Dioses Oscuros //Karmaland 4//

84- Reyes Oscuros

¿Cómo había dicho Samuel? 

"Imagina la seducción como un aura, te concentras en una idea en especifico e intentas transmitirla a través del aura que posees" 

Un Aura... 

Me concentré un poco... La idea de conquistar, el anhelo de ser deseado y venerado, dominar el mundo al lado de la persona a quien amaba... demostrar que era el más poderoso. 

-Libérame- La orden salió de mi boca como un gruñido, él solo se rio y se ganó frente mío, sonriendo con burla, pero podía ver como claramente el rojo luchaba por permanecer en sus ojos, transformándose por momentos en rosado.

-¿Y por qué habría de hacer eso? No soy imbécil, sé que en cuanto te liberé me atacarás- Concéntrate... Volví a imaginarme con un aura otra vez, tenía que lograrlo, salir de aquí para gobernar al lado de la persona a la que amaba... No te dejes llevar... 

-¿No dijiste que era tu Rey? No estoy preguntando Samuel, era una orden, obedece- Volví a gruñir la ultima palabra. 

Vegetta abrió los ojos sorprendido, claramente jamás había esperado aquello, pero rápidamente su expresión cambio a una juguetona, tal vez incluso... deseosa...Se acercó a mi lentamente, casi como si estuviera a punto de besarme, y sostuvo mi mentón con su mano, obligándome a mirarlo directamente en todo momento. 

-Así que el Rey quiere su libertad ¿Eh?- Su voz era un murmullo, burlándose, disfrutando de tenerme allí, inmóvil y a su merced -¿Por qué te la daría? Puedo simplemente tenerte aquí, jamás escaparías, nunca podrías enfrentarme, no tendría que vencerte en una pelea- Volví a gruñir molesto, yo era poderoso, no dejaría que nadie me hiciera en menos. 

-¿Qué te hace creer que no te vencería yo a ti?- Pude verlo sonreír de lado mientras se alejaba de mi y extendía sus brazos hacía los costados, señalando que mirase la situación en la que yo estaba.

-¿Realmente no lo has comprendido aún? ¿En serio no te has dado cuenta de como es que puedo dominar por sobre la conciencia de aquel a quien amas? Somos uno mismo, si, pero mientras más haga uso de sus poderes, más fuerza ganó yo- Aquella información fue como si me lanzasen un balde de agua helada directamente sobre la cabeza. 

Y sin embargo, tenía sentido... 

Antes de todo el asunto de los dioses y los espíritus, Vegetta nunca había usado sus poderes, y si lo había hecho había sido de forma discreta y por un corto periodo de tiempo... Pero ahora... El ataque de los dioses, la batalla de presentación contra Willy, el entrenarme a mi y a las chicas... Este ultimo tiempo Vegetta había usado más sus poderes que nunca antes... 

¡¡Te está distrayendo!! ¡¡Enfócate!! ¡¡Lo intento!! ¡¡Pero es muy hábil!! ¡¡No puedo lograr el cuarto uso!! ¡¡Entonces se ingenioso!! ¡¡Si no puedes lograr el cuarto uso, sale de esta con el primero!!

Regrese a la realidad y mire a mi amado, quien solo lo observaba con burla. 

Ahora tenía un nuevo plan improvisado, y esperaba que sirviera -Bien, eres sumamente poderoso ¿Y qué con eso? ¿Realmente preferirías hacerte cargo de dominar todo tú solo?- Mi voz comenzó a volverse más ronca a medida que hablaba -¿Me dejaras aquí una vez que lo hagas? ¿Solo y deseándote?- Observe con triunfo como los ojos de mi amado, y actual captor, se volvían casi completamente rosados, mientras que un rubor cubría su rostro. 

-Yo... yo...- Estaba funcionando... estaba logrando que Vegetta dudara. 

-Si me liberas estaría a tu lado, gobernaríamos juntos por sobre todas las tierras y personas, tú y yo...- Un brilló extraño cubrió sus ojos por un momento, parecía gustarle la idea Lo estamos consiguiendo... sigue... -Podría tocarte, tenerte...- Sentía que estaba gruñendo cada palabra -Te haría sentir deseado, amado... te haría mío...- Su mirada se volvió oscura y nublada de deseo, similar a la que yo debía tener en estos momentos.

-Soltadlo- Lo logramos... ahora... Silencio.

Apenas los chicos me soltaron corrí hacía Vegetta, quien me esperaba con los brazos abiertos, y nos juntamos en un beso. 

En cuanto nos separamos Vegettita se rio suavemente y su forma híbrida también apareció. Las marcas oscuras alrededor de sus ojos hacían resaltar el color rosado en el que brillaban. 

-Mon roi, resterez-vous à mes côtés pour toujours?- Lo mire confundido, sin entender ni una palabra de lo que él había dicho ¿Aquello había sido francés? Él sonrió ante mi confusión y, guiando mi mano para apoyar su mejilla sobre ella de una forma encantadora, murmuró -Mi Rey ¿Te quedarás a mi lado para siempre?- 

Sonreí de regreso depositando un beso en su mano suavemente ¿Cómo no desearle? ¿Cómo no quererle?  No te dejes llevar, tienes que... Silencie la voz en mi cabeza, aquello ya no importaba, ahora era completamente libre de estar con mi amado. 

-Para siempre-