La llamada

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Marzo de 2016

- ¿Si? - Fran contesta a su móvil a pesar de que no reconoce el número

- ¡Hola! ¿Fran?

- Sí, soy yo - la voz le resulta extrañamente familiar - ¿Quién eres?

- Ya ni siquiera recuerdas mi voz - protesta la desconocida al otro lado y calla

- Mira, no tengo tiempo para juegos... No sé quien eres y voy a colgar...

- No, no... No cuelgues - suplica - ya he visto que has perdido tu sentido del humor

- Si no me dices quién eres voy a colgar

- ¡Maldito idiota! Soy Laura

- ¿Qué Laura?

- ¡Jooooder! ¡Qué es en serio que no te acuerdas de mi!

A esas alturas Fran ya sabe perfectamente quién es pero ahora es él quien quiere jugar

- Conozco muchas Lauras... deberías darme algún detalle más...

- Victoria Beckham, Space Jam, el puto viaje a París... ¿Necesitas algún detalle más?

La carcajada al otro lado del teléfono le demuestra que le está tomando el pelo.

- Eres imbecil

- Yo también te quiero...

- ¿Cómo estás?

- Muy bien... ¿y tú?

- Bien...

- Te preguntaría como has conseguido mi número pero ya me lo imagino... ¿qué quieres Laura?

- Saber cómo estás

- En 10 años no has necesitado saberlo... ¿Por qué ahora sí?

El silencio se hace al otro lado, si no fuera porque no comunica Fran pensaría que se ha cortado la llamada. Al cabo de un rato responde.

- Joder Fran... nuestros mejores amigos se casan y he pensado que quizás no sería tan incómodo volver a vernos si habíamos hablado antes.

- No pensé que fuera a ser incómodo - le miente

- ¿Por qué parece que eres tú el que está enfadado? Yo debería estar enfadada contigo...

- ¿Tú por qué?

- ¡Me hiciste la cobra delante de todos tus putos amigos!

- ¡Joder Laura! ¡Hace 10 años de eso! No me has llamado desde entonces y has podido conseguir mi número tan rápido como ahora. Y no lo has hecho...

- De verdad que ha sido una mala idea llamarte. Lo siento Fran. De verdad

Ahora sí que ha colgado. El pitido al otro lado de línea lo deja claro. Almacena el número en la memoria del teléfono y decide olvidar la llamada. Sin embargo no puede. Está todo el día distraído en el trabajo. Una pequeña Laura con moñitos y un jersey de cuello vuelto ha decidido salir del rincón en el que la había guardado y abrazar a lo que queda de su yo de 12 años.

Saca el teléfono y le escribe un whatsapp

Laura, perdona. No tenía que haberte hablado así. No esperaba tu llamada. Ha pasado mucho tiempo. Perdona de nuevo. Si quieres, podemos hablar en otro momento.

Le da a enviar y espera una respuesta.

*****

Laura lee el WhatsApp y lanza el teléfono sobre el sofá. Ni siquiera sabe por qué le ha llamado. Estaba probándose un vestido para la boda y ha sido tan idiota como para escribir a Luisa pidiéndole el número.

A veces se le olvida que hace mucho tiempo que Fran no es el que ella conoció. Que ya no es aquel crío tan mono con una cinta en el pelo que la recogía en el portal de casa. Tampoco es el adolescente que la llevaba en moto a la playa cada verano. Ni siquiera es su amigo, hace mucho tiempo que decidió que no lo quería en su vida.

El tema de la boda de Luisa y Miguel le ha removido cosas dentro que creía olvidadas o al menos sepultadas en lo más profundo. Durante días le ha dado vueltas a la pena que le daba no saber nada de Fran. Y probándose el vestido se ha descubierto pensando en qué le diría cuando le viera. No podrían ignorarse. No por ellos, por sus amigos.

Precisamente por sus amigos vuelve a coger el teléfono y relee el mensaje. Dos disculpas en menos de 30 palabras.

No te preocupes. Ha sido culpa mía. No debería haberte llamado. Ha sido una idiotez. Tranquilo que no voy a volver a molestarte. Solo te pido que en la boda podamos mantener una actitud cordial por nuestros amigos.

Vuelve a lanzar el móvil sobre el sofá hasta que lo nota vibrar.

Puede que incluso nos lo pasemos bien. Por cierto, muy mona en la foto de perfil. La oferta para hablar sigue en pie. Ya tienes mi número.

Laura sonríe al leerlo. Sigue pensando que es un idiota pero le alegra que se haya rebajado la tensión. En cualquier caso no piensa en volver a llamarlo. De hecho piensa olvidarse de él hasta que llegue el día de la boda. Además, con todos los demás ella ha mantenido el contacto aún estando lejos, ha sido él quien se ha separado de casi todos. Si alguien puede sentirse solo, ese es él.

Le gustaría llamar a Luisa para contárselo pero no es necesario generarle una preocupación extra para la boda. Además, ¿quién es Fran en su vida real?

El hilo invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora