Errante || Bellamy Blake

Dieciocho.

BELLAMY

La observó alejarse por las escaleras hasta su celda, balanceando su peso de un lado a otro para evitar seguirla. Sentía la mirada de Erna sobre él. Seguía cada movimiento como si se tratara de un sospechoso.

Pasó una mano por su cabello, desarmándolo y exhaló. ¿Qué había pasado con Nicasia? Era una sorpresa que la hubieran sacado de aislamiento y se viera de tal manera. ¿Por qué había pedido una tarjeta para hacer una llamada? En el pequeño salón, apenas había logrado captar algunas palabras sueltas, como mamá.

Giró sobre sus talones, poniendo distancia entre las rejas y él hasta apoyarse en el escritorio. Erna lo observó atenta.

—¿Qué pasa, Blake? —susurró.

Bellamy tomó la lapicera que descansaba delante suyo para hacerla jugar entre sus dedos.

—No sabía que sacarían a Derval de aislamiento —comentó, esperando que la preocupación no se reflejara en su voz.

—Supongo que Qadira creyó que era castigo suficiente —replicó con liviandad. Llevaba su cabello en una alta coleta al igual que todos los días, sus ojos celestes reflejaban curiosidad y Bellamy giró la cabeza, incómodo. Era suficiente con Wells taladrándole la cabeza—. Tuvo un vis a vis íntimo.

Volvió a ella.

—¿Con quién? —preguntó sin ocultar su sorpresa.

—Con su pareja, ¿con quién sino? —El tono de Erna era cuidadoso—. Aunque no parece que le haya ido muy bien.

Jevon lo había visto. Estaba seguro. Había sido un idiota en infiltrarse en Arcadia, debería haber tenido más cuidado. ¿Cómo no lo había pensado?

Pero... ¿Por qué Nicasia reaccionaría de tal manera? ¿Por qué llamaría a su madre? Cuanto más lo pensaba, más crecían las preguntas en su mente. Y más seguro estaba que lo que fuera que pasara entre Nicasia y Jevon, poco tenía que ver con una simple relación amorosa. No tenía idea de lo que había sucedido, pero debía ser algo grave si Nicasia había llamado a su madre.

—Blake. —Levantó la mirada hacia Kit Narelle, quien acababa de asomarse del pasillo que conducía a la sala del vis a vis íntimo—. Necesito que te encargues de unos papeles.

Bufó, alejándose del escritorio. No veía la hora de que le quitaran la venda para poder ingresar al otro lado de la reja... Para poder estar más cerca de Nicasia.