Capitulo 61-Sacando la verdad.

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—¿Cómo te sientes?.—Se sentaba a un lado de él, tomandolo de una mano. Hacia referencia a todo en general.

Él apretó su mano, sin saber realmente como se sentía, eran muchas emociones.

—Ni yo mismo lo sé, esto es algo que cambiará mi vida para siempre, de cierta manera me da miedo.

—Te entiendo, nada por lo que has tenido que pasar es fácil, pero ánimo, no hay mal que por bien no venga, todo saldrá bien mi papá es uno de los mejores y tus posibilidades son demasiado altas, si después de esta cirugía no recuperas la vista es porque realmente estás fregado en esta vida.—Exclamo escuchandolo reír, era lo que quería, sacar un poquito de tensión, estaba nervioso.

—No dudo en que lo esté.—Se giró hacia ella cambiando su semblante a uno más sereno.—Gracias por todo lo que has hecho por mi, de verdad creo que necesitaba que llegara alguien como tú a mí vida.

Kendra sonrio conmovida, el corazón le latía muy fuerte.

—No hombre, no tienes nada que agradecer, al contrario soy yo la que te agradece, ya tengo quien me saque a pasear a caballo.

—Eso ni lo dudes, después de esto te voy a recompensar ya verás.—Le aseguró a la mujer, tenía algo planificado.

—¿Y si Cristina se enoja? ¿No va a querer sacarme los ojos?. Imagína ver a tu marido con otra mujer que ni siquiera conoces, a la bestia.—Decia algo dramática.

Federico no dejaba de sonreír con esa mujer, sacaba cada cosa que hasta algunas veces llegaba a pensar que estaba loca, pero una loca muy agradable. Imagino la situación con Cristina y en cierta forma le gustaba, de todas maneras no tenía porque dar explicaciones, ya no tenía motivos.

—Mujer por amor a Dios, eso no va a pasar en todo caso no tiene ningún derecho.—Su semblante cambiaba.

Kendra comprendió que estaban pisando terreno un tanto incómodo.

—Creo que debiste decirle.

—Era mejor así.—Sabia que se refería a la operación.—Si le decía seguramente estaría aquí, y no quiero llevarme otra desilución y que ella esté presente.—Tambien porque no quería que se encontrarán en esa situación, no lo hacía sentir cómodo.

—Fede, insisto en que debiste decirle pero allá tú con tus cosas, respeto tus decisiones aunque no esté de acuerdo.—Se levantaba.—bueno ¿Estas listo?.

—No.—Negaba con pesadez.—pero hay que hacerlo.

—No se diga mas entonces, todo saldrá bien.—Repitio una vez más segura de lo que decía.—yo estaré contigo recuerda eso, no estas solo en esto.

—Gracias, de verdad no sé qué sería de mí en estos momentos.—Seguramente se estuviese ahogando de los nervios, muriendo de tristeza, sin nadie con quién sacarse todo lo que llevaba dentro, sin importar cuanto necesitará estar alejado, siempre se necesita de alguien para ser escuchado y ese precisamente era su caso.

Ese día Cristina se había levantado con una sensación extraña en el pecho, no sabía que era o el motivo, pero había algo que la tenía intranquila, por momentos pensó que podría ser el bebé, pero todo estaba perfectamente con él, le hablaba todos los días al levantarse, susurrándole con todo el amor que sentía que lo esperaba con ansias, que era el pequeño que le daba esperanzas, ella se encargaría de protegerlo a como diera lugar.

—Dios mío, gracias por la dicha de permitirme ser mamá nuevamente.—Decia mirandose en el espejo, su vientre aún no se manifestaba, estaba emocionada con la llegada de ese nuevo bebé, muchas cosas buenas vendrían, lo presentía.

¿Porque Debo Quedarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora