Chapter XXI

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                         Mi Alma

Podría comenzar diciendo mi alma, no es tan mía como tuya. Sumergida en las cuatro estaciones que transforman la música que enlaza el transcurrir de los meses, donde tu vida y tu corazón llevan el compás de mis carentes melodías propias.

El consiguiente sería la sed y el sosiego que siente mi alma cuando te acercas. Y el frío incontenible que me abraza cuando te marchas para compensar el calor de tu compañía.

Encontrando el desarrollo, está la soledad. Mi alma cae en los precarios deseos de mantenerse y salir a flote. Pero Hermes trae consigo el mensaje de la amargura y el irradiante deseo de pensarte para que siga dolida en los abismos de tu desprecio.

Podría culminar o iniciar diciendo, en realidad no lo sé. Mi alma unida a la tuya es un bucle interminable de sensaciones. Que se funden en una risa esperanzadora, con Fe y agonía creciente. Seré franca, tengo el alma tan rota, que cuando intento seguir, suenan cristales.

Incluso podría acabar diciendo que Mi alma no te olvida. Que es una enredadera de pensamientos intermitentes, pero duraderos que habitan en los pobres cimientos de mi cuerpo. Incluso puedo sentir que se aleja de mí. Quedando yo sin una pizca de idiosincrasia. Mi impronta ha quedado atrás. Mis memorias se volvieron beligerantes contra los pasos rechinantes de los días, pero aún sabiendo esto mi alma. Cuando muera mi cuerpo, mi alma seguirá siendo tuya.

Violet Lee.

La Inmensurable Travesía de un Alma Enamorada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora