Emerald University - A Shadamy Story

27. No hagas escándalo

Narra Shadow

¿Qué querrá ese idiota de Mephiles? No sé si debería ir a verlo o no; si no voy ese imbécil es capaz de buscarme en la universidad. Gruño con fastidio. No importa, no quiero verlo, todo eso ya quedó atrás para mí; sólo son amargos recuerdos.

-¿Shadow? -Volteo a ver a Rose cuando me llama, ya se ha puesto mi casco y se ha subido a la motocicleta. -¿Estás bien?

No le respondo. La observo un momento antes de dirigirme hacia allá para subirme a la moto; la enciendo para dar marcha de regreso a la universidad. Siento el agarre de la rosada detrás mío que me abraza con más seguridad.

Recorremos la ciudad en silencio y al llegar al campus, paso a dejar a Rose a su edificio, ella se baja con cuidado y se quita el casco para entregármelo.

-Muchas gracias por traerme Shadow y por llevarme hoy contigo. Fue realmente divertido. -Dice con una cálida sonrisa.

-No tenía alternativa ¿o si? -Inquiero sin emoción.

-Si, si la tenías, podrías haberte negado.- Responde sonriente. -Por eso te lo agradezco. -Ruedo los ojos con molestia tratando de quitarle importancia. Me coloco mi casco para poder irme, y noto que ha quedado impregnado con su dulce y familiar aroma. Estoy apunto de dar marcha a la motocicleta cuando siento su mano sobre la mía en el manillar, Rose se ha acercado a mí y me mira intensamente mientras estrecha mi mano. -Shadow, si hay algo que te preocupa... Puedes hablar conmigo ¿si?

La observo un instante antes de apartar su mano; realmente parece sincera y preocupada por mí. -No es nada, Rose. Olvídalo.

Enseguida me pongo en marcha con destino a mi apartamento, no sin antes escucharla detrás de mí despedirse alegremente y decir que nos veríamos más tarde en la cafetería. Suelto un suspiro mientras pienso en ello, no sé en que momento hemos comenzado a pasar tanto tiempo juntos y, extrañamente, tampoco sé cuando ha dejado de molestarme.

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Ha terminado mi clase de Teoría del delito cuando camino sin prisa hacia la West cafeteria para desayunar; escucho detrás de mí el característico sonido de tacones acercándose. Me alcanza pero ignoro su presencia mientras sigo caminando.

-Hola negrito ¿no se te ha pasado el enojo?. -Dice Rouge con su típico tono seductor e irónico, le gruño en respuesta.

-Eres especialmente molesta ¿lo sabías?

-No, realmente fui gentil, hasta te di una excusa para ayudarla; sé que lo hubieras hecho de todos modos. -Dice con una expresión burlona.

Gruño por lo bajo y le dirijo una mirada amenazante. -¡Cierra la boca! mejor ve a molestar al rojo idiota con el que sales.

-Me encanta tu manera de preguntarme qué tal estamos Shady; todo está excelente, ayer salimos y fue muy divertido. -Dice con una sonrisa y yo ruedo los ojos con fastidio. -La verdad es que no estoy aquí por eso, Rosita me dijo que ayer te vio preocupado y estoy aquí para preguntarte al respecto. No es usual verte así.

-No es nada.- Digo en un siseo. -No estoy preocupado, qué estupidez.

Me observa pensativa y yo la ignoro mientras camino. -Puedo pedirle a Omega que venga si necesitas apoyo. Tú dímelo.

Me detengo en seco y le dirijo una mirada furiosa. -No te atrevas a meterte en mis asuntos, no lo necesito. -Siseo con enfado. Ella suspira lentamente sin afectarle mis palabras.

-De acuerdo, lo dejo como una posibilidad. Sólo piénsalo. -Dice resignada y se aleja en otra dirección.

La veo irse y continuo mi camino hacia la cafetería. Que idiota. Esta vez no es como en el pasado, no es la primera vez que ese imbécil me busca tras lo que pasó en la secundaria, pero yo no soy el mismo que antes.

No caeré en sus juegos nunca más.

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-Sabía que te encontraría aquí.- Escucho su alegre voz a mi espalda y se apresura a sentarse junto a mí con su bandeja de comida. -Siempre coinciden nuestros horarios los lunes.- Dice Rose sonriéndome cálidamente.

-Parece que me he ganado una acosadora. -Digo arqueando la ceja mientras me apoyo en mi brazo. Su expresión cambia por una de disgusto haciendo ese puchero que suele hacer.

-Que malo eres, todavía que te hemos estado buscando por toda la cafetería. -Dice molesta cruzando los brazos.

-¿Hemos? - inquiero sin emoción.

-Allá viene.- Dice con una sonrisa, veo en la dirección en que ella mira y me encuentro a Silver dirigiéndose a nosotros con su comida.

-Hey - Dice el albino a modo de saludo sentándose del otro lado de la mesa. -Fui a buscar a Amy a su facultad para venir contigo.

-¿Qué es lo que quieren? -Pregunto yendo directo al punto.

-Verás... Mi amigo Espio de la facultad hará una fiesta este fin de semana en su casa que está en la ciudad... -Comienza el albino con voz tranquila.

-¡Y tenemos que ir! -Se apresura a interrumpir emocionada la rosada. -Silver invitará a Blaze, podemos ir al salir del trabajo el viernes ¿qué dices? ¿Si? -El albino asiente escuchándola y me ve con una sonrisa relajada.

Suspiro lentamente mientras veo su expresión suplicante, sus ojos jade brillan con emoción mientras me mira a poco espacio de mi rostro. -Si voy no hagas escándalo con ello. -Digo sin emoción.

Sale un grito ahogado de su boca y se apresura a cerrar la boca. -Por supuesto. -Musita en voz baja pero con notable emoción. -¿Te acompaño a invitarla? -Dice dirigiendo su vista hacia el albino.

-Claro, podemos aprovechar y comer algo allí.- Responde tranquilo el albino empezando a picar con el tenedor su comida.- ¿Vienes Shadow?

-Voy a entrenar.- Digo secamente mientras también comienzo a comer.

-¡Oh vamos! Apenas entrenamos ayer ¿que no te cansas? -Inquiere Rose de forma fastidiosa.

-Se te olvida que no me dejaste por tu estúpida trampa. -Respondo sin verla.

-Gané justamente, Shadow. -Dice mientras cruza los brazos con orgullo y luego me mira con curiosidad. -Por cierto, tengo la sensación de que Gary te odia ¿qué le hiciste?

-Nada. -Respondo sin darle importancia. Rose hace una mueca poco convencida.

-¿Fueron a algún lado? - Inquiere el albino con curiosidad.

-Si, Shadow me llevo al polígono de tiro. -Dice volteando hacia él alegremente. -Jamás había disparado un arma, fue muy emocionante.

-Oh siempre vas a practicar allí ¿no? -Pregunta Silver dirigiéndose hacia mí, yo asiento sin levantar la mirada, sigo comiendo sin prestarles demasiada atención.

-Es muy bueno, no fallaba ni una vez y siempre les daba en la cabeza. -Dice Rose emocionada.

-Eso es inquietante.- Ríe Silver nerviosamente. Siguen hablando y poco a poco su conversación se transforma y empiezan a platicar sobre la manera de convencer a Blaze de ir a la fiesta.

Mi vista se pierde en los alrededores mientras como y encuentro un par de ojos esmeraldas viendo fijamente en nuestra dirección, al otro lado del
comedor.

Lo fulmino con la mirada hasta que aparta la vista para regresar a ver a sus amigos, algunos de ellos también miraban en esta dirección. No creo que Rose se haya dado cuenta que nos estaban viendo. ¿Qué quiere ese imbécil?