Enredados (Laliter)

Capítulo 27

Dejé de mirar mi teléfono celular para entrar a mi casa, cuando lo hice vi a mi marido con mi hija en brazos, Allegra estiró sus bracitos al verme y la cargué.
-Hola-me saludó Ricky y me dio un beso en los labios, le sonreí como pude-¿que tal tú mañana de soltera?
Ricky dijo eso y entré en pánico, ¿él sabía algo?
Se rió.
-Como tuviste una mañana sola, como cuando no estabas conmigo ni tenías a nuestra princesa-aclaró y volví a respirar tranquila- ambos te extrañamos
Ricky me abrazó por atrás y besó mi cuello, me sentí algo incómoda, la situación era incómoda, me sentía rara con mi propio marido, mi ex me había besado, eso me había movilizado, se me removieron sensaciones y.. ¿sentimientos? Que creía inexistentes.
-Está la niña-reí y Alle se puso a llorar- no llores no por favor
Ricky la cargó nuevamente y vi como la tranquilizaba, me quedé mirándolo con admiración, Milan y Alle eran la luz de sus ojos, era tan buen padre, tan buena persona, y me sentí horrible, me agarraron nauseas.
-Voy a...-di media vuelta y me fui al baño, volví al cabo de un rato y Allegra dormía en su cuna, me dolía la cabeza.
-¿Estas bien mi amor?-Ricky se preocupó y besó mi frente-¿comiste algo hoy?
Negué con la cabeza.
-Tendría que comer algo...-salí de la habitación caminando hacia la cocina- ¿que día es hoy?
Le hice esa simple pregunta y después de que él me respondiera me puse a sacar cálculos.
-¿Estas pensando lo que yo estoy creyendo?-quiso saber Ricky y elevó sus cejas.
-No... Pasó poquito desde Alle-le respondí tratando de sonar calma, la realidad era que estaba con pánico, se me había paralizado el mundo, mi mundo- mejor como algo..
Me puse a cocinar tratando de despejar mis pensamientos y Ricky se me puso adelante.
-Vas a revistarte mañana, ¿dale?-besó mi frente y asentí con la cabeza, comimos algo juntos, empezamos a mirar una serie cuando la escuchamos a Allegra.
-¡Voy!-le dije y fui a buscar a mi persona más preciada, la acuné contra mí y me senté nuevamente en el sofá junto a mi marido, desde lejos éramos la familia perfecta, éramos familia, felices a nuestra manera, nada debería poder atentar nuevamente con mi felicidad, nuestra felicidad.
Cuando la noche llegó y nos fuimos a dormir no pude dormirme, otra vez mis pensamientos haciéndome una mala jugada, era la madrugada y me fui a una farmacia por ansiosa que era, sí, no podía esperar unas horas más. Al volver a mi casa fui al baño y me hice la famosa prueba, el test y esperé sentada en el suelo, sintiéndome perdida, estaba ida, otra vez mi vida podría dar un giro de trescientos sesenta grados.
Se cumplieron los minutos y me atreví a mirar, los ojos se me pusieron brillosos y empecé a llorar, no sabía si era bueno o malo, si era el momento o no.
Me metí en la cama con un nudo en la garganta, dejé de llorar solo para no despertarlo a mi marido.

Luz, fue lo primero que vi, la ventana estaba abierta, Ricky me miraba como si estuviera mirando a la octava maravilla del mundo, tenía a Allegra en sus brazos y Milan daba vueltas por la habitación alegre.
-¿Es mi cumpleaños?-bromeé porque ambos estaban despertándome de muy buen humor.
-No... Pero hay algo que tenes que contarnos-Ricky no pudo evitar sonreír, MIERDA-sos muy ansiosa-me regañó y me besó la frente- contale que no le dije nada para que le digas vos
Me descubrió.
-Yo...-empecé y me empezaron a temblar las piernas, agradecí estar en la cama, me puse muy nerviosa- yo estoy embarazada
Solté sin dar vueltas, recién ahí, después de decirlo en voz alta fui consciente de lo que había dicho, la vista se me nubló, iba  a ponerme a llorar pero me contuve sobre todo por Milan, él me abrazó, Ricky también, Alle enredo sus manos en mi pelo y no pude seguir conteniéndome, me puse a llorar, sentía una mezcla de felicidad, pánico, confusión, y recordé todo el infierno que atravesé hasta llegar a este presente.
Ricky puso una de sus manos en mi panza y cerré mis ojos, supe que iba a hacer todo para mantener esa felicidad, otra vez ma vida estaba encaminándome.
Cuando me quedé sola agarré mi teléfono y bloquee el número de Peter y lo borré, por el bien de él, por el bien mío, por el bien de mi familia, se me formó nuevamente un nudo en la garganta y me volvieron las nauseas.
Por la tarde fui al médico con Ricky que había faltado al trabajo para estar conmigo, nos dieron la noticia de estábamos esperando un bebé de unas pocas semanas, me miraba la panza sin poder creerlo, me la acaricié al llegar a mi casa y me puse a pintar, necesitaba hacer catarsis a través del arte, esta vez los colores que había pintado estaban llenos de color, tal vez era una oportunidad nueva para seguir haciendo las cosas bien, la vida estaba siendo bonita conmigo después de tanto dolor, pensé en eso y Peter apareció nuevamente en mis pensamientos, y recordé lo último que me dijo "A lo que voy es que no se puede olvidar, aprendes a vivir con el dolor, yo también lo viví, también me duele todavía", todavía duele, suspiré, acaricié nuevamente mi panza y miré a Allegra que estaba en una hamaca pequeña, le sonreí y fui por ella.
-Vas a ser hermana mayor-le llené la cara de besos, ella no entendía nada, solo se reía conmigo, era tan afortunada de tenerla en mi vida.
El día pasó, el día siguiente también pasó y la semana entera, la prensa desistió de seguir persiguiéndome, todo porque por ahora ni estaban enterados de la "novedad", de Peter no supe nada más, hasta la mañana que me quedé sola con Allegra pintando, cuando abrí la puerta lo vi todo cubierto, entró sin pedirme permiso y me quedé mirando como se sacaba capas y capas de ropa.
-¿Acaso me bloqueaste?-fue lo primero que me dijo y me puse en estado de alerta.
-Es obvio, porque me lo preguntas si sabes que..-suspiré- Peter lo mejor es que te vayas, esta es mi casa, la de mi familia...
-Me duele tanto tú realidad Lali-él me miró a los ojos y la voz se le quebró- soy feliz por vos pero... Pudimos haber sido vos y yo familia
¿Para que dijo eso?
Mis ojos se llenaron de lágrimas, Peter quiso abrazarme pero me aparté.
-No te puedo tocar, no te puedo besar, ahora no te puedo hablar ni mirar-Peter me miró a los ojos intensamente, él estaba conteniéndose para no llorar, lo notaba- todo era mucho más fácil para mí cuando salía con una chica atrás de otra, cuando no estaba hechizado, pero.. Desde que te conocí..
-No sigas...-le pedí casi suplicante y empecé a marearme, me sostuve contra la pared y él se me quedó mirando extrañado.
-¿Estas bien?-me agarró del brazo porque las piernas estaban temblándome.
-Estoy bien.. Solo embarazada-se lo dije, se lo conté y su mirada se quedó perdida, después volvió a mirarme a los ojos y el dolor que vi hizo que me sintiera mal.
-Felicidades...-Peter suspiró y de un segundo a otro lo vi decaído- no se que hago tratando de revivir algo que tuve que dejar morir
Sus palabras me atravesaron, me.. ¿Lastimaron?
Peter me soltó y me sentí rara, necesitaba tenerlo cerca aunque estuviera mal, él se encaminó hacia la puerta y la abrió.
-Peter jamás quise joderte...-suspiré, me acerqué hacia la puerta poniéndome delante de él-esto no lo planeé, nada de lo que pasó lo planee, ¿crees que planee terminar casada? No... ¿Que planee terminar siendo artista plástica? No.. ¿Que planee vivir tanta mierda como para no querer verte para no revivir esos momentos? No... No lo planee...-esta vez la voz se me quebró a mí, empecé a sentirme vulnerable- no planifiqué nada... Ahora solo dejo que el destino me sorprenda, aún sin saber si para bien o para mal..
Entrecerré mis ojos y los abrí, lo miré olvidando por una milésima de segundo todo, la realidad, el contexto, el pasado, y sentí un impulso furioso que nacía desde el interior de mi ser, lo besé, lo hice y no pensé, desconecté el área de lo lógico y racional, cuando me separé acaricié sus labios con uno de mis dedos y me quedé con la respiración acelerada, se apodero de mi rápidamente la culpa, me entraron ganas de llorar, le abrí el paso a Peter y cerré la puerta dejándolo desconcertado, sin entender nada, yo tampoco había entendido nada, cada vez entendía menos y todo era más complicado.
Lloré después de que mi hija se durmió, sentí angustia, nauseas, me empezó a doler la cabeza, de un momento a otro empezó a faltarme el aire como en aquellas épocas, me estaba ahogando cuando llegó Ricky y me contuvo, me abrazó, no entendía nada, pero algo lindo de él que nunca me juzgó, solo se quedó conmigo esperando que mi episodio pase.
-Ya va a llegar el momento en el que me cuentes porque... Porque te pasan estas cosas-él me acarició la cara y me quedé mirándolo con culpa, iba a llorar nuevamente cuando me besó la cara con dulzura, no lo merecía, no merecía nada, no merecía el cariño de su hijo, no merecía a mi hija, al bebé en camino, se me formó un nudo en el estómago y me puse de pie para ir al baño a vomitar.
Terminé agotada, acostada en la cama, tenía Ricky de un lado y del otro a Milan, Allegra estaba en la cuna jugando con un muñeco de trapo, tenía sueño, se tocaba la cara y entrecerraba sus ojos, me puse de pie y me quedé mirándola.
-¿Que hice para que mi vida sea tan desastrosa?-la miré y ella que estaba por dormirse se alegró de verme y me sonrió, tenía un humor tan bueno siempre, lo envidiaba, la cargué y me puse a cantarle, llené su cara de besos y la metí en la cama conmigo, me quedé haciéndole caricias en la frente hasta que se durmió, recién ahí me dormí.