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BIENVENIDOS.
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Era lunes y un Jungkook estresado salía de su trabajo a toda prisa para ir a recoger a su hijo en la escuela, iba atrasado ya que su jefe se empeño de ponerle más trabajo justamente hoy cuando su pequeño salía temprano.
Caminaba rápidamente por los pasillos de la oficina esquivando a las personas que se encontraban en éste, llegó al estacionamiento muy agitado y se tomó un momento para recobrar aire, apoyó sus manos en las rodillas mientras respiraba pesadamente por la boca.
Alzó su muñeca para verificar la hora en su reloj.
—Oh mierda, es tarde.—exclamó dirigiéndose hacia su auto, abrió la puerta y ya estando en el auto buscó una de las canciones que tanto le gustaban para relajarse un poco, mientras emprendía camino hacia el instituto de Daegu cantando a todo pulmón Cake by the Ocean.
Iba tan alegre que por poco casi choca con otro auto que había frenado sin el haberse percatado, suspiró y esquivo el auto dándose cuenta que ya había llegado a la escuela, se estacionó frente a la entrada viendo a los niños salir y espero a que Taehyung apareciera. A los minutos el castaño salió a toda prisa del colegio y se montó en el auto, le dio un beso en la mejilla mientras lo saludaba.
—Hola papi, ¿Que tal tú día?.—dijo mientras mostraba esa sonrisa cuadrada que volvía loco a cualquiera.
—Hey pequeño, soy yo quien debe preguntar eso primero.—rió mientras empezaba a manejar hacia la casa.—Pero mi día estuvo muy bien, sabés.. Él papeleo es supero divertido.—bromeó, haciendo que el menor dejara salir una leve risa.—¿Y el tuyo mí bebé ?
—¡Genial! Aunque hoy intente que Hobi mejorara en el Fútbol, pero estoy pensando que es algo que no pasará.—rió, recordando cuantas veces se cayó su mejor amigo, de verdad no entendía porque era tan malo, a pesar de que él lo ayudara una y otra vez.
—No pierdas la esperanza, ya verás que si aprende, además tiene a un buen entrenador.—comentó refiriéndose a él, mientras le revolvía un poco el cabello.
—Si papi, en eso tienes razón, soy muy bueno, ¿no?.—se alagó mientras bajaba del auto, y caminaba hacia la entrada de la casa.
—Claro bebé, lo sacaste de mí.—respondió Jungkook mientras entraban a la casa, Tae se dió la vuelta sacándole la lengua tiernamente y su papá le guiño el ojo.
El menor subió las escaleras corriendo y al entrar a su cuarto cuarto se lanzó directamente a la cama, mientras pensaba a que se referían los chicos que iban en grados más altos que él, cuando dijeron.. "Que a veces no podían evitar ponerse duros, al ver a la profesora de literatura", aquéllo había dejando bastante pensativo al menor, ¿Duros? ¿Cómo se podrían poner duros?, pero entre tanto pensar y pensar, se durmió sin darse cuenta.
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