Capítulo 12 - " recuerdos''

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- Señorita necesito saber del señor Federico Rivero.

- ¿es usted algún familiar?

- si soy su esposa...

Manuel la escucho y se acercó a ella

- ¿usted es la esposa de Federico?

- ¿si usted lo conoce?.- pregunto ansiosa.

La enfermera los miro un poco indecisa, tal vez ya no necesitaba de su ayuda así que nuevamente tomo los documentos que había estado revisando.

- así es...Soy un viejo amigo.- dijo admirando la belleza de la mujer que tenía al frente.

- como está Federico se encuentra bien ?

Manuel Suspiro y negó,miro a la joven que estaba a un costado de la mujer y por el parecido supuso que era su hija.

- sufrió un fuerte golpe en la cabeza, su estado es critico los doctores dicen que el golpe puede tener secuelas.

- no puede ser...- susurro, María se abrazó a ella.- que tipo de secuelas.

- no lo sé...Puede despertar con amnesia e incluso...

- e incluso que..?

- puede perder la vista.

María sollozo y se abrazó aún más a su madre.

- solo lo sabremos cuando logré despertar.

- por que nos pasa esto...por que Ahora que todo Estaba tan bien...- susurro mientras sus enrrojecidos ojos se empañaban de lágrimas nuevamente.

El doctor apareció en ese momento y pregunto por la familia Rivero.

- doctor yo soy su esposa como está mi marido.

- señora no le voy a mentir, el estado del señor Rivero es critico, el golpe que recibió en la cabeza Toco partes muy importantes por lo tanto no sabemos que consecuencias pueda presentar, hay actividad cerebral así que tenemos esperanzas de que se recupere, solo nos toca esperar.

- ¿puedo verlo?

- no puede verlo por los momentos, está en un área restringida, los estaré manteniendo al tanto, les aconsejo que se retiren a descansar un poco, la espera será un poco larga. Con permiso tengo a otros pacientes que atender.- dijo mirándolos y desapareciendo por un pasillo.

- creo que el doctor tiene razón, deberían ir a descansar.

- no se preocupe estamos bien y si quiere se puede retirar.

- no me quedaré yo también, mi hija también está aquí.

- ¿ su hija?

- Mónica, usted la conoce?

- algo así...Federico me ha hablado de ella, ella está bien?

- si está mejorando.

Cristina asintió y se sentó con María.

- todo estara bien pequeña...Ya lo verás.- le susurro a María para tranquilizarla un poco, beso su frente y le sonrió levemente, estar en ese hospital le recordaba tantas cosas...

Un par de horas después María dormía en su regazo, sus facciones eran relajadas pero la verdad era que había estado un poco cansada, le acariciaba el rostro levemente, tenerla así le recordaba lo cruel que había sido la vida con ella, llevaba un secreto que le dolía en el alma y que solo una persona aparte de ella lo sabía, Federico había sido algo así como su salvación, recordó cómo había llorado en la noche de bodas por sentirse desdichada y menos que cualquier otra mujer. Pero con el transcurso de los años había aprendido a vivir con ello, había superado en silencio eso que la había estado atormentado por años. Había aprendido que mostrarse vulnerable ante alguien era muy peligroso, pero no siempre se había podido mostrar fuerte, Federico muchas veces derretía esas barreras que ella levantaba, el era el único que lograba sacar lo mejor de ella. Gracias a el había aprendido a sonreír nuevamente.

- le traje un café, no se como lo toma así que...

Cristina sonrío un poco sin ganas.

- no se preocupe y muchas gracias, no debió molestarse.- dijo tomando el café.

- no es ninguna molestia al contrario.

Cristina miro el café en sus manos y tomo un sorbo, no era como el que ella acostumbraba a tomar pero tampoco estaba mal.

- usted sabe cómo sucedió el accidente...- dijo luego de algunos minutos de silencio.

- primero que todo dejemos la formalidad por lo que veo estaremos aquí por un largo rato así que no tiene caso que lo hagamos.

- está bien, creo que tienes razón.

- bueno.- dijo suspirando.- el coche no tenía frenos y Paul el chófer perdió el control del coche y se estrellaron con otro coche y bueno...eso nos trajo aquí.

- Dios mio...

Un joven se acercaba a ellos un tanto apresurado.

- abuelo vine lo más pronto que pude, como está mamá.- dijo el muchacho un poco ajitado.

- ella está bien Carlos, en este momento está descansando pero si quieres puedes verla.

Carlos Suspiro aliviado y se fijó en que no estaban sólos.

- disculpe no la había visto...- dijo observando a la mujer que estaba sentada con una joven hermosa en su regazo.

- descuida no te preocupes...

- déjeme preséntarme soy Carlos Manuel, es un placer.

- es placer es todo mío Carlos, soy Cristina Mendoza.

- ella es la esposa de Federico.- dijo mirando a Carlos.

- ¿de verdad?.- dijo un tanto incrédulo.- si que tiene buenos gustos.- Cristina sonrío ante su comentario.

¿Porque Debo Quedarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora