Dioses Oscuros //Karmaland 4//

48- Esta Bien, No Estoy Bien

Después de explicarle a Vegetta todo lo que sucedió en la misión, desde la reacción de Willy al enterarse de que era el nuevo líder de héroes hasta lo que Rubius le había contado, la reacción de Vegetta resulto ser bastante decepcionante. 

-Oh... esta bien- Era lo único que Vegetta respondió después de que Luzu terminara de contarle todo. 

-¿Qué? ¿Cómo que "oh, esta bien"?- Vegetta se rio de la expresión ligeramente ofendida e indignada de Luzu. 

-Pues eso cari, que esta bien, no estoy diciendo que no me duela- Aclaro rápidamente al ver que su compañero parecía dispuesto a alegar -Es solo que simplemente, no lo sé, no puedo preocuparme por ello ¿Sabes? Acabo de ver hace poco a uno de mis mejores amigos que me abandono sin decirme ni una sola palabra solo porque peleo con otra persona a la que quería, acabo de conseguir unas gemas mágicas de brillo extraño que curan lo que sea mientras se pueda, casi me cortan el brazo a pesar de todo, y me dices que los demás ya se enteraron de que renuncié a ser héroe de Karmaland y que Willy quiere hablar conmigo sobre ello, y que resulta que Doblas realmente no me amaba sino que solo se confundió... Así que esta bien, me duelen, me aterran y me preocupan todas esas cosas de forma individual, pero comerme la cabeza pensando en todo ello al mismo tiempo... simplemente no es algo que valga la pena- Borja miraba sorprendido a su chico, asombrado por lo fuerte y racional que era emocionalmente... 

-Entonces... ¿Estas bien?- Vegetta negó lentamente, una suave risa escapo de sus labios junto con un sollozo, eso alerto a Luzu que camino para ganarse al lado de su compañero. 

-No, no estoy bien, joder... me siento como el idiota más grande del mundo- Luzu le ayudo a pararse y lo guió hasta el sofá, en donde se sentaron los dos abrazados -¿Cómo pude creer que él realmente me amo en algún momento?- 

-No digas eso Vegettita... Rabis si te ama, solo... no de la misma forma en la que tú lo amas a él- El de ojos amatista seguía sollozando mientras Luzu le acariciaba la cabeza suavemente.

-Pero es que... yo... ¿De qué demonios me sirve saber leer a la gente si no puedo ver si le gusto a alguien o no? ¿Cómo no me di cuenta?- Luzu apretó suavemente a Vegetta. 

-Ay Vegettita, el amor nos vuelve ciegos en muchos casos y para muchas cosas, por eso nos da miedo amar...- Su amado volvió a sollozar fuertemente, pero no dijo nada.

Estuvieron fácilmente dos a tres horas en esa posición cuando el celular de Vegetta sonó por una llamada, Vegetta, quien hace una hora había dejado de llorar, se removió un poco para que Luzu lo soltará y tomó su celular. 

-¿Si?... Ah, vale... no, no, esta bien... ¿Entonces para que preguntas?... ya voy...- Y colgó. 

-¿Quién era Vegettita? ¿A dónde vas?- Luzu estiro la mano de manera floja, haciendo el gesto de intentar parar a su compañero que se había levantado del sofá. 

-A ningún lado chaval, es solo que Willy esta afuera, quiere que hablemos- Se dirigió a la puerta de la mansión. 

-¿Me tengo que esconder o algo?- Vegetta rio ante la pregunta de Luzu. 

-¿Qué? ¿Cómo si estuviera avergonzado de ti o algo? No, quédate aquí, de todas formas cualquier cosa que hable con Willy te la diría de todas maneras- Luzu sonrió conforme y se sonrojo levemente.

Unos minutos después Vegetta volvió a la sala con la mirada seria y siendo seguido por Willy. 

-¿Luzu? ¿Qué haces aquí?- El nombrado intento no reírse de la cara de su amigo, pero no pudo evitar sonreír cuando vio que Vegetta también lo hizo. 

-Ahora vivo aquí Wilfred, bueno, más o menos- Si fuera posible Willy abrió aún más sus ojos por la sorpresa, cambiando su mirada desde Luzu hasta Vegetta al menos cinco veces. 

-Pe... pero... ¿Entonces lo sabías? ¿Qué Vegetta había renunciado? ¡¿Y no dijiste nada?!- La cara de Guillermo le parecía graciosa. 

No sabía por qué, pero ver los celos, la furia y la molestia en su rostro a Luzu le causaba gracia, sentía que había ganado una especie de premio. 

-Eh, guarda tus garras fiera- Interrumpió Vegetta al chico vestido de verde -Luzu no sabía nada y se entero con todos los demás, así que déjalo aparte- El oji morado se paro frente a Willy, dejando a Luzu detrás suyo de forma protectora -Viniste a hablar conmigo, pues habla, pero no lo metas a él-

Y los dos chicos, los mayores protectores de Karmaland, aquellos que eran los mejores guerreros de todos, se miraron fijamente con furia.