Enredados (Laliter)

Capítulo 35

Atardeció y por un momento olvidé mi realidad, mi actualidad, con Peter nos cambiamos y nos quedamos abrazados mirando la puesta del sol, escuchando el sonido del mar.
-¿Estas seguro de que queres estar a mi lado? Conlleva mucho eso..-volteé para mirarlo a los ojos cuando estábamos volviendo en el auto.
Él apartó el auto a un lado, lo estacionó y me acarició el pelo.
-No dudes de eso Lali-me pidió- voy a estar con y para vos, esta vez estamos juntos-él elevó mi cara con una de sus manos para que nuestras miradas se cruzaran-sos tan linda
Eso sí no me lo esperaba, pero se sintió como si le hubiera salido del alma.
Lo besé agarrándolo de la remera pasionalmente, lo solté solo porque nos faltaba el aire, estábamos agitados, no pude evitar reír, sonreírle, junto a él me sentía nuevamente de quince.
Peter me trajo a mi casa, evadimos a la prensa, no iba a permitir que arruinaran mi día de desconexión y paz.
Él me cocinó y a la noche vino Ricky con Milan y Allegra.
-Hola-Ricky saludó cordial a Peter, me llamó para hablar a solas -esperaba que me mintieras, no que te pasees con él por todos lados como si fueran una pareja-él se apenó- Alle y Milan se quedan para la cena, yo pasaba a traerte esto también-me dio unos papeles, cuando los leí me quedé estática, él me lo había anticipado, pero creí que tardaría más tiempo.
-Los papeles de divorcio-leí en voz alta- todavía no pensé...
-Lo pensaste muy bien-Ricky me respondió mal, era obvio, estaba herido, y eso me hacía mucho mal, él haberlo lastimado-solo firmá, si por lo menos me queres, separate de mí de una buena vez
Nunca lo vi así, estaba conteniéndose para no llorar.
Agarré los papeles, fui a buscar una lapicera a la cocina y crucé miradas con Peter que jugaba con los chicos, volví a la habitación que era mi estudio de arte, firmé los papeles y suspiré, se me formó un nudo en el estómago, en la garganta.
-Perdón...-fue todo lo que salió de mis labios, Ricky cerró sus ojos y suspiró.
-Voy a estar bien... No cargues también con esto...-me pidió ahora dándome un abrazo, él estaba destrozado, pero conteniéndome, yo nunca me había merecido a ese hombre, ni a Peter, a ninguno.
Cuando nos separamos nos miramos en silencio, Ricky aún conteniendo sus lágrimas.
-Mejor voy a jugar...-empecé y él asintió con la cabeza.
-Me voy, paso más tarde para buscarlos-Ricky besó pausadamente mi mejilla, ambos cerramos nuestros ojos-todavía te amo, pero lo mejor es dejar que te encuentres, que vueles, se que conmigo estuviste atada, me dolió mucho ser consciente de eso, y ahora te veo mejor, solo quiero verte mejor, ese es mi acto de amor para vos, por vos
Ricky me dijo esas palabras y se me paralizó la respiración, no lo había esperado, lo abracé con necesidad, también lo necesitaba en mi vida, pero de otra manera.
-Gracias-fue todo lo que me salió, estaba muy emocional, él sonrió como pudo y lo acompañé hasta la puerta, se fue dejándome estática, no me había esperado jamás esas palabras.
Cuando volví a la cocina Peter jugaba con Milan y Allegra, traté de no ponerme a llorar, no merecía a nadie, a Ricky, Peter, el amor de Allegra, Milan, el de Eugenia, Gastón.
La vista se me nubló pero traté de mantenerme en pie solo porque mi hija estaba frente a mí, me tomé una pastilla para estar más calma y bebí agua, me acerqué para jugar con ellos.
La cabeza empezó a dolerme así que después de cenar con los chicos me fui a dormir, me abracé a Peter cuando estuvimos solos durmiendo, él se despertó al sentirme temblar.
-Lali que pasa-quiso saber y nos miramos a los ojos.
-Una pesadilla-solté algo agitada, él besó mi frente y me acunó.
-Estas bien-me susurró y dejó un beso en mi mejilla- podes dormir tranquila
Esas fueron las últimas palabras que escuche, pude dormirme.

El sol entró por la ventana y me despertó, Peter dormía profundamente, me puse de pue y fui hasta la cocina, preparé el desayuno para sorprenderlo, le debía tanto, era una tonta manera de agradecerle el que este a mi lado. Llevé la bandeja con varias cosas a mi habitación y Peter abrió sus ojos, me sonrió, estaba chino por el sol.
-Buen día-me saludó.
-Buen día-lo saludé y elevé mis cejas mirándolo- hice un gran esfuerzo y cociné tostadas francesas, traje miel de maple para ponerle, jugo de naranja exprimido por mis propias manos y café
-Gracias-me sonrió y se acercó para besarme, cuando lo hacía se me aceleraba el corazón, y yo que creía tenerlo controlado, rígido como el yeso.
-Corté un poco de fruta también..-empecé y él me silenció dándome con su cubierto parte de la fruta, le sonreí, poco a poco empezaba a sonreír de a poco.
Desayunamos entre mimos y manos juguetonas, era Domingo así que Peter tenía otro día libre.
-¿Que te gustaría hacer?-me preguntó mirándome a los ojos.
-Basta de hacer de hada madrina Juan Pedro-le pedí- hoy te toca a vos, ¿que te gustaría hacer?
-Para empezar tener tu compañía que ya la tengo, y... No salir de esta habitación-me empujó jugando contra la cama y se encimó, lo miré con una mezcla de sentimientos nuevos, rocé mi nariz con la suya y luego reí,
-Podemos salir de estas cuatros paredes..-le recordé y él asintió con la cabeza-vamos a donde quieras
-Donde nos sintamos bien-él agregó y nos pusimos de pie, nos duchamos y preparamos para salir. Ignoré el hecho de que tenía personas retratando mi salida de mi casa.
-¿Como fue tu divorcio?-quiso saber un periodista, Peter se interpuso entre el notero-¿novio nuevo, o mejor dicho novio viejo?
-BASTA-colapsé y enfrenté al periodista, Peter me sostuvo para que no me abalance- no conocen TODA la historia que hay detrás de mi vida, no tienen porque invadir mi privacidad todo el tiempo, yo ya me retiré de este jugo, les pido que hagan lo mismo...
Miré mal a los periodistas y me subí al auto, Peter lo puso en marca y nos quedamos en silencio.
-Wow-él se sorprendió- sí que tenes fortaleza, podes defenderte sola.. Siempre lo supe pero..
-No se ni como lo hice-fui sincera y suspiré, miré de reojo y Peter estaba sonriendo, realmente lo había sorprendido.
-Estamos yendo a un lugar que quiero ir desde que llegué acá-elevé mis cejas mirándolo con curiosidad.
Peter manejó cantando canciones que pasaban por la radio y intentó hacerme reír, iba todo bien hasta que vi la entrada del lugar a donde estábamos yendo.
-¿Disney?-pregunté divertida al ver su cara de feliz cumpleaños.
-El lugar más feliz del planeta-me recordó y después de aparcar el auto besó mi mejilla-¿vamos?
-Te van a reconocer, nos van a reconocer..-corregí.
-Pero hoy solo somos vos y yo...-Peter tiró de mi mano entusiasmado y no me quedó otra que seguirle la corriente.
Me compró orejitas de Minnie y él también se puso unas, caminamos de la mano hasta el primer juego.
-No hay manera de que me suba a la la Space mountain-le dije, tenía pánico a las montañas rusas.
-Es de a dos-Peter insistió-¿confias en mí?
Él se me quedó mirando a los ojos y terminé asintiendo con la cabeza, le hice caso y cuando llegué nuestro turno nos sentamos juntos, me aferré a él, al principio veía luces de colores, llamativas, después se volvía todo oscuro y veloz, no solté a Peter, juraría que le clavé mis uñas, cerré los ojos en todo lo que duró el luego, cuando los abrí ya había terminado.
-A ver...-Peter se rió una vez que bajamos- vamos a ver la foto que nos sacaron
Puse mis ojos en blanco y revisamos la foto, mi cara de pánico era sensacional.
-La llevo-Peter la pidió y golpeé su brazo.
Recorrimos el parque de un lado a otro, de por medio comimos hasta que se hizo de noche, el cierre del parque: un show de luces, agua y sonido con películas y personajes de Disney.
Me apoyé sobre el hombro de Peter y me emocioné, estar con él, en ese momento. Estaba en el lugar más feliz del mundo cuando recordé que podría estar en este preciso instante con mi pequeño más chico, el que no pudo nacer, se me partió el alma, intenté de que Peter no me viera llorar, se había esforzado tanto en que sea un hermoso fin de semana.
Me abrazó, leyó mis pensamientos.
-La próxima traemos a un pequeño del corazón y a Allegra-él me animó y besó mi frente.
Volteé a verlo a los ojos y lo besé.
-Te quiero mucho Peter-me sinceré.
-Lo se chiquita-él acarició mi pelo mirándome embobado- lo se..
Me apoyé sobre él y rodeo mi cintura con sus brazos.