El primer beso

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Mayo de 1997

Laura, Miguel, Luisa y David permanecen sentados en un banco frente al portal de Fran. Durante las últimas semanas esa se ha convertido en su actividad de viernes, como muestra de solidaridad hacia su amigo que permanece castigado. Todos y cada uno de los últimos cuatro viernes han hecho lo mismo. Han comprado chucherías y se han sentado alli a pasar la tarde. Todos ellos, además, Fran se las ha apañado para salir a hacer algún recado, tirar la basura o cualquier cosa para poder pasar un rato con ellos.

Ese viernes son los padres de Fran los que bajan con su hermano pequeño y los ven allí, sin hacer nada.

- ¿No os cansais de esperar aquí? - pregunta su padre tratando de evitar la sonrisa que le genera ese gesto de solidaridad con su hijo preso

- Tampoco tenemos nada mejor que hacer - contesta Miguel

Los ven marchar en dirección al centro y apenas cinco minutos después Fran se asoma a la ventana y les indica con gestos que suban. Laura está un poco nerviosa. No sabe muy bien lo que le pasa pero en las últimas semanas cuando está cerca de Fran siente un cosquilleo que le recorre todo el cuerpo. Durante la semana que estuvo expulsado le echó muchísimo de menos y desde que ha vuelto a clase pasa con él todo el tiempo que puede.

Fran les espera en la puerta y todos pasan hasta su habitación. Laura piensa que no es tan grande como la suya pero está bien acondicionada. Tiene un escritorio enorme y un montón de estanterías llenas de trofeos y medallas, todos de campeonatos de fútbol.

Miguel, Luisa y David se sientan en el suelo mientras que Laura lo hace en la cama. Apenas unos segundos después Fran se sienta a su lado, no sin antes poner música en su equipo.

- Como vengan tus padres te la vas a cargar - señala Laura preocupada

- No van a volver tan rápido- le contesta él con una media sonrisa por la preocupación - iban a dar un paseo al centro, tenemos, mínimo, una hora y media antes de que vuelvan.

- Vale - Laura también le sonríe como una idiota, y aparta la mirada cuando nota el roce de su mano

El tiempo se pasa volando, charlan de tonterías mientras escuchan el CD de las Spice Girls que ya se saben de memoria. Una hora después comienzan a despedirse. Laura se queda la última, mientras que sus amigos se apresuran a bajar en un intento nada disimulado de dejarlos solos.

- Me ha gustado mucho que hayas subido

- Y a mi - contesta Laura mordiendose el labio, muerta de vergüenza por esa intimidad tan poco habitual

- A lo mejor podías venir más días, ayudarme a hacer los deberes y a estudiar - sigue Fran emocionado - a eso mi madre no podría decir que no.

- ¿Y si yo vengo vas a estudiar? - ríe Laura que ya lo conoce bien - ¿o me vas a hacer venir para entretenerme?

- Te prometo que estudio

- Más te vale porque queda muy poco para los exámenes

Laura comienza a avanzar hacia la escalera y es en ese momento cuando ocurre. Fran tira suavemente de su brazo y la vuelve a colocar frente a él, la acerca suavemente y la besa. Es un beso dulce, apenas un roce de sus labios. Laura sonríe y le devuelve el gesto justo antes de salir corriendo escalera abajo. No se lo puede creer, le han dado su primer beso.

******

Fran la ve bajar y cierra la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Se lleva los dedos a los labios y cree que aún puede sentirla. El sabor a menta de sus labios, consecuencia del chicle que ha estado masticando, el olor de su pelo... rememora cada uno de los detalles...

Aún mantiene la sonrisa cuando sus padres y su hermano entran por la puerta de regreso de ese paseo que a él le ha dado la vida, aunque intenta disimular. Durante la cena está distraído, solo puede pensar en Laura, en sus labios, en cómo le ha devuelto el beso... Nunca había besado a una chica así... En la cara sí, pero en la boca nunca y era tan diferente... una descarga de energía le había recorrido cuando sus labios se habían encontrado, su corazón se había acelerado y había notado como ella temblaba.

- Fran, hijo, estás en las nubes - es su madre la que se ha dado cuenta de lo distraído que está - ¿estás bien?

- Mejor que nunca - contesta casi sin mirarla

Su madre está cada día más desconcertada con la actitud de su hijo. Está cambiando demasiado de prisa, mientras que al inicio de ese curso no era más que un niño, ahora es cada día más un adolescente, con todo lo que ello conlleva.

Fran termina de cenar y se encierra en su habitación. La verdad es que solo quiere pensar en ella, en como han cambiado las cosas desde la pelea. Durante las últimas semanas la ha descubierto mirándole cuando se creía que no se daba cuenta, también ha notado sus nervios cuando se acercaba o se quedaban a solas. Por eso hoy se ha armado de valor, porque tenía la sensación de pisar sobre seguro. Ni planeado le hubiera salido mejor.

Ahora la gran duda que le mantiene en vilo es si pedirle salir y cuando hacerlo. Que a ella le gusta está claro, si no no le habría devuelto el beso, pero a lo mejor no quiere salir con él... A todo eso le da vueltas tumbado sobre la cama, pensando que aún tiene que pasar un largo fin de semana antes de volver a verla en clase. Por primera vez en su vida tiene ganas de que llegue el lunes para ir al colegio. Nunca pensó que eso podría llegar a sucederle.

Pensando en Laura se queda dormido, repitiendo en sueños, una y otra vez ese beso. El primero, el que nunca se olvida, el que queda para siempre en la memoria. Como todas las primeras veces.

El hilo invisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora