Parte 7 Confundida

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Lo peor ya había pasado.

O mejor dicho, la peor de las agonías ya había pasado. Ahora teníamos a nuestra hija con nosotros, y si algo o alguien nos atacaba, nos encontraríamos juntos. Eso debía ser un consuelo en todo ese desastre. Incluso a pesar de que Nessie no quería alejarse de nosotros, en caso de que algo malo pasara. Ya encontraríamos la forma de hacerlo, no importaba lo obstinada que sea, ella estaría a salvo.

No pude evitar pensar que era muy parecida a mí en esa forma. Tiempo atrás, cuando era humana, había odiado que me dejaran atrás de esa manera... ahora recién entendía por qué lo hacían. Pero eso también me permitía comprender la frustración de mi hija, y sus deseos de interferir en caso de que algo malo pasara...

La necesidad que tenía de proteger a aquellos que amaba.

Es extraño el impulso de protección que te invade, consumiendo el miedo y todas esas emociones afines, y reemplazándolos por una determinación indestructible, cuando a pesar de todo, eres un ser débil en comparación con aquellos que te rodean. No tienes ninguna arma para salir en defensa de ellos, nada tangible con lo que podrías ayudarlos, pero igual así, quieres formar parte de ello. No por ansias de nada, sino por amor.

Amor por ellos.

Me había sentido igual a ella en el momento en el que Victoria me había dado caza. Yo había sido su objetivo, y todos los demás, eran los que plantaban la cara, para salvarme a mí.

Comprendía su desesperación, su necesidad de hacer algo, por mínimo que sea. Yo me había sentido exactamente igual.

Aunque jamás permitiría que cumpliera con su deseo.

Renesmee estaría bien, y a salvo.

No guardaba esperanzas de que todo este embrollo pudiera terminar bien. Ya habíamos tenido suerte en el pasado, con los Vulturis. Hubiera sido ilusa si pensaba que esta vez se repetiría.

No, eso no pasaría, porque si bien ya no era una humana patosa y débil, era demasiado creer que con mi mortalidad, se hubiera ido mi vasta mala suerte.

Había querido creer que sí, que la inmortalidad me aguardaba expectante, dispuesta a crear una realidad de ensueño para mí, para mi esposo y mi hija, que ingenua que había sido.

Las dificultades nunca se pueden erradicar de la vida, y menos cuando vives para siempre.

Renesmee estaba segura de sus amigos, y esa era otra cosa que, de todos modos, podía comprender. Al fin de cuentas, yo también había confiado en vampiros cuando era una humana, y todo había resultado bien.

Aunque desde luego, no podía evitar sentir cierta desconfianza, en especial porque estos dos personajes eran muy reservados, y Edward no había podido ver demasiado en sus mentes a lo largo del día que estuvimos con ellos. Nada más que ocultamientos. Algo que los tres se empecinaban en que no supiéramos.

Un secreto rondaba sus mentes, algo que no debería de ser bueno si era trascendental que no nos enteremos.

¿Pero que sería? ¿Por qué Nessie no nos lo contaba?

Debía confiar en el criterio de Edward. Él no haría nada que nos perjudicara, desde luego, y mucho menos actuaría provocándole algún mal a los hermanos Blancquarts.

Ahora estaba con él, con él y con Renesmee. Todo estaría bien, éramos una familia, y saldríamos juntos de esto. Quise creer con todas mis fuerzas ese discurso esperanzador, pero no tenía la fortaleza para encontrar lógica en él.

Si lo que Edward decía era cierto, y todo era una maniobra montada para que las cosas se sucedieran siguiendo un plan, ¿Entonces que posibilidades teníamos de salir airosos?

Ocaso Boreal - Continuación de CrepusculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora