, rememorando el último intercambio de palabras con nosotros. – "No debí haberle gritado a mamá de esa forma. Me siento terrible, pobre papá..."

Ella recordó la contestación que le había hecho a su madre, y también la reacción que había tenido conmigo.

La repetición sirvió para que mi enojo aumentara.

No estaba acostumbrado a esas cosas, menos por parte de Renesmee.

Tal vez por eso decidí descargar, no de un modo completamente inconsciente, mi frustración en Raphael. No tenía la culpa de todo, pero era la única persona en la que podía hacerlo.

Por primera vez en muchos años, una situación me había superado.

Quizás no tenía sentido que fuera esa situación... pero lo cierto es que no me importó en ese momento.

Aunque no quería pelear con él, pero el instinto salvaje que dominaba mi cuerpo en ese momento, me guiaba a hacerlo.

Sentí, en ese rincón tan escondido de mi mente, como deseaba enfrentarme a él.

¿Por qué? ¿Por qué quería hacerlo, si él no había hecho nada?

Era la frustración que sentía al saber que mi hija no era la misma de antes. De saber que ella era diferente. Que había cambiado radicalmente hasta convertirse casi en una insolente.

Ocaso Boreal - Continuación de CrepusculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora