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Jungkook se metió a bañar rápidamente y se masturbo en la ducha pensando en Taehyung chupando su polla.

En su esponjoso culo, en su polla entrando en él apretado agujero de Taehyung, en todos sus pensamientos estuvo el menor, hasta que se vino con un fuerte gemido.

Le era imposible no pensar en el pequeño, pues era el único que lo hacía volverse loco, con su cuerpesito, su tierna voz, su manera de sonrojarse cada vez que Jungkook le daba un beso,  la forma en que se sentían sus pequeñas manos abrazandolo, de sus rojizos y apetecibles labios, de lo mucho que le gustaba que Tae le dijera que lo amaba.

O cuando disfrutaba de las manos suyas encima de él, porque se notaba que a su pequeño le encantaba que lo tocara.

Cualquier cosa que tuviera que ver con su bebé lo volvía loco.

Jungkook salió del baño con una toalla sujeta a su cintura, su cabello mojado, gotas de agua caían por su espalda y su pecho muy marcado y trabajado.

Pasó una toalla por su cabello secandolo y cuando retiró la toalla de su cabeza se encontró con Taehyung en la entrada de la puerta, con su oso de peluche en una mano mientras lo miraba embelecidamente. Tenía sus labios ligeramente abiertos y su carita demostraba asombró, pasó su lengua por sus labios humedeciendolos y abrió lo boca queriendo hablar pero se dio la vuelta y se fue corriendo a su cuarto, antes de que Jungkook pudiera reaccionar.



—¡¡Hey bebé!!.—gritó Jungkook y quisó salir a buscarlo pero escuchó que la puerta principal había sido abierta, eso significaba que Lalisa había llegado.—¡Joder!—exclamó Jungkook, mientras se vestía rápidamente para luego bajar las escaleras.

—Hola amor.—saludó Lalisa, dejándole un beso en sus labios.

—Hola cariño.—respondio Jungkook.—¿Qué tal te fue?.—preguntó.

—Bien amor, vengo muy cansada.. Hoy tuve una reunión muy larga y para completar me informaron que en algún momento tendré que ir a Seúl para reunirme con unos dueños de una firma, con la que tenemos una asociación, pero no me dijeron cuando será.—explicó Lisa.

—Mmm, ya veo. Entonces ¿Tendrás qué estar a su disposición el día que te digan que tienes que ir?.—indagó.

—Pues sí, así parece.—respondió la pelinegra mientras entraba a la cocina con Jungkook.

—¿Eso no es abusar de ti, por parte de la firma? Como se supone que debas de estar siempre disponible, tienes tus responsabilidades fuera de tu trabajo, como por ejemplo atender a tu hijo.—exclamó Jungkook con molestia.

—Por favor Jungkook no empezemos con lo mismo, estoy cansada.—dijo Lalisa tratando de evadir el tema.

Jungkook rió amargamente.

—¿Y yo no estoy cansado? ¿Yo no tengo obligaciones también? Llevo y busco a Tae en su colegio, lo llevo y lo busco en sus clases de futbol, trabajo, compro la comida y la hago. ¿Qué más quieres Lalisa? ¿Te parece justo?.—reclamó exaltado.

Sentía como un dolor de cabeza amenazaba con explotar.

—Nunca dije que fuera justo, pero lamentablemente no se puede hacer nada. Yo compro la comida y la hago de vez en cuando tambien.—se excusó.

—Por dios Lisa no me hagas reír, esas veces son contadas con los dedos de una mano y me sobran. Pero está bien, yo puedo hacer esas cosas sólo, aunque no es como debería ser.—suspiró.—Pero ¿Y Taehyungie, que hay de él?, ¿Conoces a tú hijo Lalisa?, ¿Lo acompañas cuándo te necesita?, ¿Lo calmas cuando está asustado?, ¿Lo escuchás?, ¿Le das a amor?, ¿Dime, cuál es su comida favorita o su color  preferido? O vamos ésta es fácil, ¿Su pijama favorita? Sólo respondeme una pregunta, sólo una y dejaremos el tema aquí.—escupió Jungkook con furia, sus manos las mantenía apretadas.

—E-eh, mm-mm no lo sé Jungkook, no lo sé.—susurró nerviosa.

—Vez, y lo peor es que no sabés cuanto lloró Taehyung por ti todas esas noches que le prometiste que vendrías temprano para dormir con él, las veces que él te necesito y no estabas ahí, no sabés como se decepcionaba al escucharme decir por milesima vez que no vendrías a comer y que llegarías tarde, no sabes nada Lisa y simplemente porque no quieres, no lo intentas.. Pero ¿sabes?, ¡¡¡Ya me cansé!!! .—gritó.—Me cansé de siempre ser yo el que busque que te acerques a tú hijo, de tratar de acomodar mis horarios y todo lo que tengo que hacer para que el día que llegues temprano puedas dedicarle el mayor tiempo a Taehyung.

Pero, ¿cómo se le obliga a alguien a hacer algo que no quiere hacer, que simplemente no le importa?, Ojalá te des cuenta a tiempo de los errores que estás cometiendo y empieces a prestarle mas atención a Taehyung, porque cuando crezca y te des cuenta de que te perdiste muchas cosas con él, en ese momento no podras hacer nada, de verdad espero que reacciones a tiempo, Lalisa.—culminó Jungkook saliendo de la cocina, dejando a su esposa con lágrimas en los ojos y sin saber que decir.



Cuando Jungkook se acercó a las escaleras para subir hacía la habitación, se encontró a Taehyung sentado en el último escalón.

—¿Qué paso amor, porque estás ahí?.—indagó Jungkook mientras agarraba a Taehyung en sus brazos y subía con él hacía el cuarto del menor.

—P-papi, ¿Mami y tú estaban peleando?.—preguntó mientras se frotaba los ojitos.

—E-eh no bebé, ¿Por qué lo preguntas? Te despertamos?.—le dijo mientras lo dejaba suavemente en su cama y lo tapaba con las sabanas.

—S-si, me despertaron. Pero yo los escuché como si estuvieran peleando, te escuché a ti gritando.—respondió el menor.

—Disculpanos amor, no quisimos despertarte. Y no, sólo... hablabamos y levanté él tono de voz sin querer, ahora duerme ¿si?.—explicó.

—Ok papi.—respondió volviendo a cerrar su ojitos. Jungkook se levantó para irse hacía su cuarto, pero la voz de su hijo lo detuvo.—¿Te puedes quedar?.—

—Oh, amor. Te estás acostumbrando mucho a dormir conmigo, antes dormías sólo.—le dijo regalándole suavemente.

—Por favor papi, me gusta dormir en tus brazos.—dijo Taehyung a penas con un hilo de voz.

—Está bien pequeño.—respondió para luego acostarse y agarrar a su bebé entre sus brazos para dormir los dos juntos.

—¿Papi?.—susurró.

—¿Si amor?.—respondió Jungkook.

—Te a-amo.—

Ayy bebé, yo te amo mucho más.— dejó un suave beso en su cabellera, y lo apretó más entre sus brazos.









— dejó un suave beso en su cabellera, y lo apretó más entre sus brazos

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𝔾𝕚𝕧𝕖 𝕞𝕖 𝕖𝕧𝕖𝕣𝕪𝕥𝕙𝕚𝕟𝕘.『1』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora