C U A R E N T A- y N U E V ENecesitaba un asistente y la hija de Marta un empleo que la ayudara a sustentarse antes de que su hijo naciera y pues ahora me ayuda con mi agenda y asuntos que una mujer embarazada puede gestionar.
Trabajo desde mi casa por lo que ella tendrá un lugar donde descansar y hasta dormir si así quiere.Llevaba trabajando dos días conmigo, Marta se puso feliz, ella sustituye el cariño de Morey que sigue en Vancouver y el de Chuy que está en USA.
Catherine Golgi hija de Marta Golgi es una excelente mujer que a pesar de tener seis meses de embarazo, contemporánea con Mari mi mexicana del alma, es diligente, responsable y decir que da la talla a mis expectativas se queda corto, es virtuosa en todo los sentidos es como ver a Marta versión joven y castaña con sus ojos castaños y sinceros. Luchadora, es el ejemplo vivo de todas aquellas mujeres que se levantan diario con el propósito de surgir y no dejar que la adversidad y los problemas que la vida nos pone la consuma y da todo lo mejor en todo lo que hace.
Me ha armado la agenda de todo el mes de julio y me ha organizado mi estudio que tenía planos por doquier y las cajas que me enviaron de Estados Unidos con los planos diseñados y todo los contratos que había hecho.
Me ayudó a encontrar un contador para mi negocio y se ha encargado de llevar las nóminas y todo el control contable como le explicó el profesional.—Nechi... —entra al estudio que se encuentra al lado del despacho— llamó el señor Santos y pregunta si puede ser atendido hoy a las cuatro. —habla Catherine
—Cathy dile que lo estaré esperando con gusto.
Salió dejándome trazando un diseño de otro cliente.
Mi hijo no ha regresado, hoy será el día que venga Christine o Crystal o cualquier otra persona ya que el hombre no me quiere ver ni en pintura, muy maduro de su parte.Terminé de hacer todo y con Cathy quedamos matandole un antojo, se lo que se siente que tu boca se haga agua por algo sin saber por qué necesitas comertelo, compramos brownies y batido de chocolate.
La hora se nos fue y el timbre sonó. Me levanté apurada y encontré a un Christopher con un jean ajustado negro y una camisa rosada que le queda matadora y unos zapatos negros y mi baba en la cara con lo espectacular que se veía.—Hola Venecia... —sonríe a mi dirección y me hace señas con su índice de que tengo algo en la cara— tienes... un poco de chocolate. —me limpio el lado equivocado hasta que el se place de mi y me limpia.— ya... listo.
—Lo siento... estaba en la merienda, llegaste en buen tiempo. ¿te apetece comer brownies y batido?
—Seré el hombre más feliz en este día si comiera esa deliciosa merienda.
Lo invité pasar y fuimos a la cocina donde estaba una mujer que parecía una niña comiendo a escondida de su mamá, es divertida la cara de satisfacción de Cathy cuando sacia su antojo.
—Buenos tardes... —habla él y Catherine con la boca llena asiente y él se ríe con gracia
—Cath él es Christopher Santos, el señor con quien hablaste ésta mañana. —ella asiente y se pone roja
—Mucho gusto señorita Golgi. —ella vuelve a asentir y yo le ofresco un brownies y la bebida.
No le importa comer con nosotras y se siente lo humilde y agradable que es, siendo otro empresario me fuera tildado de poco profesional y el parece disfrutar de nuestro tiempo de merienda.
Nos levantamos y fuimos al despacho, dejamos a Cath en la cocina y empezamos a trabajar con sus ideas.
Quiere una casa pequeña de una planta y con muchas habitaciones, con un gran jardín, porche y tinglado, se decidió con que sea una casa de playa, el terreno está comprado y sólo falta hacer el diseño y sacar el presupuesto total incluyendo mano de obra.
Pidió los mejores materiales de construcción y resistente para la sal marina.
Mis amigos mexicanos me enviaran varios modelos de casas donde ellos vivieron. El propuso un diseño campesino, nada moderno, con tejamanil, con teja gran parte de la casa, también pidió diseñar el jardín. La casa de los sueños de su mamá.
Cada vez que habla de su mamá le brillan los ojitos y parece ser mas claro es un gran hijo.
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IntensaMente
RomancePor qué no eres como ella.. Aprende a Charlotte.. Esas eran las frases de mi madre, era común en ella. Y Luigi, jamás fue un padre, ni nada cercano a eso. Mi libertad se dió al salir de esa casa. Ya no soy la hija imperfecta de Mónica de Salvatore...