C I N C U E N T A- y- O C H O

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C I N C U E N T A- y- O C H O

Así como nació Matthias horas después, al día siguiente llegó la hija de Peter y Maricruz Robinson.
Al principio decían que era un niño luego niña y después niño hasta que por fin nació Pamela Robinson.
Las fotos llegaban y los vídeos de su parto. Estábamos felices.

Dieciséis de octubre nació el pequeño Matthias y el diecisiete la chiquilla.

Estábamos felices.

Había una celebración de caridad que siempre hacen está vez contra el cáncer.

La invitación me llegó gracias a mi registro y mis pagos que me considerarón parte para dicha reunión.

Estaba con el regalo de Gaby, Ander me tenía loca y la donación de la fundación.
Es una linda labor.
Mi hijo lo vestí con un traje color azul y corbata negra, yo me puse un vestido azul del mismo tono. Decidí que me recogeria el cabello.
Tengo entendido que todos irán. La gente de alta sociedad y aquellos que tienen influencia. Todos por la misma labor.
Vi a los Walcott y Kipling, Salvatore, Holmes, Lovecraft, Mauro Mallory con su familia, distinguí a Happy Baby y su equipo.
Me encontraba sentada en una mesa junto a otros con microempresas y aquellos que trabajaban por su cuenta.

—¿De la MIT? He escuchado maravillas de ese lugar. —un hombre que no conozco no dejaba de hablar.

—Si. Fue un privilegio.

—Pensé que eras esposa de Lovecraft.

—No. No lo soy —mi mirada se fue a la mesa donde se encontraba Aaron con su familia, al lado de él estaba Anne Brito riendo cómo la mujer más dichoso del mundo.

—Entonces eres soltera. —rodé los ojos.

—No. Estoy comprometida —dije para sacarme al pesado que no dejaba de molestar.

—Si estuvieras comprometida no estuvieras sola con tu hijo. —miró a Ander y el pequeño no le dió una buena mirada.

—Dejé a mi pareja —se afinco en lo último— sola porqué me tocó estar con mi equipo de trabajo —levanté la vista y un moreno con lindos ojos que no perdió tiempo de guiñarme uno me extendió su mano— bailemos ésta pieza. —mire a Ander y este se encogió de hombros con una sonrisa.

—Hijo vengo ahorita. No te muevas.

Me levanté con ayuda de Eliezer y nos colocamos en la pista.
Habían pocas parejas bailando.

—Pensé que habías vuelto con el asiático. —dijo sonriendo a la pareja que bailaba a pocos metros. Y posando su mano más abajo de lo que debería cerca de mi trasero.

—Estamos dando un paso a la vez. —coloqué su mano en mi cintura.

—Yo iría a mil si fuera él ¿qué hace sentado en esa mesa? debe espabilar. Está dormido.ñ ¿por qué no estás con su familia?

—Hemos tenido encontronazos desagradables gracias a Anne Brito. Es una falsa mira como sonríe. —miramos a la susodicha y ésta capta nuestra mirada y la muy hija de su madre aprovecha y posa su mano en el muslo de Aaron. Le sonreí falsamente y hice cómo si no me importara Aaron le quita su mano y dirige su vista a dónde mira Ann y se da cuenta que es a nosotros cosa que aprovecho para guiñarle un ojo y el sonríe. Lo que no me percaté fue la actitud de Eliezer, a él si le molestó que ella tocara a Aaron.

>> ¿Todavía sientes cosas por ella?

Me dió la vuelta en medio de la música y respondió:

—No sé de qué hablas.

—Se que te molesta la actitud inmadura de Anne. Eres guapo, tienes la oportunidad de buscarte una mujer con toda la extensión de la palabra: Mujer.

—Lo sé,  ¿cómo le digo a mi corazón que no?

—Date valor. Ella es una arpía. —voltee por reflejo y quedé en shock a ver a Charlotte con Stephen Walcott sentados en una mesa.— creo que lo mejor es irme.

—¿Todo bien? —el voltea a donde yo miraba antes pero no se percata en realidad de lo que pasa.— apenas llevas unos minutos.

—Si. Creo que mejor es marcharme. Tengo que terminar unos planos para una empresa y...

—Y deja de mentir ¿qué sucede? —mi vista se nublo y el pulso se aceleró— Nechi... flaca, no cierres los ojos mírame —fue difícil hacerle caso cuando me pedía mantener los ojos abiertos. Todo se puso borroso hasta no sentir su tacto ni sus palabras.

El alcohol entró y se coló en mi fosas nasales. Con un rústico movimiento eché la cabeza hacia atrás y me golpeé con la pared. Abrí los ojos y me encontré con una señora que no conozco y a Eliezer hablando con Aaron.
¿Estos dos? Eliezer debe desear matarlo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la señora

—Mareada.

Me pasó una bebida que acepté. Aaron se acercó

—Mi hijo lo dejé en...

—Está con mamá. ¿Que sucedió? ¿Fue por ver a Walcott? —asentí— Entonces nos vamos. Ok.

Le dijo algo a Eliezer y me ayudó a ponerme de pies y salimos al salón donde estábamos atrayendo las miradas de todos hacia nosotros.

—Vamos por Ander —le dije y me llevó a la mesa donde estaba su familia. Con un movimiento de manos y pocas palabras ya Ander estaba con nosotros a punto de irnos

—¿Te vas con ella y me dejas a mi que estoy embarazada? —habló drama-queen

—Puede quedarse y yo puedo irme con Eliezer Crohn —le dije haciendo énfasis en el hombre y miré a Anne— Son amigos ¿No?. Fíjate que me ha hablado de tí. —su cara se puso roja. Mi hijo tomó mi mano y la de Aaron.

—Aaron es humillante que te vayas con tu amante —le grito atrayendo las miradas de todos a la mesa.

—Aaron Prince, tú mujer tiene razón y no te vayas con ésta... mujer —Christine tenía intención de decir otra cosa y me cabree.

—Más respeto —mire a la madre de Aaron— líbrame de las aguas mansas que de la brava me libro yo.

—¿Que quieres decir? —dijo la asiática alterada

—Christine... El tiempo lo dirá sólo. Y tú, Anne Brito que tenga entendido ya no tienes una relación con Aaron  por ésa razón el vive en un departamento que no es su casa ¿No? Se ha desligado de tí y sólo los une el fruto de tu vientre.

—Por tu culpa —empezó a estar histérica, tiro una copa al suelo y grito con voz al cielo— por tu culpa zorra —retrocedi y todos se acercaron para atender a la alterada Ann incluso Shadia y Crystal. Mis hermanas me miraron y tuvieron intención de acercarse pero Shadia las detuvo.

—Creo que es mejor que te quedes —le dije Aaron que se veía serio

—No. No eres mi amante para ocultar te eres el amor de mi vida y la madre de mi hijo.

Miré alrededor y vi los flashes de muchas cámaras

—Mañana en todas las revistas del país saldrá este escándalo. —lo vi directamente a los ojos— La zorra de Venecia Kipling se roba a Aaron Prince Lovecraft y la publicista Anne Brito grita por todo lo alto la huída del empresario con su amante.

—Te faltó una cosa. —dijo divertido

—Y para molestar a su ex pareja antes de irse besa a su amante y se marchan junto con su hijo.

Me pego a su cuerpo con una mano en mi cintura y me besó, delante de los flashes. Nos separamos y me da un beso en la nariz

>> Ahora sí, vamos campeón —mi hijo miraba con gracia la cara de amargada y alterada de las personas que estaban en la mesa. Llámenme zorra pero este hombre es mío

IntensaMenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora