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Lalisa entró a la habitación que compartía con Jungkook al ver que el tiempo pasaba y no sabía nada acerca de la caja que le había mandado a su esposo.

Al abrir la puerta pudo divisar a Jungkook durmiendo, las luces estaban apagadas a excepción de una lámpara que se encontraba en la mesa de noche.



¿Será que Taehyung no le había entregado, la caja a Jungkook?



Respiro profundo y se adentró en la cama junto a Jungkook, se le quedó mirando por varios minutos, es él hombre perfecto.—pensó.





Lalisa lamentaba haber dejado que su matrimonio se dañara, pero ella recuperaría a Jungkook, estaba segura de eso.






Taehyung se levantó repitiendo él mismo procedimiento de todas las mañanas, se baño, se vistió y se arreglo, ya se encontraba listo, así que bajó hacía la cocina encontrandose a su papá.



—Buenos días papi.—saludó sentándose en una de las sillas, junto a la mesada.



—Buenos días bebé.—respondió Jungkook, besando su frente.



Jungkook empezó a servirse el café matutino, dándole la espalda a Taehyung.



—¿V-viste lo que te mando mi mamá?.–preguntó Taehyung, con vergüenza.



Jungkook dejó de servirse el café y se volteó viendo a Taehyung, le sonrió pícaramente.



Se acercó lentamente a él, sin dejar de mirarlo a los ojos, estaba tan cerca que con sólo un movimiento sus labios podrían tocarse.



—Si lo ví, ¿por qué, bebé?.—indagó sin abandonar su sonrisa, cuando Jungkook sonreía de esa manera tan sexy, a Taehyung le recorría una vibracion en todo su cuerpo, podía sentir cada parte de su cuerpo reaccionar a aquella mirada, cuando veía que sus ojos se tonarban más obscuros, con un brillo extremadamente sensual.

Sus ojos eran dos posos en los cuáles, caía, y no podía ni quería salir de allí, jamás.







Taehyung estaba nervioso por la mirada y la cercanía de su papá, tan sólo con un movimiento podría sentir los suaves labios de su papá en los suyos, podría sentir él néctar más delicioso, deseaba que su papá, atrapara sus labios en los suyos, que los jalara como siempre lo hacía.

Pero él no sabía que había pasado con su mamá la noche anterior, así que no intentaría besarlo.





—Taehyung.—soltó Jungkook, haciendo que volviera en sí.



—E-e-ehh, n-no, mm-mh, s-solo quería saber.—respondió arrastrando las palabras.



—¿Seguro?.—indagó seriamente.—O es que..¿Viste lo que contenía la caja?.—preguntó de manera acusatoria.



Pero Taehyung no le respondía en lo absoluto.



—Sólo dime bebé, vamos...—susurró en sus labios.—Si lo viste, no me molestaré.—culminó atrapando el labio inferior de Taehyung y adentrando su lengua suave pero calientemente en la boquita de Tae, él menor abrió su boca dejando que Jungkook explorará todo lo que quisiera, él toque de la lengua de su papá, lo hacía delirar, era tan caliente, tan delicioso, tan incorrecto, que lo volvia completamente perfecto.



Jungkook se apartó de Taehyung viendo como éste, seguía con los ojos cerrados, lo tomó por la barbilla, esperando una respuesta, haciendo que él menor abriera los ojos.



𝔾𝕚𝕧𝕖 𝕞𝕖 𝕖𝕧𝕖𝕣𝕪𝕥𝕙𝕚𝕟𝕘.『1』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora