81. Quiero estar con ella

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Narra Shadow

Observo por la ventana del renault clio plateado en el que vamos mientras recorremos la ciudad hacia el apartamento del padre de Rose; el paisaje que ofrecen las calles parisinas es realmente diferente al de nuestro país con esta arquitectura mayormente clásica.

A la vez, escucho a la rosada charlar emocionada con su padre, quien constantemente dirige sus preguntas hacia mí. He podido notar que no deja de observarme por el retrovisor con esos ojos jade tan parecidos a los de Rose; es sorprendente las características físicas tan parecidas que tienen, exceptuando las facciones finas y la cálida expresión que tiene ella. Me pregunto si en ese sentido será más parecida a su madre. Veo nuevamente que su padre me observa de reojo y trato de ignorarlo, pero está comenzando a molestarme.

-¿Ya habías venido antes, Shadow? -Me habla su padre con ese extraño acento; tiene un sonido nasal en algunas palabras y lo que parece un gruñido al pronunciar las erres, además de ese ligero cambio en la acentuación.

Niego con la cabeza en respuesta. -No, nunca. -Respondo secamente y él parece querer hacerme otra pregunta al respecto.

-Es un paisaje espléndido en enero, ojalá pudiéramos quedarnos más tiempo para verlo. Las calles nevadas se ven fantásticas ¿verdad, papá? -Interviene Rose viéndome emocionada y su padre asiente con la cabeza, dándole la razón.

-Pero también los paisajes en Möbius son bellos ¿no es así? ¿De qué ciudad eres, Shadow? -Inquiere nuevamente Alexandre hacia mí.

Suspiro con pesadez antes de contestarle, no me agrada que constantemente me haga preguntas personales.

-Westopolis. -Suelto sin emoción.

-Sé dónde es, aunque no he tenido la oportunidad de ir. -Dice con voz tranquila y me dirige una media sonrisa. -La madre de Aimée y yo vivimos en Central City muchos años, queda cerca de ahí ¿no es así?

Musito un asentimiento y veo a Rose sonreírme emocionada al inclinarse hacia mí en el asiento.

-Detestaba vivir ahí, mis padres no me dejaban salir sin su compañía y nunca tenía donde jugar. Tampoco había niños en el edificio, era muy desesperante. -Finaliza inflando sus mejillas de esa forma tan infantil.

-Así es en las grandes ciudades, Rose. -Le respondo con una media sonrisa al tiempo que alcanzo su mejilla para acariciarla con mis dedos, veo que relaja su expresión para sonreírme tiernamente.

-¿Y tú qué me dices de tu familia, Shadow? -Pregunta su padre atrayendo mi atención y no puedo evitar soltar un gruñido molesto al voltear a verlo. Que le importa.

-¡Me encanta esa canción! -Rose se apresura a interferir inclinándose hacia enfrente para alcanzar el estéreo del vehículo y subirle al volumen, y también rompiendo con el contacto visual entre su padre y yo. -Sidoine es de mis favoritos, me encanta su música.

Ríe nerviosamente al hablar y regresa hacia atrás conmigo al tiempo que pone su mano discretamente sobre la mía en el asiento y me dirige una mirada apenada. Niego levemente con la cabeza quitándole importancia y devuelvo mi vista hacia la ventana en silencio.

Escucho a su padre regañarla por subir tanto el volumen y luego Rose empieza a cantar la canción emocionada como si nada; resulta curioso escucharla y no poder entender lo que dice. El resto del camino sigue atrayendo la atención de su padre con relatos de su adolescencia y realmente aprecio el gesto; yo sólo me limito a observarla, sin evitar sonreír al ver su expresión cada vez que su padre la avergüenza con una anécdota del pasado.

Después del largo trayecto, llegamos a un edificio alto de una zona muy elegante a mi parecer, con ornamentos y un estilo algo histórico. Ayudo a Rose a bajar su maleta del maletero y después ambos seguimos a su padre hacia adentro. La rosada saluda alegremente en francés al portero y él la saluda con amabilidad diciéndole algo que la hace reír, parecen conocerse. Adentro nos dirigimos al ascensor del edificio y no dejo de observar el fino estilo que tiene el lugar; todo parece tan brillante con tantos espejos, luces cálidas y decoraciones doradas que sobresaltan en las blancas paredes.

Emerald University - A Shadamy StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora