✿Momentos Paralelos✿ . 3

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Jimin.

Yoongi había salido al supermercado hace unos quince minutos, después de que estuve peleando con el como por una hora, tratando de convencerlo para que fuera, por más que no le gustará tenia que aprender a sobrellevar eso,

¿Cómo es posible que deteste tanto ir al supermercado que prefiere comer comida pre-cocida antes que ir de compras?.

Exagerado.

Cómo si ir a hacer compras fuera algo de otro mundo.

Yoongi había pasado varios días aquí, por la cuestión de Taemin y más aún cuando le conté lo que pasó cuando me estaba bañando, aún no entendía cómo había entrado a mi casa. Estaba más que seguro que yo había cerrado la puerta con llave, y por supuesto que tampoco entendía lo que había pasado con la ropa que me quité ese día, no aparecía por ningún lado.

Cuando le conté aquéllo a Yoongi él enloqueció claro está, pero luego por suerte lo pude calmar, porque quería ir a golpear a Taemin y sabía perfectamente que eso podía terminal, muy, muy mal.

Me levanté del mueble para dirigirme hacía el baño, me daría una ducha rápida antes de que llegara mi Yoonie, pero unos toques en la puerta hicieron que me detuvieran a mitad del pasillo, me devolví, al parecer Yoongi ya había regresado.

Seguramente compró lo primero que vió para terminar rápido, y no lo que escribí en la lista.

-Amor, espero que hayas compra...-mis palabras se fueron apagando, porque cuando abrí la puerta no había nadie.

Saqué un poco la cabeza mirando por el pasillo, pero estaba vacío, dí unos paso hacia delante para ver mejor y mis pies chocaron contra algo, bajé la cabeza y me dí cuenta que había una caja de cartón con cinta de seguridad. ¿Sería para algún otro vecino y se equivicarian de casa?.

Agarré la caja en mis manos y la lleve conmigo hacia dentro de la casa, ya que no había nadie por allí a quien pudiera preguntarle. ¿Y sí era algo de Taemin?

Ay, no.

Por favor, no.

Yoongi llegaría y lo vería.

Dejé la caja encima de la mesa del comedor y fui hasta la cocina, abrí el último cajón de la repisa sacando unas tijeras. Me devolví hacia la sala y la encaje en la cinta de seguridad, la deslice y cuando ya no hubo más cinta, dejé la tijeras en la mesa, abrí la caja y habían...

¿Cartas?

En serio, Taemin.

¿Cartas?

Tomé directamente la de color naranja, las demás era blancas así que esa fue la que llamó mi atención a primera vista, la abrí rápidamente y me dispuse a leerla.

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Hola Jimin.
¿Recuerdas la corta historia que tú mamá solía contarte de pequeño, todas las noches?

Te refrescaré la memoria.

Desde hace mucho, pero mucho tiempo atrás, se ha venido contando está historia. Los padres se la cuentan a los hijos, luego esos hijos se la cuentan a sus hijos y así ha ido pasando por mucho tiempo.

Para muchos está historia es sólo un relato más, sólo una historia más para niños.

Pero luego están los que en realidad creen en ella.

𝔾𝕚𝕧𝕖 𝕞𝕖 𝕖𝕧𝕖𝕣𝕪𝕥𝕙𝕚𝕟𝕘.『1』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora