Diez.

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BELLAMY

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BELLAMY

Nicasia lo estaba volviendo loco. Fue lo primero que pensó al despertar el día siguiente. Sus ojos grises sobre los suyos, penetrantes como ninguno, su rostro cubierto de sudor hasta su cuello...

Le disgustaba pensar de esa forma de una reclusa. Había visto ir y venir muchas mujeres en confinamiento igual o más atractivas que Nicasia, desde el físico hasta el carácter. Muchas de ellas coqueteaban con él sin escrúpulos; aún lo seguían haciendo cuando tenían oportunidad, pero ninguna era Derval y no sabía cómo sentirse al respecto.

Quería convencerse de que todo este asunto lo atraía como insecto a la luz por el llamativo caso policial de Nicasia Derval; pero no era cierto.

La primera vez que la había visto, captó su atención de inmediato. Entonces, fue algo inocente.

Anoche, en cambio, cuando la interceptó sobre Jevon Kimball, fue diferente. La forma en que se había acercado a él le hizo perder el hilo de sus pensamientos y en cuanto lo acusó de tener una relación con Erna, deseó volver el tiempo atrás para borrar lo ocurrido en el salón de guardias.

Dio vueltas en la cama, estirando el brazo hasta la pulsera que utilizaba para recibir noticias de confinamiento. Tenía un alerta.

Se sentó, presionando la pantalla para revelar el mensaje: Todas las autoridades en la oficina de Meissa Wadira.

Tomó aire; recordando la reunión que había mantenido el día anterior con Thelonious Jaha, el comentario de Erna, la inyección... ¿Sería capaz Meissa de llevarlo a tal extremo?

Quitó las sábanas del camino, apoyando los pies en el piso oscuro.

—¿Ya te vas? —preguntó la voz soñolienta de Octavia, recostada en la cama improvisada junto a la de Bellamy.

—Sí —replicó, girando hacia Octavia, aunque no podía verla en la oscuridad—. Tengo una reunión.

—¿Hoy también volverás tarde?

Sonrió. Era una respuesta que no quería dar.

—Como todos los días.

—Me quedaré despierta —aseguró. Bellamy oyó cómo se deslizaba despacio hacia el sueño—. Tal vez puedas contarme una historia con final feliz.

Esto lo hizo reír.

—Todas las que conozco terminan en tragedia —repuso en broma; aunque fuera verdad.

—Busca alguna con final feliz, entonces —pidió.

Bellamy abrió la boca para decirle que sería imposible durante el día debido a que estaría ocupado en confinamiento, pero recibió la respiración apaciguada de su hermana y supo que había vuelto a dormirse.

Se puso de pie para prepararse.

Se puso de pie para prepararse

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Errante || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora