Dioses Oscuros //Karmaland 4//

9- No Pueden Engañarme

La explicación que Luzu le había otorgado era un tanto curiosa, sin embargo, no tan extraña como debería. 

-Entonces me estas diciendo que tus dioses oscuros esos, por algún motivo que todavía no comprendes, te mostraron mi pequeña "charla" con los dioses y luego te insistieron en que me buscaras para ser tu... ¿Cómo dijiste? ¿Compañero? Así que te levantaron en medio de la noche para que vinieses a mi casa y hablases conmigo, diciendo que yo sabría que hacer después ¿Estoy en lo cierto?- Luzu lo miró jugando con el vaso de agua que sostenía entre sus manos. 

-Si... más o menos es eso... Debes de estar pensando que estoy loco o algo- ¿Loco? Lo que dices tiene más sentido de lo que aparentemente crees Se encogió de hombros, recogiendo su propio vaso de la mesa frente a ellos. 

-No, estas diciendo la verdad, de eso estoy seguro- El dueño de Manolo esta vez le miró sorprendido. 

-¿Cómo sabes que no te miento?- Vegetta no pudo evitar carcajearse ante eso, aunque respondió de igual forma. 

-¿Sabes Luzu? Cuando alguien te dice que te cree, usualmente no pones en duda tu relato, por que se supone que, o estas diciendo la verdad, o no quieres que la verdad se revele, no un punto intermedio- Su amigo bajó la vista sonrojado y avergonzado al darse cuenta de que lo que Vegetta decía era verdad -Además, no bebiste ni un poco de agua en todo este tiempo- Sonrió al notar la mirada de confusión de Luzu.

-¿Qué quieres decir con que no bebí agua? ¿Eso que tiene que ver?- El dueño de la isla sonrió mirando a su amigo. 

-Puedes ser muy buen mentiroso, Luzu, pero siempre hay algo que te delata, tu nerviosismo- El recién nombrado inclinó la cabeza hacia un costado en un adorable gesto de confusión, Vegetta carraspeo enternecido antes de continuar -Cuando mientes, una parte de ti siempre esta nervioso, sueles disimularlo bastante bien, pero siempre te seca la garganta, así que si tienes algo para beber, pues bebes, y si no, carraspeas todo el tiempo. En cambio, cuando no mientes, pero si estas nervioso, no solo lo dejas ver, sino que no se te seca la garganta, por lo que no necesitas beber nada y solo juegas con lo que tengas en tu mano- Señalo con su dedo al vaso que Luzu sostenía y que miraba con sorpresa. 

-¿Qué...? ¿Cómo...?- Luzu pasaba su mirada de Vegetta al vaso y del vaso a Vegetta, sin poder procesar lo que acababa de aprender. 

-Puedes mentirme Luzu, todos pueden, pero eso no significa que puedan engañarme en realidad, conozco todos sus gestos y expresiones corporales, me entero de todas las cosas que hacen siempre de una forma u otra, no lo sé todo, pero siempre sé más cosas de las que pueden creer- Vegetta sonrió suavemente mientras Luzu dejaba lentamente el vaso en la mesa. 

-Si sabes tantas cosas... entonces sabes quienes son la hermandad oscura, o sabes quien es la persona que suele explotarte la puerta- Luzu le miraba ahora con cierta vergüenza y temor, como un niño que rompió un jarrón y pensó que nadie se había enterado, pero resulta que todos lo sabían. 

-Si, también sé que tú, y Lolito, y Auron, y Mangel, saben quien conforma la hermandad oscura, honestamente, la única persona de entre nosotros que no sabe quienes son la hermandad oscura es Alexby- Ambos sonrieron ante la mención de su amigo más pequeño -Pero eso no es importante ahora, tenemos que irnos- Se levantó rápidamente del sillón en donde estaba sentado, Luzu le imitó confundido. 

-¿Irnos? ¿A dónde?- Vegetta le perdió de vista por un momento cuando fue a su sala de cofres a buscar algunas cosas. 

-A hablar con los espíritus, por supuesto- Le respondió con obviedad -Ahora vamos, necesitamos que siga siendo de noche- Salieron ambos rápidamente por las puertas de la mansión, uno confundido, y el otro decidido. 

Pero en los sentimientos de ambos héroes una cosa había en común, ambos sentían que todo había sucedido muy rápido, y ambos tenían el presentimiento de que, después de esta noche, nada volvería a ser igual.