Más Dulce que la Muerte.

29. Suena Bien.

— ¿Y eso qué significa? — Preguntó Monique con su ceño fruncido característico. — ¿Nunca le habías dado de beber tu sangre a nadie? ¿Por qué? ¿Es...? -

— Es lo que ustedes llamarían especial Monique. Si. Por lo general nosotros quitamos la vida. No la regresamos, y digamos que hice eso al darte de beber mi sangre, y yo beber de la tuya. —

Eso hizo que su preciosa humana frunciera el ceño sin saber de lo que hablaba.

— Sabía que tu sangre me había sanado, pero... -

— ¿Sanarte? No sólo te ha sanado... Digamos que... — Kozlov volteo a ver a los lados, observó a Román que venía siguiendolos a dos cuadras en el auto muy lentamente. — Hicimos un pacto de sangre. —

— Sin ofender Ivan, pero no entiendo nada de lo que me estas hablando. — Ella decía avergonzada. A lo que la sonrisa resplandeciente en su jefe la dejó sin habla.

— Significa que uní mi vida a la tuya, nuestras almas también, seguramente se vuelvan a encontrar en nuestras próximas vidas. —

Monique tragó fuerte esta vez, sintiendo que el toque del inmortal ardía, quemaba.

— ¿Es como un contrato de vida y...? -

— No compares algo tan simple como un contrato con un pacto de sangre. — Negó él.

— Es algo mucho más profundo. Nuestras almas estarán conectadas en esta vida y la siguiente. Algo como que... Si tu falleces, yo también y si tu... —

El corazón de su humana comenzó a latir fuertemente, era ese latido de un toro furioso el que causaba desconcierto y un poco de curiosidad de parte de Kozlov.

— ¿Hiciste este pacto sin ni siquiera pedir mi opinión o...? — Ella enmudeció, estaba molesta. Se alejó fácilmente del agarre que su inmortal favorito tenía en su cintura.

— ¿Que pasaba por tu mente en ese momento como para hacer algo como eso? — Él estaba por responder. — Y sé sincero. — Pidió.

— Supongo que por un momento la idea aburrida de la vida estaba en mi cabeza. Pensé que tal vez entrelazar mi destino con una humana a punto de morir, me enviaría a mi también a una muerte segura. —

— Eso es tonto y no tiene sentido. Te pedí la verdad Ivan. — Al inmortal le agradaba el carácter de su humana. Entonces sabía que ella afrontaría bien la verdad.

— Simplemente quería unir mi vida a la de una humana tan deliciosa como tu. — Se encogió de hombros al decir. — Y tú sangre es valiosa. Ya lo había dicho antes. —

— No sé porqué Ivan Milkhail Kozlov, hay un par de cosas que no me quieres decir. Y sabes que tarde o temprano las sabré. Así que comienza a hablar por favor. —

En ningún otro momento antes Kozlov hubiera permitido que alguien más le hablara así. Pero no sé trataba de alguien más, era su pequeña y deliciosa humana que se veía tan encantadora y muy sexy molesta.

— Está bien digamos que tal vez quería adueñarme de tu sangre de una u otra manera. — Él se encogió de hombros.

— ¿Vamos a estar otra vez con la cosificación? Mira yo sé que no soy tan fuerte, pero... — Ella estaba por enojarse.

— ¿Tengo que explicarte que así es como parecen todos los humanos para nosotros? No miento cuando digo que la percepción que tenía de ti si ha cambiado... Y que tal vez ya no veo como un filete en mi plato a la mayoría de humanos. —

— Pero Monique Heinz, te quería para mi. — Él le sonrió levemente, y aquellos ojos azules la relajaron un poco. Sabiendo de alguna manera en su pecho, que él estaba siendo sincero.