S I E T E

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S I E T E

Ir al terreno de construcción y que mucha tierra no se de donde cayera en mi rostro, fue una estupidez grandísima.
Ahora estoy sufriendo, primero me costó sacarme la tierra del pelo, dejármelo más tieso que sabe qué, y mi piel bajo de la ducha parecía que el agua era amarilla y ni hablar de mi ropa tenía diversos colores que al quitarmela una nube de polvo salió de ella. Mis tacones no tenían su color original... y lo peor de todo: mis ojos... agarré una alergia que me los tiene hinchados y por lo tanto no puedo ponerme los lentes de contacto, tengo que usar gafas...

El dolor en mi vista produjo dolor de cabeza... es horrible no se lo deseo a nadie sólo al asiático de mi jefe.

Me coloco un pantalón blanco con unos botines y una camisa floreada suelta, me hago una coleta alta, no deseo dejarme el cabello suelto y mucho menos después de lo de ayer. Tengo mis gafas grandes negras y trato de maquillarme un poquito para disimular mi enrojecimiento.

Bajo las escaleras del edificio en donde vivo con pesadez ya que los ánimos los tengo por el suelo. Salgo de aquí y no me fijo de la camioneta que está estacionada afuera.

-Vaya, vaya... es cierto, aquí es el edificio donde vives.

Volteo, esa voz...

-Abuela...

-¡Que vergüenza!... vivir en éste cuchitril.

-Vivo por mis medios...

-Porque quieres.

-No regresaré... es más voy tarde al trabajo.

-Necesitamos hablar.

-No tengo nada de que hablar...

-Necesito que retomes tu compromiso con Stephen Walcott...

-Ni loca... que lo haga Charlotte.

-Tu eres mi nieta legítima... Ya que tu madre firmó ese papel que separa los bienes de los Salvatore con los Kipling...

-Lo siento, pero no lo haré...

-La empresa te necesita...

-Busquen otra manera... pero yo no me casaré con él, no después de ver como se revolcava con la zorra de mi hermanastra...

-Cuida tu boca... y me debes respeto, todos estos años que te mantuve a ti y a tu madre... nos debes ese favor.

-Voy tarde... y no, mi respuesta sigue siendo NO.

Salí de allí como pude, ahora no sólo con el ardor de mis ojos sino también con un dolor en el estómago.

Siempre odié que me sacaran las cosas.

Por qué no me abortó y todo fuera sido diferente.

Voy tarde, entro al edificio de los LC&H y tomo el ascensor.
Presiono mi piso y llego a éste.
Llego tarde, lo sé.
Camino rápido y está allí América

-Pensé que no vendrías -me dice

-Tuve un inconveniente... y por eso me tardé.

IntensaMenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora