Jonah logró que Mario Andrés no cometiera el que podía ser el error más grande de su vida: casarse con Tiffany Hans.
Ahora, Jonah tendrá que enfrentar a su mamá con el miedo más grande que tiene: decirle que es gay. Además, enseñarle a Mario a crec...
Se recomienda escuchar Do I Wanna Know? de Artic Monkeys al llegar a esa escena.
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El camino de regreso a casa y el transcurso en el ascensor ha sido en silencio. No estoy seguro si Mario está molesto o algo conmigo, que si bien no tendría razón para estarlo, no pienso presionarlo tampoco.
Puedes querer o amar a alguien, caer en dependencia emocional como algunos comenten el error, pero lo que no puedes hacer es presionar a alguien para que diga o haga algo que no quiere. Si no quiere hablar, no lo puedo obligar.
En lo que atravieso el umbral, me dirijo a mi lugar favorito a ver la luna reflejada en la playa. Comienzo con la camisa, los zapatos y de último el pantalón para sentarme en el mueble solo con mi ropa interior.
De un momento a otro, las luces del salón se apagan y se encienden otra, con una tenue luz morada que ilumina a Mario. Se cambió la ropa y trae puesto una franelilla, un jogger holgado y una gorra. De cierta forma, me causa gracia verlo vestido así, pero prefiero mantenerme serio para no arruinarle cualquier cosa que tenga pensado hacer.
—¿Listo para empezar la celebración?
—Más que listo —respondo.
Me recargo en el ventanal y estiró mis piernas, poniendo un pie arriba del otro. De alguna manera, la situación me causa algo de excitación y una erección se comienza a formar dentro de la fina tela.
Do I Wanna Know? de Artic Monkeys comienza a sonar en el estéreo a un volúmen considerable y Mario se acerca haciendo unos movimientos sensuales. Antes de llegar a mi, se lanza en el piso y mueve su trasero en el aire en una especie de twerk.
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Nunca había admirado esa parte de su cuerpo más allá de parecerme bien formado. Pero ahora mismo me provoca hacerle otras cosas.
Mario se levanta del piso y termina de llegar a mi lugar, retirando la franelilla en el proceso. Toma mis manos y las desliza por su torno desnudo, por las costillas y finalmente las deja en su espalda baja, dónde comienza su formado trasero. Su vientre comienza a contraerse al ritmo de la música como si fuese una especie de danza árabe.
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