Os #54

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Parte 2 (OS #39)

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Parte 2 (OS #39)

Me sentía verdaderamente una marioneta. Sentía como me apagaba poco a poco, había dejado de pelear y solo hacía lo posible por mantenerme con vida. Las horas en esa casa se hacían más largas, y más desde que no tenía mis poderes, Red X me había vigilado tanto que había creado algo que nadie más se le hubiera ocurrido: un contenedor de mis poderes. La detención de mis poderes en una pulsera metálica hacia que poco a poco me sintiera mal, que perdiera el apetito y que mis facciones se vieran un poco más delgadas.

Todo estaba realmente mal

Mi separación de Damián fue realmente devastadora. Red X me hizo romper su corazón de una manera en la que jamás me perdonaré y solo por mantenerlo a salvo. Sin duda aquí viviendo con Red X, aprendía sobre sus debilidades y sobre cómo detenerlo de una vez por todas.


Flash Back: El primer día

Decidí confiar en el, me llevó al bosque en donde lo había enterrado. Escuché su voz decir que lo tenía que encontrar antes que él o sino lo perdería para siempre: Red x tenía ventaja, sabía exactamente dónde estaba y yo solo esperaba que nuestro vínculo sirviera.

Comencé a correr por todo el bosque, sintiendo como algo me jalaba hacia Damián sentía su respiración y como a veces le faltaba, estaba dormido eso era seguro. Seguí corriendo enfocando toda mi energía en sus latidos hasta que llegué, comencé a quitar la tierra con mis propias manos no podía dejar que algo malo le sucediera.

Con un poco de ayuda de mis poderes saque la caja de madera en donde estaba, lo vi estaba totalmente dormido y lloré mientras lo abrazaba; estaba tan asustada. Cuando estaba a punto de tele-transportarnos lejos un fino pañuelo se posó en mi boca y nariz y ya no pude hacer nada para salvarme.


Segundo día

Las paredes eran blancas, toda la mañana había mirado a un punto fijo desde la silla en la que estaba amarrada. Mis poderes se había ido y solo me adornada una pulsera de metal en mi mano izquierda. Tenía puesta ropa casual pero me sentía tan diferente, esta no era yo en verdad. Lo vi entrar con una bandeja, Red X traía su máscara pero su ropa era casual, sonreía con cinismo se detuvo delante de mí y levantó mi mentón.

-¿Estas lista para dejarlo ir?- Sentía como mi cuerpo se tensaba. No podía despedirme de Damián, del hombre que había luchado con mi padre para mantenerme viva, el que me había bajado las estrellas a su manera y siempre me hacía sentir completa, no quería irme de su lado.

Colocó un aparato en mi cuello. No quería saber nada de Red X, no quería participar en sus juegos sádicos ni rebajarme a aceptar sus términos, haría lo que fuera para escapar de sus garras. De pronto todo mi cuerpo comenzó a sentir dolor, el maldito hijo de perra estaba electrocutando mi cuerpo.

One-shots RobraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora