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Despierto con el sol en mi cara. Las cosas cada vez empeoran para mi familia y vivir en Gotham no hace las cosas más fáciles, además de que solo cuento con el apoyo de mi madre. Observo el paisaje que la ventana me permite ver y por un solo momento puedo disfrutar de la verdadera felicidad.
Me levanto y comienzo a escoger mi vestimenta de hoy, ya que es cumpleaños de un viejo amigo y crush de mi escuela. Nos vemos todos los días en el tren de regreso a mi casa pero jamás hablamos, los tiempos han cambiado y aquel niño de nueve años que recuerdo se ha esfumado completamente aunque creo que su padre lo obliga a hablar conmigo.
Aunque es poco, es suficiente para mi
Me observo en el espejo, llevo puesto una falda roja que en alguna ocasión él elogio y desde entonces no había dejado de ponérmela y la acompaño con una camiseta negra y mis tenis de costumbre, tampoco quiero que todos sepan que somos "amigos". Tal vez si fuera un poco más guapa o si fuera una modela de revistas como esas que a él le gustan, tal vez se fijaría en mí, pero somos lo que somos y por el momento estoy contenta con lo que soy.
Salgo de mi casa, después de darle un beso de despedida a mi padre. Camino algunas cuadras para llegar a la entrada del subterráneo ya que me urge llegar a la escuela que se encuentra al otro lado de la ciudad. Llevo conmigo una bolsa en donde traigo un pequeño obsequió para Dick Grayson, el hijo adoptivo de Bruce Wayne.
Somos amigos desde que eramos pequeños, mi mamá y la de él eran amigas, cuando ocurrió el accidente del circo nunca me alejé de él y siempre tuvo mi apoyo. Solíamos vernos en un parque todos los días y platicar sobre nuestros días, luego Bruce Wayne lo adoptó y algunas cosas cambiaron, comenzó a ir a escuelas prestigiosas y conoció a más gente, poco a poco dejó de ir a nuestras juntadas matutinas y me dejó en el olvido.
Aunque Bruce Wayne mandaba invitaciones para todo tipo de eventos, algunos no asistía por respeto a Dick mientras que en sus cumpleaños o algunas festividades asistía algunas horas, saludaba y regresaba a casa, para no incomodarlo.
Sé que de alguna manera le recuerdo a su mamá.
El tren se detiene en la estación correcta y salgo sin preocuparme de nada. Llevo a la escuela y me aliso la falta para que todo se vea bien, hoy no quiero ser la burla de los amigos de Dick Grayson. Descubrí que estaba enamorada de él cuando estábamos pequeños y el día que le iba a confesar mi amor por él, no acudió a nuestra cita en el parque y ahí entendí todo Dick no sentía nada hacia mi y tal vez jamás lo haga.
Me detengo en su casillero, él está guardando algunos libros y luego me mira para rodar los ojos.
- Feliz cumpleaños Dick- él solamente sigue guardando sus libros y luego cierra su casillero
-¿Papá te mandó a darme un regalo?- Sus comentarios cada vez me hacen sentir mal
- Solo tómalo, no tienes que ser tan grosero- Dejo el regalo en el suelo y camino con la poca dignidad que me queda hacia mi primera clase.
Lidiar con el humor que se carga Dick ha sido muy cansado, Bruce dice que cada vez se vuelve un adulto amargado y es verdad. Piensa que la gente que está a su alrededor solo lo quieren por lo que es y se equivoca, todos están ahí por su dinero, yo lo conocía cuando no tenía nada y me quede a pesar de las circunstancias.
Estoy enamorada de él y el amor te hace estúpido
Cada clase se pasa de manera muy lenta, no entiendo porque sigo pensando en él si es claro que no quiere saber absolutamente nada de mi. Lo veo entrar a mitad de la clase, es regañado por el maestro pero veo que en su muñeca trae puesta la pulsera que venía dentro del obsequio, a veces puede ser tan misterioso y las veces que quise descubrir todo, me alejo completamente.
Salgo de la escuela, directamente al subterráneo a tomar el tren de regreso a casa. Entro y busco algún lugar, en especifico ese lugar donde sé que ya te encuentras tu esperando, me siento enfrente de ti y solo das un bostezo al cristal.
Como las veces pasadas sé que me ignorarás
Siento tu mirada y ambos suspiramos cuando mis ojos se conectan con los tuyos ¿Qué es lo que tanto te da miedo?- D-dick- Mi voz tiembla del nerviosismo que tengo. Tus ojos siguen mirándome con intriga, me siento atrapada entre lo que puede ser si me arriesgo y las consecuencias que podría traer todo esto.
Me acerco a ti, sé que me extrañas tanto como yo a ti pero no sé si lo que estoy por hacer será algo bueno para los dos. Tu mirada se vuelve confusa y me detengo por un momento, no habrá otra oportunidad así que lo hago y me acerco lo suficiente como para besarte en los labios.
Me correspondes casi al instante y me siento demasiado bien, tus manos viajan a mis mejillas y las acaricias mientras yo solo te revuelvo el cabello. Nos separamos despacio, tus caricias me hacen sentir una electricidad magnifica, te recargas en el asiento y yo hago lo mismo.
-Ya te habías tardado Rachel- Eso hace sonrojarme un poco, él esperaba eso tanto como yo
- No me has dejado las cosas fácil desde hace mucho tiempo- lo veo sonreír y morderse el labio.
-Ten- Me tienden una invitación y sonríes- es una invitación a mi fiesta de cumpleaños en la Mansión Wayne, no llegues tarde no puedo bajar a la fiesta sin mi acompañante- Y con eso me sentí demasiado bien ¿Yo era su acompañante? ¿En verdad todo esto estaba pasando?
Llego la hora de bajarme para caminar a casa. Dick tomo mi mano y me miro, sonrío para darme otro beso en los labios dejándome un poco tonta- Llámame cuando llegues con tu madre- asiento levemente y corro a la próxima salida.
Estaba emocionada, imaginándome como Dick me presentaría como su novia o algo parecido, aunque no tenía idea de lo que el destino tenía preparado para mi y menos que no llegaría a la fiesta de Dick.
