La Otra

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Diciembre de 1997

Fran está a punto de colapsar. Su vista va de la puerta del colegio a Laura y de ahí otra vez a la puerta del colegio. Asomada a ella, esperando a que salga está su prima Estefi y no ha venido sola. Se siente palidecer porque Laura sabe la historia de Ana y aunque, hoy por hoy, vuelven a ser amigos y nada más, él no ha perdido la esperanza de poder salir con ella, algo que seguro que no sucederá en ningún caso si vuelve a cagarla... Y Ana es su peor cagada.

Cuando su tío llamó a su madre para decirle que Estefi quería venir a verles en el puente de diciembre no mencionó que fuera a hacerlo acompañada, ni mucho menos que llegaría precisamente con Ana. Quería, dijo en aquel momento, ver a su primo favorito después de la operación y en ningún caso su madre puso incoveniente. El hecho de que llegue acompañada pone a Fran ante un problema que no esperaba tener que afrontar antes del siguiente verano, cuando volviera de vacaciones a Melilla.

Los metros hasta la puerta son como una cuenta atrás hacia su sentencia de muerte y la llegada al cero la siente en forma de abrazo. Su prima se abalanza sobre él ante la mirada incrédula de Laura y el resto de sus amigos, especialmente cuando apenas unos segundos después es Ana la que se le echa encima y le besa en la boca.

- Hola, soy Estefi, la prima de este - se presenta señalándole con la cabeza - y bueno, la que está colgada a él es Ana

Todos saludan sin saber muy bien que decir ante el espectáculo, aderezado además con una Laura manteniendo el tipo a duras penas. Aún así mantiene la dignidad el tiempo suficiente para pasarle a Estefi la carpeta de su primo que ella ha cargado cada día desde que volvió a clase.

- Toma, es suya - dice haciendo un leve gesto - se la estaba aguantando, que con el cabestrillo no puede bien, pero supongo que ya se la podéis llevar vosotras hasta casa

Fran la ve echando a andar con Luisa y ni siquiera intenta seguirla. Se quita a Ana de encima como puede y mira con cara de asesino a su prima. Ella sabía que Laura estaría allí y no entiende porque ha llevado a Ana. Ni siquiera comprende como le ha parecido una buena idea que viajara con ella y ponerle a él en ese compromiso. En cualquier caso no le queda más remedio que presentar a Ana a los que quedan, algo que ella completa señalando que es su novia. Una supuesta novia a la que no ha visto y apenas ha llamado en 3 meses y a la que ahora tendrá que dejar mientras pasa un puente en su casa... Todo maravilloso.

Ya en casa aprovecha un momento para coger a Estefi a solas.

- ¡¿Cómo se te ha ocurrido traerla?! - le susurra enfadado

- ¡Era una sorpresa! Pensé que te alegrarías de verla ¡Es tu novia!

- No es mi novia, Estefi... y tú lo sabes

- Bueno, ella cree que sí - sonríe con maldad su prima - y, además, no le viene mal un bañito de humildad a Laura, especialmente después de lo que te ha hecho pasar estos meses

Se lleva las manos a la cabeza con desesperación

- Lo estábamos arreglando, Estefi... - está a punto de echarse a llorar porque no se cree lo que le está pasando

***
Laura se plantea no salir durante todo el puente pero piensa que sería peor dejar ver lo mucho que le ha dolido lo que ha visto a la salida de clase. Cuando ha llegado a casa ha comido como ha podido, tragándose las lágrimas, y luego se ha encerrado en su cuarto, donde ya a solas ha llorado como una magdalena.

Hace un rato ha llegado Luisa a recogerla, la ha animado a vestirse y ahí están, listas para bajar al parque.

- Esto ya ha pasado de castaño oscuro - le dice su amiga - pero tú tranquila porque no te vamos a dejar sola y esa... como se llame... que no se crea que va a venir aquí a pisotearte porque antes la pisoteo yo

Laura sonríe triste ante la vehemencia de su amiga pero no es necesaria

- Estoy bien, te lo prometo, no tiene importancia

- Claro, estás genial, por eso has llorado durante dos horas, que si no llego a venir, aún estás ahí tirada a lágrima viva

- Bueno, en el fondo esto tenía que pasar más pronto o más tarde...

- Sois idiotas los dos - resume Luisa - no entiendo cómo habéis llegado a este punto porque lo peor es que os gustais tanto que da grima

- No parece que yo a él le guste mucho...

- Bueno, como sea... ahora cabeza alta y a la calle

Cuando llegan al parque Fran ya está allí, con sus dos acompañantes, también está Carmen que las mira con cara de odio cada vez que dicen una sola palabra. Miguel y David aún no han bajado, pero no tardarán.

- ¿Qué vamos a hacer? - pregunta Carmen

- Podemos ir a los billares - propone Luisa

La verdad es que a todos, menos a Fran que con el brazo aún vendado no puede jugar a nada, les parece a buena idea, allí estarán entretenidos y no tendrán que estar mirándose las caras sentados en un banco. Laura lo agradece especialmente porque allí podrá entretenerse echando una partida de dardos y sin tener que prestar atención a Fran y Ana.

Cuando llegan hay algunos del colegio allí, también Alejandro, que en cuanto los ve entrar se acerca a saludar a Laura.

- ¡Eh! ¡Qué guay que andéis por aquí!

- ¡Sí! - le sonríe trantando de disimular su disgusto de antes - nos apetecía hacer algo diferente

- Ven, te invito a una Coca Cola y echamos unos dardos ¿quieres?

Laura mira a su alrededor y vuelve a ver a Ana pegada a Fran, lo que le da la respuesta a cualquier duda.

- Claro, pero no hace falta que invites, puede pagarla yo

- Anda ya, te invito y punto

La tarde se pasa volando entre partidas de dardos y de billar y poco antes de las nueve emprenden la vuelta casa. Laura y Luisa se despiden en su bifurcación del camino y Laura sigue sola hasta casa. Es entonces cuando oye que alguien corre a sus espaldas. Asustada se da la vuelta para descubrir que es Fran quien pretende alcanzarla.

- ¡No corras! - le grita - Ya me paro yo que lo único que falta es que te caigas y te rompas el otro brazo

Él baja el ritmo pero aún así la alcanza rápido

- ¿Dónde te has dejado a tu prima y a tu novia? - le pregunta mientras intenta recuperar el resuello

- Les he dicho que tenía que volver porque me había dejado una cosa

- ¿Y se lo han creído?

- Mi prima no creo, la verdad

Laura se queda callada mirando al suelo y apenas unos segundos después levanta la mirada y la clava en él

- ¿Qué quieres?

- A ti - le susurra antes de agarrarle la cara con la mano sana y besarla. Y, sin querer, llora. Intenta enjugarse las lágrimas pero entonces llora más.

- ¿Tan mal beso? - le pregunta él con una sonrisa ayudándola a secarse las lágrimas

- ¡Qué idiota eres! - le contesta - No es eso. Es solo que estaba muy triste

- ¿Y ya no lo estás?

- No, ¿ves lo fácil que es hacerme feliz?

Entonces Fran la vuelve a besar y a continuación sale corriendo, como hacía apenas unos meses atrás. A unos metros se detiene.

- Por cierto, tienes que ir pensando una respuesta

- ¿A qué?

- A si quieres salir conmigo... aunque antes tengo que resolver una cosa

Laura se ríe

- La respuesta es sí


El hilo invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora