Capítulo 40

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Los días fueron transcurriendo de a poco, el sabor amargo que había sentido por haber vivido por mucho tiempo con miedo se fue yendo.
Peter retomó las grabaciones y yo retomé el arte, me hacía muy bien conectarme con esa faceta mía.
-Hola mi amor-me saludó Peter entrando a nuestra ahora casa, nos establecimos juntos obviamente en California cerca de Santa Mónica, no podía irme a otro lugar porque Ricky vive acá y compartíamos a Allegra.
-Hola-le sonreí y vi como se agachaba para besar mi panza que estaba bastante grande-espero que me salude por lo menos con una patadita-él me sonrió y morí de amor, le acaricié el pelo, paciente apoyó su mano y me la acarició- ¡ahí Lali!-celebró victorioso y me reí, algo que recobré poco a poco, el volver a reír fuerte. Peter se despertaba conmigo cuando tenía pesadillas, me cuidaba en todo momento, se volvió en una persona sumamente importante en mi vida, el que siempre está, trae paz, es el equilibrio, el papá de mi Santino, la persona que Allegra adora, y por último y no menos importante, mi futuro marido.
-Intenté cocinar algo para cenar pero.. Quemé el arroz, ¡Peter quemé arroz!-me escandalicé- no se porque me sorprende.. No debería ni entrar a al cocina, soy malísima
-Te dije que no cocines más, no quiero que te canses La-suspiró y lo abracé, apoyé mi cara sobre su pecho- falta poquito para que nazca...
-Faltan días-suspiré y sonreí, asentí con la cabeza- tengo pánico, pero te tengo a vos
-Nos tenemos-Peter besó mi frente-¿voy a buscar a Alle?
-La trae Ricky-le conté y besé sus labios, últimamente las hormonas me ponían cargosa- me gusta verlo feliz a él
-Es una buena persona-Peter coincidió- todos merecen la felicidad, bueno.. Todas las personas que son buenas..
Pedimos delivery de pizza, puse la mesa para seis, vendrían Ricky, Milan, Allegra y Sofía.
-¡Hola!-saludé animadamente a Milan que traía de la mano a su hermanita, él me besó la mejilla alegre.
-Hola Lali-me sonrió- Allegra se portó mal
-¿Que hizo Allegra?-quise saber y Ricky se rió, claramente sabía qué.
-Se ensucio con las pinturas y pintó una pared-Milan me informó.
-Allegra-la llamé mal y ella medio que hizo caras, quería ponerse a llorar, pero solo era una actuación- a mamá NO
Ella se rió ante mi negativa.
-Soy un chiste como madre-suspiré.
-Ya la reté La, ya aprendió que eso no se hace-Ricky se rió.
-Hola-saludé a Sofía que nos estaba mirando con una sonrisa.
-Lali-ella besó mi mejilla- y Peter-lo saludó también a él-¿ya falta poco, no?-señaló mi panza.
-Muy poco-sonreí.
Nos sentamos alrededor de la mesa y nos servimos pizza, hablamos de la escuela de Milan, Allegra dentro de poco iría, de planes a futuro, estábamos conseguido tener una familia ensamblada exitosa, pacífica, terminamos comiendo helado, todos observando como jugaban los niños de la casa.
-La casa esta en orden-Peter me susurró en el oído y no pude evitar sonreír.

Los últimos días fueron terriblemente pesados para mí, todo me cansaba por cinco, cuando el momento llegó Peter me llevó a la clínica, le daríamos la bienvenida a nuestro primer hijo juntos.
Tuve varias horas de trabajo de parto hasta que al fin llegó.
Lloré, Peter lloró, lloramos juntos, era tan chiquito, diminuto, solo quería cuidarlo de todo mal.
-Santino-Peter lo nombró y nos miramos emocionados- La, ¡lo hiciste! Trajiste a Santino-me besó fugazmente los labios, le sonreí como pude, me dolía todo el cuerpo-vamos a cuidarte mucho-le habló a nuestro hijo y me salió llorar de la emoción, habíamos pasado tanto hasta llegar a este momento, varias veces pensé en morir, en que la vida, mi vida ya no valía nada, justo en ese momento llegó Allegra, y ahora para terminar de completar mi vida y traer allegría mi Santino.
Lo sostuve entre mis brazos muerta de amor, le acaricié la carita, dormía calmo, lo acuné completamente emocionada, tanta mierda para por fin terminar así.
Cuando me empezó a vencer el sueño le dije a Peter que cargara a nuestro hijo, él me miró todo ilusionado y lo hizo, nunca me voy a borrar la imagen de mi cabeza: él sin saber que hacer, como agarrarlo, tratándolo con una dulzura infinita, cuando finalmente lo acomodó bien empezó a cantarle una canción que claramente no sabía, morí de amor, le sonreí, él me sonrió, y supe que todo iba a ir mejorando de a poco.
-Lali-Peter me llamó cuando yo casi estaba quedándome dormida- te amo Lali-le sonreí y sentí un dolor fuerte en mi cuerpo, hice una mueca-¿estas bien?
-Mi cuerpo sabe que algo hermoso pasó, solo me trae dolor-traté de calmarlo, Peter me besó la frente y cerré mis ojos, estaba sumamente cansada.

PETER

Me resulta increíble como una personita tan chiquita creció en la panza de Lali por tan poco tiempo, me resultó corto el tiempo como para que una vida, otro ser, se geste.
Volvimos a nuestra casa con Santino y todo se llenó de luz, poco a poco las cicatrices del pasado fueron sanando.
Ahora la veo a Lali, nuevamente madre, hermosa, con su pelo suelto, sonriéndole a sus hijos y no me entran más sensaciones y sentimientos buenos y lindos en el cuerpo.
-Hola mamita bella-la saludé y elevé mis cejas, besé su frente pausadamente, ella me sonrió, cargaba en brazos a nuestro hijo.
Allegra se asomó a mirar a su hermano y quiso agarrarlo, con cuidado hicimos que ella lo cargara.
Lali fue por el teléfono y les sacó una foto.
-Hermosos Allegra, hermosos-ella se acercó a Allegra y la llenó de besos, Santino estiró sus brazos hacia mi y lo cargué, lo apoyé sobre mi hombro y lo acuné hasta que se durmió, su hermana mayor también se durmió una siesta.
Agarré a Lali de la mano y ambos salimos al jardín a respirar algo de aire.
-¡Que ritmo intenso eh! El de los hijos..-Lali se rió, amaba eso, verla reír, el que haya vuelto su risa fuerte- lo había olvidado
-Sos la mejor mamá-le sonreí ampliamente, sus ojos se achinaron porque también me sonrió a mi, tracé círculos sobre sus mejillas acariciándoselas, me acerqué y besé sus labios- gracias por no haberme apartado de tu vida y... Te amo tanto Lali, ¡que ya no veo la hora de casarnos!
Lali elevó sus cejas y ambos reinos.
-Jamás te apartaría de nuevo...-acarició mi cara, se apoyó contra mi pecho y suspiró-¿sabes? Ya no tengo pesadilla mi amor... Siento que.. Me siento liviana, estoy disfrutando de la vida..-ella ahora volteó para mirarme a los ojos- te lo agradezco, por nunca soltarme... Nunca, nunca..
Rozó su nariz con la mía y le sonreí.
-Terminamos enredados nada más...-reímos- cuando creí que en mi vida iba a enamorarme reapareciste vos..
-Menos mal, ¿no?-elevó sus cejas.
-¿Que clase de pregunta es esa?-le empecé a hacer cosquillas, ella se rió- obvio que agradezco el que hayas aparecido nuevamente a mi vida
Dejé de hacerle cosquillas, ella abrazó mi cuello y rozó sus labios sobre la comisura de mis labios.
-Me volves loco...-susurré sobre su boca.
-Vos me volves loca-ella me besó, no le importó que los chicos estaban durmiendo, nada, la cargué mientras ellas se aferraba a mi, cuando llegamos a la habitación caímos sobre la cama, nos quedamos mirándonos.
Solo ella y yo sabemos por todo lo que pasamos, pero eso nos hizo más fuertes, nos paró de una manera distinta frente a la vida, nos hizo darnos cuenta de que el amor es lo que al final del día vale, el amor es el motor que te mantiene con vida, te despierta, te hace sentir vivo.
Rocé mi nariz con la suya y le dejé un besito ahí, le acaricié el pelo con todo el cuidado del mundo, iba a cuidarla por siempre, nunca más nos soltaríamos, porque estamos enredados, y no quiero soltarme nunca más.
FIN

Enredados (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora