Dioses Oscuros //Karmaland 4//

32- Somos Uno Para Él

Apenas Luzu salió por la entrada de la isla Vegetta se dirigió a desocupar y ordenar la mesa, pensando en que podría enseñarle ahora a su compañero. 

-Enséñale sobre mi, soy parte de ti, soy parte de él y él es parte de ti- Me gire para mirar al dueño de la voz. 

Frente a mi estaba yo mismo, una persona exactamente igual a mi, pero sin la chaqueta, en vez de eso el otro yo traía una especie de suéter sin mangas y con cuello de tortuga. Pero la ropa no era la mayor diferencia, la mayor diferencia entre yo y él, eran las orejas y cola de lobos que sobresalían por la cabeza y la parte baja de la espalda, además de la pequeña marca oscura alrededor de los ojos. 

-Lo sé, lo sé, estoy intentando pensar como se lo explico, no puedo llegar y decirle "¡¡Hola!! ¡¡Mira, este de aquí soy yo!! ¡¡Y gracias a mi ahora tú también tienes otro tú!!"- El híbrido yo bajó un poco la cabeza y frunció el ceño. 

-Bueno, si, tienes razón, no podemos solo decirle eso ¡¡Pero somos nosotros!! ¡¡Ya se nos ocurrirá algo!! Además no podemos ocultárselo para siempre, nos dolería y si él empieza a sospechar de algo entonces después se sentirá traicionado, lo amamos, juramos no hacerle daño y no romperemos nuestro juramento- Esta vez yo fruncí el ceño, frustrado. 

-También amamos a Rubius y aún así lo dejamos- El otro yo gruñó por lo bajo. 

-Pero Rubius no es nuestro compañero en este momento, Luzu si ¡¡Incluso podría ser nuestra oportunidad para contarle sobre nuestra vida de ladrones!! ¡¡Lobo Nocturno y tu mitad híbrida en un solo momento!! No tenemos nada que perder, ya sabemos que Luzu nunca nos dejará- En eso tiene razón... -Claro que la tengo- 

-No me leas la mente cuanto estás visualmente fuera de mi- Gruñí molesto -Ahora será mejor que empieces a planear todas las cosas que quieres explicarle exactamente, yo seguiré ordenando hasta que él llegue- Y con eso el híbrido se desvaneció, dejándome solo en la mansión.

Pasaron por lo menos dos horas desde aquello cuando Luzu le envió un mensaje.

Chat:

//Luzu<3// ¡¡Vegettita!! ¡¡Ya hable con Alexby!! ¡¡Ahora estoy afuera, ábreme!!

//Luzu<3//  ¡¡Traje algunas compras!!

//Vegetta// Ya voy

Fui rápidamente. Cuando se abrió la entrada pude ver a un Luzu sonriente que practicaba equilibrio con tres bolsas llenas. 

-¡¡Hey Vegettoide!! ¡¡Tengo la cena!!- Me reí de su emoción y tome dos de las bolsas que sostenía. 

-No tenías que comprar nada ¿Cuánto te costó todo esto? Te devolveré el dinero, ahora pasa, vamos- Me miró fingiendo molestia y con un puchero en su rostro Es tan adorable ¿Cómo no amarlo? No lo sé, ve a preguntarle a una persona que no lo ame, yo no te sirvo en este caso. 

-No me devolverás nada, has estado cuidándome desde hace una semana sin que me dejes regresarte nada, así que ahora te callas y lo aceptas- Será mejor no discutir, sabes que tú harías lo mismo. 

Suspire -Bien, tú ganas- Ver la sonrisa radiante de Luzu siempre valía la pena -Oye, hay algo que tengo que mostrarte más tarde, sobre los poderes y demás- Nos dirigimos a la cocina mientras Luzu me hacia un gesto afirmativo de haber escuchado. 

-Claro, por cierto Vegettita, tenías razón- Lo mire con una ceja alzada -Sobre Alexby, quiero decir, ya sé que le pasa- Ah, cierto. 

-Le gusta Fargan ¿Verdad? Eso es lo que pasa- Me miró sorprendido por un momento. 

-¿Nuestro lazo de compañeros no me dará de casualidad esa habilidad tuya de enterarse de todo, verdad? Por que eso sería increíble- Me reí otra vez.

-No Chiqui, lo siento, esa habilidad no es un poder, sino más bien algo que desarrolle a lo largo de los años- Hizo un puchero de tristeza -Pero no te preocupes, ya te enseñare a hacerlo- Levantó la vista mirándome esperanzado, con sus ojitos rojo y azul brillando ligeramente Decir que no me estoy enamorado de ti sería mentira. 

Se sonrojó un poco, pero me sonrió -¿Lo dices en serio?- No pude evitar reír mientras afirmaba con la cabeza -¡¡Genial!! ¡¡Gracias!!- Y se lanzó a abrazarme Me gusta este lugar, aquí, entre sus brazos. 

-Si, si, lo que tú quieras Chiqui, pero ahora vamos a preparar la cena, créeme, necesitaremos energía para esta noche- Se separó de mi sonrojado Oh vaya... nuestro pequeño es de mente pervertida -No para lo que piensas, tontito, lo que tienes en mente lo haremos otro día- Comente guiñándole un ojo.

Me empezó a golpear el pecho sonrojado mientras me reía a carcajadas y me movía para preparar la cena, si, definitivamente lo amaba.