Capítulo 11

670 35 9
                                    

Hola! Espero que me dejen mensajitos, a veces un comentario me inspira a donde puede llegar a ir la historia, quiero saber sus opiniones y que les gusta, saludos.
Martina.
——————

Gastón vino a buscarme, y se encontró con que estaba en el suelo, me había cortado parte de la cabeza, salí del baño ayudada por él que me miraba con cara de pánico y caminé en estado de shock. Él no me preguntó nada, me limpió la herida, y hice como si nada hubiese pasado, empezamos a grabar pero tuvimos que parar varias veces porque me confundía el guión o me lo olvidaba, caminé hasta la oficina del productor e hice lo que nunca en todos mis años de trabajo había hecho.
-Me siento muy mal-le dije y él se me quedó mirando, prestó atención a mi herida- no puedo... No puedo seguir, hoy no... Tengo que ir al médico y... Necesito tomarme el día
Él preocupado me dijo que solo por hoy no pasaba nada, que me fuera y cuando llegué a mi departamento estaba Eugenia en la puerta.
-Me llamó Gastón-ella me miró preocupada y me acompañó hacia adentro, cuando subimos y cerré la puerta suspiré. La miré a los ojos y los míos se me pusieron brillosos.
-Chinita, otra vez... Creo que otra vez estoy embarazada- ni yo fui consciente de lo que realmente había dicho, ella se quedó dura y mirándome fijamente
-Lali acabas de decir que.. ¿Otra vez? Lali, ¿estuviste y ahora estas embarazada?-ella me miró sorprendida.
-Sí... Y ahora no lo se bien..-solté el aire que tenía contenido- de dos monstruos China...-me lancé a sus brazos y ella me abrazó, se quedó conmigo así, toda la tarde, y después se fue, para aparecer con un test, ella no me juzgó, solo estuvo para mí.
Esperé de pie y inquieta al resultado, mi amiga me tomó de la mano y ambas suspiramos cuando se cumplió la hora, entramos al baño y.. Todo empeoró, el mareo, el dolor de cabeza, las nauseas, las ganas de llorar de tristeza y odio, odio.. Odio a Peter Lanzani, el padre de mi segundo hijo.
Mi amiga me abrazó y me quedé perdida, sintiendo como todo mi cuerpo, mi mente, mi alma me dolía, y quise morirme, ahogarme, ya no tenía lágrimas del dolor que sentía, los abrazos de Eugenia no eran suficientes, no me llenaban, no me calmaban.
Mi amiga se quedó a dormir por la noche, pero yo no pude pegar ojo, temblee y traté de respirar normal.
A la mañana siguiente Eugenia me acompañó antes de grabar al médico, pedimos que todo sea confidencial y pudimos entrar a la clínica sin ser vistas por suerte.
La médica nos saludó y se sorprendió al verme, me mandó a hacerme unos análisis y me revisó.
-Es pequeño... Pero ahí está..-me lo señaló y miles de recuerdos me invadieron, el momento en el que me había hecho la única ecografía cuando había estado embarazada, mi alegría, mi emoción y por último.. El miedo al rechazo, el rechazo, el día en el que todo el "problema" acabó. Suspiré y llevé mi mano a mi panza, era tan ínfimo, pero ahí estaba, y lo iba a proteger de todo mal, hasta de su papá, eso último lo pensé y me quebré.
-Vas a estar bien-Eugenia me tomó de la mano y después me saqué el gel de la panza, pasamos por algo para comer a pesar de no tener hambre y me acompañó hasta el estudio de grabación, cuando llegué Gastón nos vio y notó mi mala cara.
-¿Estas bien Lali?-quiso saber y le hice señas de que me acompañara al camerino, él lo hizo y Eugenia también entro- hablá que no se que pensar ya..
-Yo..¿Como decir esto?-miré a Eugenia y ella suspiro.
-Lali esta embarazada-soltó mi amiga sin anestesia y Gastón se quedó procesando sus palabras, al cabo de unos minutos me miró, no pude descifrar su cara.
-¿Es enserio?-miró mi panza plana y quiso tocármela pero no lo hizo.
-Sí...-bajé mi mirada- solo no quiero pensar más en eso hoy, quiero seguir el día con un ritmo normal y poder ir a mi casa a dormir, no pude hacerlo anoche, creo que eso explica mis ojeras también..
Gastón asintió con la cabeza y Eugenia me abrazó fuerte para irse.
-Cualquier cosa llamame-me pidió ella y ahora la saludé a distancia. Cuando ella se separó de mi vista Gastón se me quedó mirando.
-¡Hey! Tierra llamando a Gastón, sigo siendo yo, Lali
-Lo se solo que... Todo va a cambiar-él se me quedó mirando maravillado.
-Lo se.. Y no creo estar lista para eso-suspiré y negué con la cabeza- no lo estoy.. Solo no quiero pensar en eso...
Él me abrazó y no dijo nada más, fui a maquillaje y me cambié, cuando estuve lista empezamos a grabar, las escenas fluyeron mejor que ayer, pero eso no quitó mis nervios, mi estado de alteración.
-Listo por hoy-nos dijo la directora y suspiré aliviada.
Cuando el chofer pasó por mí y me dejó en mi departamento suspiré al entrar al elevador, estaba por cerrarse cuando entró una persona.
-Lali necesito hablar-me pidió Peter y me miró a los ojos, aparté mi mirada y me agarraron nauseas.
-¡¿Como entraste acá?!-elevé el tono de mi voz volviendo a ponerme nerviosa-¡Peter andate! ¡¿Estas mal de la cabeza?!
Él me quiso acercar a él y lo alejé con una de mis manos, me miró apenado.
-Lali enserio necesito hablar...-él me suplicó y empecé a temblar, miedo, otra vez sentía miedo por un hombre, no se sentía nada bien.
Peter tocó el botón hacia mi piso y el ascensor subió en silencio.
Abrí la puerta sin dirigirle la palabra y lo dejé entrar.
-Tenes cinco minutos y te vas de mi vida, no vuelvas más-le dije tratando de mostrarme firme.
Él me miró a los ojos y sus ojos brillaron, ¿iba a llorar?
-Quería saber si era cierto...-soltó y entré en pánico- el que es cierto que crees lo que todos dicen de mí...
Suspiré e intenté llevarlo contra la puerta para que saliera pero fue inútil.
-Yo.. ¿No es obvio?-me atreví a responderle sin dejar de temblar-¿te podes ir por favor?
La cabeza empezó a dolerme, sentí que en cualquier momento iba a estallar de emociones y sentimientos encontrados.
Peter dio media vuelta para irse pero se detuvo a punto de atravesar la puerta.
-¿Lali es cierto?-quiso saber- lo que se dice de vos...
Peter posó su mirada en mis ojos y sentí que me estaba vaciando la poca energía que me quedaba para luchar contra él, contra su presencia, ya no estaba para eso, merecía ser feliz, después de tanto.
-Peter te vas-le repetí con seriedad.
-Lali... Nada es lo que se dice, yo... Lali quiero estar para vos-él me miró por última vez y apartó su mirada, se desapareció en silencio y cuando abandonó mi departamento suspiré algo más aliviada, me senté en el sillón y llevé mis manos a mi panza, traté de no llorar, y para despejarme encendí el televisor.
Yo era última noticia, el título de la década estaba en rojo y letras blancas, no... No podía ser más miserable mi vida, apagué el televisor.
Comencé a llorar y me mareé.
Peter Lanzani sabía la verdad, la prensa había hablado comtamdo la "primicia", ni yo la había procesado y él me había dicho nada más y nada menos que "Quiero estar para vos" él, el lobo de esta historia, no había tiempo ya para creer que él era el cordero.
Sentí un escalofrío y me senté en el suelo, abracé mis piernas y cerré mis ojos.
El dolor ya no me duele, pensé y así lo sentí, me quedé así toda la tarde, tratando de no pensar, de no llorar hasta que sonó el timbre, le dije a Anthony que dejara pasar a la persona, seguro era mi Chinita.
Sonó el timbre nuevamente y cuando abrí mis piernas se aflojaron.
-Felicidades mamita-me saludó Mariano Martinez-vas a cumplir tu sueño... Seguro no lo podes creer
Él invadió mi espacio personal acercándose a mi cuerpo.
-¿Podes irte?-traté de sonar calma pero la verdad es que se me aceleró la respiración.
-Te dije que si no hacías lo que quería iban a haber consecuencias...-él me sonrió y sentí asco.
-¿Vos filtraste la información?-le pregunté y asintió con la cabeza.
-Y mandé a los fotógrafos a tu cita con el galancito acusado-él soltó y mi respiración se acelero, Peter no lo había hecho, por lo menos eso no-él está ocupando el lugar que yo podría estar ocupando en esta industria, pero su fama creció cuando la prensa se enteró de que estaba con vos..
-No solo se trata de eso, hay algo que se llama talento..-empecé y él me calló.
-¿Ahora lo defendes? Será talentoso pero como persona deja mucho que desear..-empezó y me miró a los ojos, aparté mi mirada- no tenes nada de decir contra eso..
-Mariano andate-le pedí y él se acerco nuevamente hacia mí, me acarició la panza por debajo de mi remera, y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Él había hecho eso una única vez y después me pidió que me "deshiciera de eso", cerré mis ojos al borde de las lágrimas.
-Daño físico y psicológico...-repitió- ¿te suena eso?-él me preguntó-físico en tú caso no.. No soy una persona violenta..¿o sí?
Él siguió con sus palabras que me hacían desear no existir, estaba tan cansada de todo.
-Digamos que le eché la culpa de eso a otra persona..-él soltó como si nada y abrí mis ojos, Mariano me miró intensamente y me quedé pensando bien en lo que había dicho, solté el aire que tenía y él asintió con la cabeza-no me quisiste ayudar y todo fue para peor, de peor en peor, ¿no?
-Estas jugando conmigo, otra vez...-alcancé a decir con miedo y él suspiró-¿porqué?
-Porque después de salir con vos mi carrera se arruinó, o porque tal vez aún me gustas...-me acarició una mejilla y me alejé- o simplemente me gusta molestarte
-¡Estas muy mal!-fue todo lo que pude decir porque empezaba a faltarme el aire.
-No te quito más tiempo por hoy, pero ya sabes que clase de cosas pueden pasar...-él trato de no sonreír pero lo terminó haciendo igual- personas inocentes pueden pagar por vos, tené cuidado Lalita
Mariano se fue y me dejó con un gusto amargo en la boca, traté de regularizar mi respiración y cuando me recuperé llamé a Gastón y Eugenia, cuando llegaron lo que primero hicieron fue abrazarme.
-Es inocente, Peter es inocente y está pagando por mi culpa... Lo mejor que pude hacer es alejarme pero no fue suf...-Eugenia volvió a abrazarme.
-Ya Lali, nada es tú culpa-ella me susurró mientras mis lágrimas se me escapaban.
Lo había condenado, no le había dando la oportunidad de...
Él estaba viviendo su propio infierno, provocado por una mala persona, la persona que me había hecho mal por tantos años. Otra vez se me revolvió el estómago y se me formó un nudo en la garganta, Mariano había logrado que odiara.. Que odiara a una persona inocente.
Miré la pantalla de mi teléfono celular y vi una imagen de Peter entrando al juzgado a declarar, me angustié, todo era mi culpa.
Gastón y Eugenia se quedaron, mimándome, cuidándome, conteniéndome y apoyándome.
-Lali tenes que comer-me recordó Gastón y asentí con la cabeza, le hice caso-nos tenes a nosotros, que te amamos, que siempre vamos a estar...
Esbocé una pequeña sonrisa, como pude y mis amigos me sonrieron también, ellos permanecieron a mi lado, trataron de distraerme, alegrarme, tan afortunada de tenerlos era.
La verdad es que estaba muy cansada, y tan llena de emociones que finalmente el sueño me venció.

Enredados (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora