1- El Sueño

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El suelo reflejaba fuertemente el brillo del lugar, las grandes columnas de mármol se veían por todos lados, el césped relucía en un verde brillante y las hojas de los árboles se mecían suavemente. Habría sido una vista sumamente hermosa, de no ser porque aquella visión también incluía un Audio. 

-¡¡No pueden obligarme a eso!! ¡¡No es justo, yo lo amo!!- Luzu se sentía perdido, no entendía dónde estaba, ni porque estaba viendo a su amigo amante de las reglas y el morado discutir contra los dioses. 

-Sabes bien cual es tu labor, Samuel, ella ha realizado un reclamo, debes cumplir- Exclamó el dios que estaba sentado en el trono del centro. 

-¡¡Pero yo lo amo!! ¡¡Y él me ama a mi!! ¡¡Nos vamos a casar!!- Aún confundido por todo, Luzu vio a Vegetta caer al suelo con un aspecto derrotado y llorando.

 -¿En serio crees eso, Samuel?- Exclamó una diosa que se encontraba a la izquierda de la sala.

 -Que... ¿Qué quiere decir con eso?- Vegetta tartamudeaba, lágrimas caían de sus ojos libremente y chocaban contra el suelo reluciente. Luzu se sorprendió al ver que Vegetta demostraba miedo, que estaba asustado.

-Si Rubén realmente te amase, ya habría dejado a aquella chica y tú lo sabes- ¿Están hablando de Nieves? Pensaba Luzu.

-Pero... no... yo sé que él- Vegetta temblaba, miraba al suelo y tartamudeaba, Luzu quería ir, confortarlo, pero no podía moverse, sus pies parecían estar pegados al suelo. 

-Ya basta Samuel, no te creamos para esto- ¡¿Qué!? -Tienes un deber como Líder de los héroes, y es proteger y hacer feliz a todo el pueblo de Karmaland, no puedes permitirte ser egoísta. Será mejor que dejes de mostrar esa actitud rebelde ahora mismo, quizá podrías ser como tus compañeros, los otros héroes si cumplen con su deber- Hubo un silencio inmediato después de que el dios del centro terminase de hablar, lo siguiente que paso le puso a Luzu los pelos de punta. 

Vegetta se estaba riendo, había cortado el silencio con una carcajada tan tenebrosa que Luzu juró ver que hasta los dioses se estremecían. Inmediatamente después su cara cambió completamente, estaba molesto, Vegetta estaba completamente enojado.

-Rebelde- La palabra salió de los labios de Vegetta suavemente -¿Me estáis llamando a mi rebelde?- Su tono de voz iba aumentando -¿Me estáis diciendo que formar una jodida hermandad oscura para explotar el pueblo no es ser rebelde? ¿Qué asesinar a todo el pueblo o ser un puto político corrupto no es ser "rebelde"?- Luzu saltó al escuchar a Vegetta decir una mala palabra, su amigo estaba realmente enojado, parecía un animal salvaje, un lobo feroz dispuesto a saltar sobre ti y morderte la garganta. 

-¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué formas de hablar son esas Samuel? No puedes hablar así de tus compañeros- Exclamó un dios que estaba sentado a la derecha de la sala, era la primera vez en toda la discusión que Luzu le oía hablar. 

-¿Qué "que quiero decir"? ¿Qué no puedo hablar mal de ellos?- Vegetta apretó los puños, y Luzu se dio cuenta ,por primera vez en todo el tiempo que llevaba ahí, que su amigo sostenía una espada de hierro -¡¡Ellos destruyen el jodido pueblo!! ¡¡Se matan los unos a los otros!! ¡¡Se traicionan entre sí e incumplen todas las reglas!! ¡¡Reglas que, por si han olvidado, impusieron ustedes mismo!!-

-¡¡Samuel bas...- El dios del centro fue interrumpido abruptamente 

-¡¡No!! ¡¡Ya me cansé de esto, se acabó!! ¡¡Dejaré a Rubius si es lo que queréis!! ¡¡Pero será lo último que haga!!- Vegetta levantó su espada en tal posición en la que el mango estaba a la altura de su pecho y la punta de la espada apuntaba a sus pies, dio una respiración profunda y una expresión de calma total apareció en su rostro. 

Luzu dejó de mirar a su amigo y giró su cabeza hacia los dioses sorprendiéndose, estos estaban asustados ¿Qué es lo que va a hacer Vegetta que puede asustar tanto a los dioses? .

 -Yo, Samuel de Luque, héroe y líder de héroes de Karmaland, hijo de los dioses- ¡¿Hijo de quien dijo?! pensaba Luzu sorprendido -Renuncio a mi puesto como protector del pueblo, renuncio a mi fe y seguimiento de los dioses de Karmaland y nombro a...- Se quedó pensando por un momento antes de hablar de nuevo -Guillermo Díaz, como sucesor y líder de héroes, que así sea- Seguido de esto enterró la espada en el suelo, requebrajandolo.

Un trueno se escuchó a lo lejos, el cielo se volvió oscuro y lleno de nubes, una tormenta se había formado de la nada.

Dioses Oscuros //Karmaland 4//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora