MI GRAN AMOR - Raúl Meza Torres

09

Soltó un pesado suspiro y me dijo.

Raúl: Ashley por favor tú sabes porque...- ni siquiera lo dejé terminar.
Ashley: no no se porque y sabes porque no se, porque TÚ ni siquiera me diste una explicación solo te largaste y me dejaste y ahora vienes, no es posible Raúl.- intente esquivarlo para seguir caminando pero me volvió a jalar del brazo
Raúl: no.- solo dijo eso y me miro serio
Ashley: ¿Que? ¿Como que no? Si es mi decisión no tuya.- lo mire molesta he intenté zafarme pero me jalo más a él
Raúl: dije que no Ashley, tú vienes conmigo que tenemos que hablar.- y todavía se hace el ofendido y se enoja, por Dios.
Ashley: mmm no creo he, puedo caminar hasta mi casa y tú te puedes ir volando a tu rancho.
Raúl: de ninguna manera vamos.- literalmente me jalo hasta la camioneta, la misma camioneta que veía afuera de mi casa todo el tiempo, tal vez era coincidencia pero no con este hombre nada es coincidencia.
Ashley: esta camioneta... porque ha estado afuera de mi casa.- le dije ya sentada ahí.- he! Respóndeme !
Raúl: alucinas mujer.- evito mi mirada volteando por la ventana
Ashley: que no te quedó claro que no quiero nada de ti y mucho menos quiero a tus matones fuera de mi casa.- le dije tratando de hacer que me mirara pero solo se volteaba más.
Raúl: no hablaremos hasta que estemos solos tú y yo.- lo que me faltaba estar sola con este bipolar.

Llegamos al famoso rancho de su familia, de algún modo me emocionaba estar aquí por que yo siempre he quiero vivir o por lo menos visitar un rancho.
Raul: ven.- me dijo y tomó mi mano esta vez fue suave sin jalarme, caminamos unos metros por el pasto y varios rosales.

Raúl: Ashley, me gustas y me gustas mucho.- se puso frente a mi y me miro a los ojos

Yo lo mire divertida

Ashley: y que quieres que te diga he! Que tú también me gustas y que quiero algo contigo!.- me miro serio.- TAL VEZ lo hubiera hecho si no te hubieras ido, pero como ya vez no queda nada de ti en mi y nunca lo habrá Raúl.- nunca deje de mirarlo a los ojos. Soltó un suspiro y se volteó a mirar para el frente cruzado de brazos sin decirme más.

Mire al suelo, no sabía qué hora era ni siquiera sabía donde estaba mi teléfono, pero bueno creo que ya hablamos y ahora ya me puedo ir.

Ashley: Raúl si eso era todo lo que teníamos que hablar me puedo ir ya.- me puse frente a él y levantó su vista, estaba serio y su mirada era fría, creo que lo había lastimando con sus palabras, bueno él me lastimó con sus pendejadas creo que ya quedamos a mano.
Raúl: Ashley, es viernes y no irás más a la escuela qué pretexto tienes ahora.
Ashley: ¿que? Y porque no tenga escuela crees que no tengo cosas que hacer ?.- le pregunté ofendida.
Raúl: tú no eres muy de salir y eso lo sabes.- sonrió y ahora él como sabe eso
Ashley: y tú cómo sabes eso.- su sonrisa al instante se borró.- sabes que no me importa, tú todo lo sabes y haces lo que quieres SIEMPRE .- me cruce de brazos y me digne a comenzar a caminar para salir de aquí.
Raúl: si hago lo que quiero entonces haré que te quedes aquí mija.- me abrazo por la espalda y recargo su cabeza arriba de la mía.
Ashley: mm suéltame.- quite las manos de mi cintura.- no me quedaré a ver cómo haces lo que quieres conmigo igual que con las demás mujeres en tu vida.
Raúl: Ahh caray cuáles mujeres si la única mujer en mi vida es usted.- me dijo sonriente el cínico este.
Ashley: si claro y yo me chupo el dedo.
Raúl: es la verdad Ashley, si no fueras importante para mi no te hubiera traído para el rancho.
Ashley: huyy no pues que detalle pero olvidas que ni siquiera quería venir contigo .- volví a caminar.
Raúl: vas a caer Ashley y estarás tan atascada como yo lo estoy contigo.- que seguridad la de este hombre
Ashley: así pues no creo Raúl.- como sabía si volvía a caminar me detendría fácilmente pues que me le hecho a correr, se que de todos modos me atraparía pero por lo menos que le cueste más trabajo, él venía corriendo detrás mío, no tenía idea de a donde me dirigía solo corrí al rededor de toda la finca, corría y corría lo más que podía pero como tengo una condición buenísima y una velocidad genial no pasaron ni dos segundo cuando sentí los brazos de Raúl tirándome al suelo con él encima.