T R E I N T A- y- C I N C O

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T R E I N T A- y- C I N C O


Fiesta de cumpleaños.

Suena lindo. Pero es extremadamente estresante.

Soplar los globos. Comprar el pastel, los cotillones, la piñata, los regalos. Las invitaciones...

Sí, los regalos.

Las opiniones de tus amigos cuenta mucho.
Mi hijo quería de Súper héroes. Al principio quería de animales, luego de disfraces y luego la temática fue de Super héroes, una semana antes... una semana antes me pidió que fuera de Supers, le dije que no, los ingresos los había gastado todo en las otras temáticas. Le dije: ¡no!
Se puso a llorar y a patalear, era un ataque de rebeldía, mi hijo jamás tenía un ataque de esos, nunca lo he consentido demasiado para evitar esos arranques de conducta errónea.

Pero sus tíos, los alcahuetes lo apoyaron y terminaron de convencerme cuando yo no lo aprobé.

Psicología. . saben usar psicología en las personas.

Pero bien... aquí estoy, junto a muchos niños en casa de Manuel vestidos de supers: Mari y Peter de los increíbles, Alessa uso un traje igual a los de la pantera negra,  Manuel Ironman, Nicholas capitán América, Rita Harley Quinn ya que quiso marcar la diferencia, Andrés Batman, Landon Falcon. Raúl sé pintó el cabello verde para ir a conjunto con Harley Quinn, y yo Super Woman.

Y mi hijo de Superman, su capa roja, sus pequeños pectorales prolongados, su peinado igual al de Super, me costó con mucho espray y productos de belleza como laca para dejar el peinado estático.

Toda la casa está lleno de minis super y de villanos.

Cuatro años... son cuatro años y parece mayor, es muy maduro.

—No puedo creer que hace cuatro años ese pequeñito cambió nuestras vidas —opina Marichuy, es como su abuelita.

—Sí... —estoy embelesada viendo a mi hijo jugar con el castillo inflable.—  ¿sabes lo que me pidió?... quiere que le diga a su padre de su existencia.

Marichuy me da una palmadita en la espalda.

—Que esté rodeado de tíos y personas que le den de todo y sobre todo amor, le falta el cariño de un padre y ese vacío no lo saciaras tú... escúchalo.

— ¿Y como le diré a Aaron?: ¡Ohhh! Aaron... hace cuatro años me di cuenta que estaba esperando un hijo tuyo, y aunque no me quisiste en tu vida y me alejaste y no me buscaste lo suficiente, no pude decirte la verdad.

—No seas testaruda... algún día el pequeño te recriminara todo... y el padre también. Acuérdate de lo que sentiste tú cuando no tuviste a tu padre.

—Lo sé Chuy... es algo difícil. Él hizo su vída  ¿y si se la arruino?

—Un hijo nunca arruina la vida de un padre...

—¡Lo sé...!

—¡Meditalo...! —se alejó, dejándome con la desesperación, se me acercó Nicholas.

—¿Que tienes mamasita?

—Si una mujer te ocultara que eres padre de un pequeño, que prácticamente es un milagro porque hay poca probabilidad de que fecundes. Y luego te enteras... ¿como reaccionarías?

—Bueno... primero no pienses que estaré contento, me perdí los primeros años de mi hijo por tu indiferencia y tus miedos, y es un milagro... me molestaría y luego te amaría por darme ese regalo —me regaló una de sus increíbles sonrisa, me abrazó.

—No se que hacer... me ha pedido conocer a su papá.

—Lo sé.  Me ha pedido a mi convencerte a que lo hagas.

Me separo de él y las lágrimas no tardan en aparecer.

—No llores... está mirando para acá y es un niño muy inteligente y se dará cuenta que mamá llora.

Me seco mis lágrimas.

—¿Todo bién...? —se acerca preocupada Alessa.

—Yo voy con el chiquito y ustedes hablen...

Se alejó dejándome con mi amiga.

Le conté todo.

Necesito intervención divina.

—Torta torta torta... —gritan los niños cuando una torta de tres pisos diseñados con todos los Supers apareció a su vista.

Los chicos lo colocaron en la mesa y se encendió las velas. Subimos a mi pequeño super en una silla para que alcanzara.

— ¡…Feliz cumpleaños a ti.!  —terminó la canción, Andrés grabó como siempre cada momento, las chicas gritaban y junto algunos padres y colegas de nosotros chiflaban.

Mi pequeño se acercó y con cuidado cerró sus ojos y luego los abrió feliz y apago sus velitas.

No contuve las lágrimas y lloré, de felicidad, de culpa, de sentimientos encontrados.

La verdad que he intentando llamarlo y decirle la verdad.

Una vez lo llamé y contesto una mujer que era su novia y todo se vino abajo, sólo le dije que me equivoqué de número.

Le he enseñado fotos, vídeos, audios sobre la familia Lovecraft para que el lo conozca, también de mi familia materna. Lo he intentado, le dije la verdad a mi hijo y el sólo me pidió conocer a su papá.

—¡Mamá...! —grita eufórico— el tío Manu me dió una bici ¡está de lujo!.

Ha decir verdad, ha recibido muchos regalos, tablets, videojuegos, todo lo que un niño quiere, carros a control remoto, un carro grande que el puede manejar.

Son regalos que estan en su habitación, un carril de tren, ese me gustó mucho, mi papá se la comió con ese regalo.

Mi hijo cuida sus cosas. Es muy cuidadoso.

—¿Y que piensas hacer? —me pregunta una Mari embarazada.

Ha pasado mucho, Mari embarazada, Rita felizmente casada con Raúl, el amorío descubierto y duradero de Alessa con Nicholas... la soltería de Manuel, Andrés flechado y me parece que Landon tiene su enamorada.

No puedo con una relación, he intentado salir, disfrutar y no puedo. No salgo de besos pasionales, sólo eso.
Ya no soy una mujer que anda con cualquier tipo, ahora velo por el bienestar de mi hijo, y lo seguiré haciendo.

Perdóname Aaron pero aún no puedo decirte...

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