Capítulo 31

567 30 3
                                    


Volví a mi casa, estaba viviendo sola desde hace un tiempo, hoy mi enfermera estaba festejando como todos el año nuevo, yo estaba sola, estaba por meterme en la cama después de desmaquillarme y sonó el timbre, fastidiosa me puse de pie y cuando abrí la puerta lo vi.
Yo estaba en camisón y él de traje blanco.
-Hola...-me saludó nervioso- me prometí no verte pero quería desearte un buen año..
Me quedé mirándolo y lo dejé pasar, el miro el interior de mi casa, había cambiado bastante, para empezar me habían sacado los espejos, mirarme me generaba auto odio y ganas de hacerme mal.
Él acomodó un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-¿Como estas?-quiso saber.
-Peter estoy... ¿progresando?-dudé y suspiré, me senté en el sofá y él se sentó a mi lado después de sacarse el saco del traje
-¿Te desperté?-quiso saber preocupado, negué con la cabeza- Lali mejor me voy..
Él se puso de pie pero lo agarré del brazo, tiré de él y lo abracé, apoyé mi cara sobre su pecho y me puse a llorar en silencio, él me acarició el pelo.
Lo miré con mis ojos brillosos.
-Me mandé tantas cagadas, una tras otra, no quiero más...-asentí con la cabeza, me abalancé sobre él y lo besé, me aferré a su cuerpo con necesidad, lo había extrañado tanto, el poco tiempo por lo menos me había demostrado eso, que lo había extrañado, que lo necesitaba, que se había vuelto una parte mía.
Peter se quedo acariciándome la cara, mirándome, sin juzgarme, él nunca lo había hecho y eso me derretía, me hacía quererlo más, pero no estaba lista para decírselo, nunca estuve lista, hasta el otro día, pero no me dije todo lo que realmente lo quería.
Volví a besarlo y jugué con su pelo, él se apartó algo de mi.
-Tenes muchas cosas en tu cabeza-me recordó y en mi interior maldije.
-Lo se... Pero Peter, acá y ahora con vos me siento bien, después de tanto me siento bien-fui sincera y él besó mi frente pausadamente como si fuera una niña, me sonrió.
-Vení La-me agarró por la cintura acercándome hacia su cuerpo y fue acariciándome el brazo hasta llegar a mi mejilla, me gustaba demasiado, me voltee para mirarlo y lo vi, el brillo en sus ojos, su deseo, se estaba conteniendo por mi.
-Peter... ¿Te podes quedar hoy conmigo?-le pedí como si tuviera seis años y él me miró, asintió con la cabeza, esbocé una pequeña sonrisa, era todo un logro para mi sonreír, él al darse cuenta me sonrió y me abrazó, apoyó su cara sobre mi hombro, le acaricié el brazo con cariño.
Fui cerrando mis ojos y lo escuché suspirar.
-Lali.. Sos tan linda, talentosa, buena... Buena madre...Vas a poder-me susurró- juntos podemos...
Abrí mis ojos y los clavé en los suyos, era un deja vu.
-No me prometas nada, solo quiero estar en este momento con vos, así, sin pensar-le pedí y él volvió a besar mi frente.
-Vas a tener que lidiar con la realidad en algún momento, y quiero estar a tu lado-Peter se puso firme y le acaricié la cara, ¿porque era tan bueno, porque tenía dos hombres que se preocupaban tanto por mí? Recordé a Ricky y me sentí mal, Peter se dio cuenta porque mi cara se transformó.
-Solo quedate hoy conmigo-volví a pedirle y me apoyé encima de él, volví a cerrar mis ojos y me quedé dormida.

Desperté y salí al jardín, iba todo bien hasta que escuché un sonido proveniente de la cocina.
-¿Café?-me preguntó Peter y recordé que le pedí que se quedara, no paraba de joder mi propia vida.
-Latte-le pedí y me senté frente a él, lo vi prepararme el desayuno, llevaba puesta la ropa de año nuevo, estaba blanco impecable hasta que se le derramó café en la camisa, maldijo y empezó a sacársela, vi su espalda y recordé una de las tantas veces en la que se la besé, la recorrí con mis manos, le clavé mis uñas.
Él giró y se encontró con mi mirada, se cubrió con sus brazos como si estuviera haciendo un topless para hacerme reír y lo consiguió.
-Tarado-atravesé la cocina y fui a buscarle una remera de Ricky, era raro que Peter la usara, pero se la terminé dando.
-Mejor-él suspiró-¿en donde estaba?
-El latte-le recordé y él asintió, me sonrió.
Desayunamos en silencio, ninguno sabía que hacer o decir.
-No... No estoy tomando tanta cafeína como antes, no puedo porque me cuesta dormir...-le conté, confesé, el me miró y bebí un poco de mi latte.
-Me parece bien.. Yo tampoco debería-él elevó sus cejas- por cierto, buen comienzo de año-Peter levantó su taza de café y la chocó con la mía.
-Hice... Hice una lista de deseos, metas..-me abrí a él, sentía que con Peter podía hacerlo- uno, estar mejor, dos, ser una buena mamá para Alle, tres, poder exponer mis obras de arte, cuatro , encontrarme a mi misma, cinco.. Amigarme conmigo y poder ser mamá, se que no lo merezco pero... Nunca lo deseé y si la vida insistió tanto para que lo sea siento que por algo es...
Peter se quedó extático mirándome y me abrazó.
-Son buenos deseos Lali, vas a ir cumpliendo de a poco todo... Se que sí-él esbozó una pequeña sonrisa y me acarició la cara, me besó la frente con tanta dulzura, cuidado y cariño que se me erizó la piel, Peter definitivamente me hacía sentir cosas, pero yo no estaba lista para cargas sentimentales todavía.
-Gracias por haberte quedado...-sonreí como pude.
-Cuando quieras-él elevó sus cejas coqueto y rió-mejor me voy, ¿tenes salida trasera? Así la prensa no..
Le señalé la salida, él estaba por irse y lo agarré del brazo, tiré de él y lo besé, rodee con mis brazos su cuello, cuando me separé sentí su respiración cerca y algo agitada,
-Nos vemos Lali-terminó saludándome y se desapareció.
Me quedé sentada en una silla y acaricié mis labios con uno de mis dedos, buscando volver a sentir la suavidad de los de Peter, pero no lo iba a volver a sentir, tal vez por mucho tiempo.

Semanas pasaron, Ricky pasaba de vez en cuando con Allegra y Milan, a veces venía también su hermano Mau, traían comida, mi marido a veces cocinaba, marido, que palabra fuerte.
No podía creer lo grande que estaba Allegra, ya caminaba sola, a veces se caía y amagaba, estaba al borde de llorar pero terminaba riéndose cuando yo la miraba desde lejos.
Milan era el mejor hermano mayor, con Alle se amaban.
¿Ricky y yo? Nos hablábamos, compartíamos bastantes cosas con el otro pero por ahora no hablábamos de nuestros sentimientos, sentimientos que todavía no tenía al cien por ciento claros.
-Están grandes-Ricky comentó mirando a los chicos y a mi manera sonreí.
-Sí... Son chicos felices-coincidí, aunque no podía creerlo, como después de todo lo que me había pasado y les había hecho pasar eran felices.
-La vida continúa-Ricky me leyó los pensamientos- vos tenes que continuar-soltó de la nada- me duele pero creo que lo mejor es que nos divorciemos, necesitas espacio, aire, volver a empezar..
Volver a empezar por segunda vez pensé, otra vez.
Sus palabras me golpearon y me hicieron pensar si realmente quería eso, Ricky había sido mi lugar seguro.
-Lali, siento cosas por vos, lo sabes... Pero se que necesitas espacio, estar despojada de cosas que te pesen en este momento es lo mejor-trató de convencerme- después veremos que nos responderá el futuro
Cuando Ricky dijo eso vi sus ojos brillosos, estaba reteniendo sus ganas de llorar, a él la decisión le dolía, pero le importaba tanto que solo le terminaba importando mi bien estar, lo abracé y me quedé aferrada a él como un koala sintiéndome mal, él después me desprendió de él, yo le hacía mal, no podía evitar sentirme mal.
-Mejor me voy con los chicos...-él se puso de pie después de besar mi mejilla- pensalo Lali
Los vi irse, a Ricky, Milan y mi amada Allegra que no entendía nada, porque yo no estaba con ella. La angustia me invadió y antes de hacer alguna locura pensé, llamé a un profesional para que se quedara conmigo, me encerré en mi habitación, la cabeza me daba vueltas, me paré y fui al baño para vomitar, me senté en el suelo cansada, ¿hasta cuando todo tan jodido?

Enredados (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora