Agosto de 2016
Laura ha conseguido por fin relajarse. No son solo las copas. Ha sido también el mantener una conversación frente a frente, sin reproches ni malas caras. Reconoce que cuando le ha visto aparecer lo único que le ha faltado ha sido desmayarse y que incluso temblaba cuando le ha dado dos besos, como si fuera una niña pequeña cuando le presentan al chico que le gusta. Sin embargo apuesta a que él tampoco estaba muy tranquilo. Durante toda la cena ha notado su pierna moviéndose sin parar por debajo de la mesa.
Casi no ha cenado. Ese es uno de los efectos secundarios de Fran sobre ella. Recuerda que cuando regresaba siempre se le quitaba el hambre. En realidad, no eran más que los nervios ante la posibilidad de encontrárselo que le cerraban el estómago. Esa noche ha vuelto a pasarle.
Tras su charla en la caseta, salen a la calle con todos y la mayoría emprende la retirada. Luisa y ella quieren más fiesta lo que obliga a Miguel a quedarse. Es precisamente Miguel quien mira con cara de víctima a Fran.
- No me dejes solo con estas dos, te lo suplico - le dice entre risas a su amigo - ¡Están locas!
Apenas unos pasos por delante las dos van bailando al ritmo de la música que sale del interior de las casetas, tratando de decidirse por una de ellas.
- ¿Cómo está yendo la noche? - le pregunta Luisa muy sonriente
- Salvo que he tenido ganas de matarte... todo bien ¿cómo no me has avisado de que venía?
- Pues porque después de vuestra conversación telefónica estaba segura de que no querrías verle...
- Ya
- Pero mira, todo ha salido bien
- Por ahora...
Miguel y Fran las alcanzan y, finalmente, se deciden a entrar en la caseta propuesta por Laura que ha rogado para abandonar las que ponen solo reggeton y poder bailar un poco de música pop e indie. Todos protestan pero al final acaban dándole el gusto, bastante ha aguantado durante toda la noche sin rechistar.
Los cuatro bailan y se ríen. En un momento dado, Fran le coge la mano y la acerca hacia él dando vueltas. Lo siente tan cerca que puede oler su perfume.
- Deberíamos practicar para la boda - le dice entre risas
- ¿El qué?
- Pues que va a ser Laurita ¡El baile! - le contesta - ¿O pretendes que baile con cualquier desconocida?
- No creo que tengas problemas con eso... que llevemos sin vernos 10 años no significa que no haya sabido nada de tus andanzas. Siempre había alguien dispuesto a contarme si estabas con una o con otra...
- No creo que tu hayas estado todo este tiempo sola - contesta algo picado
- ¡Ay! No te enfades, que no iba con esa intención
El ritmo de la música se hace más lento y Laura ve como Miguel y Luisa bailan abrazados. Se siente un poco incómoda, más después de esa conversación. Sin embargo Fran la acerca hacia si, y la agarra por la cintura, guiando sus manos hacia su cuello. Laura se abraza a él y disfruta de esos tres minutos, los que dura la canción, mientras el la tararea susurrando en su oido.
****
Fran la abraza mientras bailan. Conoce bien esa canción de Pol 3.14 y no puede evitar susurrarla en su oido. Es curioso como, ahora que la siente pegada a él, le recuerda a su historia porque, efectivamente, no consigue recordar que fue lo que llevó a que todo se fuera a la mierda. Termina la canción y el ritmo vuelve a imponerse, se separan y siguen bailando como si nada, aunque todo ha vuelto a cambiar.
Son cerca de las siete de la mañana cuando se recogen. Las chicas llegan a la parada de taxis y se sientan en el bordillo.
- ¡Podría arrancarme los pies y me dolerían menos! - se queja Laura
Es la primera en coger el taxi. Les da dos besos a cada uno y se despide hasta dentro de un mes. Piensa pasar el resto de las vacaciones disfrutando de la familia. Él se queda para el final y tiene que esperar algunos minutos. Cuando por fin llega a casa se pone cómodo y se tira sobre la cama, sin ni si quiera deshacerla. Nota vibrar su móvil y lo alcanza a tientas. Sonríe al ver su nombre en la pantalla.
Misteriosamente me lo he pasado muy bien contigo. Ya sé que ya te lo he dicho pero insisto, me ha encantado verte. Un beso enorme
No sé como tomarme eso de misteriosamente. Siempre he sido un tio divertido
Jajajajaja. Tú me entiendes. Podía haber sido mucho peor
Ya... si quieres y tienes tiempo, podemos vernos otro día antes de que te vayas
En el momento en que lo envía, Fran ya se está arrepintiendo. Ha sido el alcohol y la euforia los que han escrito por él y ahora espera la respuesta con el corazón en un puño.
Me gustaría. Escríbeme cuando quieras y lo cuadramos. Ahora voy a dormir que estoy muerta. Besos!!!
Descansa!
Fran está también muy cansado pero no logra conciliar el sueño. Repite cada una de las escenas de esa noche en su cabeza y piensa en qué plan puede ofrecerle en los siguientes días. Tiene que ser algo divertido pero que les permite hablar, terminar de cerrar las heridas del pasado. Algo que no sea demasiado comprometido pero que les permita estar solos...
Dando vueltas a todo eso se queda dormido pero en sus sueños ella sigue acechándole. Lo hace en todas sus versiones. La niña, la adolescente y la mujer... Todas ellas le perturban y a la vez le atraen. Es como si su vínculo fuera más allá, como si un hilo invisible le uniera a todas ellas. Un hilo imposible de cortar, a pesar de más de una década sin verla ni tener ningun contacto.
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El hilo invisible
عاطفيةLaura acaba de llegar a la ciudad y odia empezar de nuevo. Fran es el gracioso de la clase que odia ir al colegio. Una historia donde la amistad y el amor se dan la mano a través del tiempo y el espacio.