Enredados (Laliter)

Epílogo

Estoy en primera fila y lo veo a Peter llegar justo a tiempo, se sienta en el asiento que le guardé y me toma de la mano, le sonrío con todo el amor del mundo, me hace caricias en la palma de la mano hasta que finalmente el resto de la gente se calla, la directora del colegio de los chicos se acerca al escenario y presenta a mis bebés que dejaron de serlo, orgullosos miramos a Allegra de seis y Santino de cuatro y medio, ambos de mi estatura, lamentablemente heredaron eso de mi, mi tamaño.
En el acto escolar todos los chicos se pusieron a cantar una canción, hicieron esa sorpresa para todos los presentes, Allegra hizo un solo, Ricky la filmó con su telefono celular, cuando fueron creciendo no me sorprendió que también haya crecido su amor por la música y la actuación, aún más grande Allegra empezó comedia musical, Santino le siguió los pasos, actuaban y cantaban por toda la casa, así pasaban sus días y sus tardes, en mi familia ensamblada éramos felices viéndolos unidos y alegres, igual no todo siempre era color de rosa, a veces tenía que discutir con ellos, eran chicos pero se creían adolescentes.
Peter y yo finalmente nos casamos, fue una ceremonia sencilla, como nosotros, solo pasó lo siguiente, la prensa se enteró y nos acompañó, ni me gasté en molestarme, era uno de los días más importantes de mi vida.

-Flashback-

Eugenia me terminó de maquillar y me miré frente al espejo, llevaba un vestido de encaje sencillo, me llegaba hasta las rodillas, tenía el pelo ondulado para la ocasión, suelto, decorado con distintos tipos de flores blancas, estas formaban una corona.
Mis hijos, Allegra, Santino y Milan caminaron junto a mi por el camino de pétalos rosas, íbamos a casarnos al aire libre, era un día soleado, pero tampoco muy caluroso.
Peter me esperó y me miró, cuando llegué hasta donde estaba él noté sus ojitos brillosos, estaba emocionado, elevó sus cejas.
-Estas hermosa..-me susurró- siempre lo sos pero hoy...
-Vos estás hermoso..-fui sincera, me encogí de hombros y ambos reímos.
Un hombre ofició la ceremonia y ambos dimos el sí, nos besamos, Peter sostuvo mi cara entre sus manos, le sonreí, mis hijos nos tiraron arroz cuando nos alejamos de la pequeña multitud, terminamos por la noche terminamos cenando todos los invitados en la playa de Santa Mónica, todo estaba decorado para la ocasión.
Bailé el vals con Peter y sentí que estábamos haciendo el ridículo.
-Bailo mal..-me quejé, él rió.
-Yo bailo mal.. Vos sos.. Sos sensual bailando, buena bailarina...-elevó sus cejas, me reí y le di un golpecito, después pellizqué su trasero y me abrazó por la cintura, bailamos pegados y terminé apoyándome sobre su pecho.
-Te amo tanto Peter-suspiré, entrelacé una de mis manos con la suya.
-Te amo tanto Lali Esposito-me llamó y besó la punta de mi nariz.
Me lo quedé mirando a los ojos, me transmitía paz y seguridad, pero sobre todo amor.

-Fin del flashback-
Ahora Peter se encuentra acariciándome la panza plana, le habla, la besa levantando mi remera, después de casarnos nos fuimos de Luna de miel a Costa Rica, volvimos y nos enteramos de que nuestra familia se iba a agrandar, al principio entré en pánico pero Peter me contuvo, me sostuvo entre sus brazos y supe que nada malo iba a pasarme.
Y ahora, aquí, y en este momento me encuentro mirando la mayor escena de amor de mi mundo, mi universo, mi marido hablándole a nuestro bebé que está en mi panza, que es ínfimo, pero que es fruto del amor, fruto del destino, de lo que tenía que pasar y pasó, el fruto de mi resistencia, nuestra resistencia frente a tantas cosas feas, es el fruto de algo real, algo hermoso, mágico.
Rozo mi nariz con la de Peter y besó dulcemente sus labios.
-Deseo para nosotros que sigamos enredados toda la vida..-le susurré en el oído y no pude evitar que una sonrisa se me escapara.
-Deseo lo mismo-coincidió.
Ambos nos quedamos abrazados, enredados en el sofá, los chicos dormían y nosotros simplemente nos quedamos así, mimándonos, viviendo el amor, obviamente: enredados.