Emerald University - A Shadamy Story

68. Cumpliré con todo

Narra Amy

-¿Estás segura de eso, Rouge? -Pregunto levantando la mirada del plato frente a mí para verla a ella, sentada en el sillón de nuestro departamento.

-Si, esa chica pelirroja ha estado muy cerca de mi Knucky. Y el muy idiota es incapaz de decirle que se aleje. -Contesta enfada cruzando los brazos. -Tal vez esto no está funcionando. -Musita bajando la mirada.

-¿Qué? Pero si ustedes dos son perfectos juntos. -Respondo rápidamente sin esconder mi descontento.

-No es fácil cuando sólo uno de los dos da de su parte, ¿sabes cuántos chicos he rechazado desde que estoy con él? ¿Por qué él no es capaz de darme mi lugar sin que se lo pida? -Reprocha la albina con notable molestia.

-Tal vez sólo se trata de un malentendido. -Inclino la cabeza pensativa. -¿Y si sólo es una amiga? -Arquea la ceja en mi dirección con una expresión de incredulidad. Lo sé, tal vez yo he tenido las mismas inseguridades también. Suspiro resignada. -Bueno, sólo digo que si algo aprendí es que la comunicación es importante.

Rouge relaja su mirada y me dirige una media sonrisa. -En serio me alegra que él hablara contigo. Ni siquiera yo sé tantos detalles de su vida.

-¿Ah no? -Pregunto con curiosidad. -Pero cuando salieron...

-No, no fue ni remotamente parecido a lo que tienen ustedes dos, linda. -Niega con la cabeza. -Y aquí entre nosotras, inicialmente Omega me pidió que lo vigilara. -Dice sonriente haciendo un gesto indicándome silencio.

-Omega siempre lo ayudó mucho ¿no es así? Espero verlo de nuevo y agradecerle, también me ayudó tanto a mí. -Musito suavemente recordándolo y la albina asiente con la cabeza. Dirijo mi atención hacia el reloj de la entrada y veo que es hora de irme. No me gustan las clases vespertinas pero éstas se acomodan al horario del Doctor. -Bueno, ya debo ir a clases.

-De acuerdo, linda. -Sonríe y se levanta para irse a su habitación.

Me apresuro a tomar mis cosas y terminar de alistarme antes de dirigirme hacia allá. Recorro el trayecto hasta el edificio cuando siento la vibración en mi celular. Es Shadow.

"¿Te llevo a tu clase?" 5:41 p.m.

"No, ya voy en camino; salí temprano para caminar hasta allá." 5:42 p.m.

"De acuerdo, entonces iré por ti cuando se acabe." 5:42 p.m.

Sonrío al leerlo y me apresuro en contestar cuando entro al edificio. Siento a alguien a mi costado y levanto la mirada para ver a mis compañeros que me saludan y charlan conmigo poco antes de entrar a clases.

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-Eso es todo por hoy. Prepárense para la próxima visita al hospital, recuerden tener listo su uniforme quirúrgico, aseado y presentable. -Nos avisa el doctor con su voz grave e imponente, y hace un gesto para indicar que nos vayamos. -Pueden irse.

Todos comienzan a moverse y levantarse para salir del aula, mientras yo guardo todo dentro de mi mochila.

-¿Lista, Amy? -Inquiere Moon junto a mí.

-Si, vámonos. -Respondo sonriente y emocionada, Shadow ya debe estar afuera.

-Señorita Rose. Acérquese, por favor. -Escucho que el doctor me llama y asiento en su dirección. Le dirijo una mirada confundida a Moon quien se encoge de hombros antes de marcharse.

Me acerco a su escritorio mientras el Doctor me observa sentado con los brazos cruzados y una expresión severa.

-Señorita Rose, no asistió a la clase del viernes. -Su tono de voz me hace saber que está molesto, asiento hacia él con seguridad.

-Así es, estaba enferma. -Respondo de la manera más honesta que puedo sonar.

-¿Sería acaso una infección derivada de esa mordida? -Pregunta arqueando la ceja. Toco mi labio por instinto y siento enojo al oírlo ¿por qué pregunta eso? No es de su incumbencia.

-No Doctor. ¿Qué es lo que necesita? -Respondo con rudeza yendo directo al punto.

-Necesito que se lleve esos documentos. -Señala una pila de hojas sobre su escritorio. -Realice una lista numerando las especialidades de mayor interés entre sus compañeros. Cuando acabe esas encuestas, revíselas y encárguese de rendirme un informe para la siguiente clase, procure ser detallada para poder trabajar con ello al hacer la organización para las clases en el hospital, y así escoger bien a los doctores especializados. -Asiento mientras habla pero me decido a comentarle aquello que he pensado por semanas.

-Disculpe Doctor, pero no me parece que...

-¿Acaso no puede? -Me interrumpe con una expresión de incredulidad. -Si acepta su incompetencia entonces...

-No, yo no dije eso. -Respondo decidida. -Claro que puedo, pero...

-Señorita Rose, al iniciar el año vi en usted una cualidad extraña, usted destaca por su compromiso y empeño. -Se inclina sobre el escritorio con seguridad y mirándome fijamente. -Creí que sería la adecuada para esto. Especialmente porque debe ir pensando en las recomendaciones que le serán de utilidad al seleccionar el hospital para su internado y usted entró aquí hace apenas un año. No va a decepcionarme ¿o si?

Me observa con intensidad y yo siento una impotencia dentro por sus palabras. Soy capaz y puedo con ello.

-Lo haré, Doctor. -Respondo con seguridad y tomo la carpeta con documentos dentro. -¿Eso es todo?

Sonríe levemente y se levanta para acompañarme; mientras me encamina hacia la salida me explica detalles sobre la realización del informe y la importancia de mi empeño en el trabajo. Cuando hemos llegado a la entrada, voltea hacia afuera y sigo su mirada para ver a Shadow recargado en su motocicleta, esperándome. No puedo evitar sonreír al verlo.

-No le quito más tiempo señorita, veo que la están esperando. Y... -Añade poniendo su mano sobre mi hombro mientras me mira con esos curiosos ojos heterocromáticos. -Gracias por el apoyo.

-Lo tendré listo. -Asiento con la cabeza y desvío la mirada sonriendo hacia mi novio.

Me aparto del profesor caminando rápidamente mientras guardo la carpeta dentro de la mochila. Al llegar, Shadow me extiende el casco y antes de tomarlo lo atraigo hacia mí para darle un apasionado beso en la boca.

-No te ví en todo el día. -Musita en mis labios.

-Yo también te extrañé. -Respondo antes de unir nuestros labios brevemente una vez más. Luego me pongo el casco y me apresuro a subirme detrás de él.

-Hoy te tardó mucho ese idiota. Tus amigos no dejaban de molestarme. -Gruñe el azabache con fastidio mientras enciende la motocicleta y no puedo evitar reír al imaginarlo.

-Hablaré con ellos. -Digo entre risas. -Lamento la tardanza, el profesor me estaba dando detalles sobre el trabajo que me pidió.

-Parece joven para necesitar tanta ayuda. -Dice con molestia y voltea levemente hacia mí. -¿Y qué le pasó en la cara a ese tipo?

-No sé, nunca nos ha dicho sobre ello. -Respondo pensativa. -Existen teorías entre mis compañeros pero realmente no me interesa. -Niego con la cabeza restándole importancia. -Pareces enojado con él. -Señalo con curiosidad.

-Tenerte hasta tarde en tantas ocasiones es motivo suficiente para hacerme enfadar. ¿Qué le pasa a ese imbécil? -Sisea entre dientes. -Bien, agárrate. -Añade antes de dar marcha.

Lo rodeo con mis brazos y estrecho mi cuerpo hacia él. Me encanta estar con él al final del día, aunque quizás estos días tendré que enfocarme un poco más en este trabajo.