Especial: Chapter XXXVIII

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- Especial (Parte XI)

- El francés y la hija del terrateniente inglés.

El almuerzo con los McQuaid transcurrió tranquilo. Con una pequeña novedad, la reconciliación entre Frank y Amelia. Cuando la pareja entró al comedor, y tomó asiento, los demás presentes miraban con expresiones cargadas de intriga y atisbos de complicidad, pero disimularon con el fin de no incomodarlos. Clarise notaba a su hermana, con un ánimo sereno pero satisfecho. Se veía un brillo en sus ojos, nuevamente. Y eso la hacía feliz, Amelia merecía estar de maravilla junto a Frank. Estaba segura de que las causas de sus diferencias, no eran trascendentes.

Eric y Clarise, después de la comida que constaba de algunas aves y sopa de verduras, tomaron asiento en uno de los balcones, para leer un poco de poesía juntos. Eric se había vuelto un lector elocuente, también hacía gestos de dolor y alegría, con la finalidad de hacer reír a Clarise. Esta última, ejecutaba esa tarea con buen ánimo. Al cabo de unos minutos leyendo, Eric cerró el delgado libro, y se dispuso a sacar una pequeña cajita de su bolsillo. Se acercó un poco más a Clarise, si era aquello posible, y le entregó un anillo dorado con grabados delicados a su alrededor. En el interior del anillo, uno llamó la atención de la chica. El grabado estaba en francés, y decía, "Mon ange, je t'aimerai pour toujours", (Mi ángel, te amaré por siempre). Rápidamente, Eric lo deslizó en su dedo anular derecho, sustituyendo el anillo provisional que le había otorgado. Clarise internamente aplaudió al escritor de aquella cita en la pieza de oro. Debió ser un trabajo perspicaz y meticuloso.

- ¡Es Perfecto Eric!. Nunca vi uno más hermoso..- exclamó Clarise con emoción en ese momento. Eric sonrió, y recorrió su mejilla con sus manos.

- Y yo nunca he contemplado a una mujer más hermosa que tú. Perfección es lo que divisan mis ojos, cuando te miran, Mon Ange.- dijo él sin más, y Clarise lo besó con ternura.

Cada vez que aquel contacto entre ambos sucedía, en Clarise se estremecía toda gota de cordura que guardaba. Y en Eric, cada parte de él se unía perfectamente a la de ella. Sin grietas ni fisuras, solamente unión total y segura.

Antes de que Eric se marchara, había tenido una breve conversación con Cam, sobre un tema que a pesar de las súplicas de Clarise. No llegó a confesar.

- No puedo decirte ahora, Mon Ange. Pero te aseguro que te gustará.- le repetía Eric varias veces, para calmar su insistencia. Hasta que Clarise terminó dándose por vencida. La paciencia no era una virtud que le favoreciera. Y menos cuando se trataba de Eric.

Luego de la marcha de Eric, subió a su habitación para dejar algunos libros y su sombrilla. Al entrar, la presencia de Beck se inmutó cerca de una mesa de noche que tenía al lado de su cama. Era un poco tarde para que hiciera limpieza, algo que por lo general no solía hacer sin consultar antes, pensó Clarise. La entrada de la chica, pareció incomodar de cierta forma a la criada. Tanto que parecía haber visto un fantasma, pero antes de que Clarise pudiera decir algo, simplemente Beck le dijo algunas palabras casi inaudibles y cruzó la puerta con celeridad.

Para Clarise, la actitud de Beck fue un poco extraña, pero aún así, lo dejó pasar. Tenía un excelente humor ese día, y prioridades más demandantes. Dejó los libros en la mesa de noche, y se dirigió a peinarse un poco. Abrió uno de los pequeños cajones de madera, para buscar una peineta, y se asombró un poco al no ver el broche de oro que le había regalado su padre. Siempre lo había guardado en ese cajón sin recelo alguno, comenzó a buscar por el lugar, y no hubo ni rastros del accesorio. Se mantuvo pocos minutos en la búsqueda, hasta que escuchó golpes suaves detrás de la puerta, y como acto seguido su hermana interrumpió su implacable extravío. Amelia le participó sus intenciones de una conversación extenuante sobre el regreso de su esposo, que por la presencia de Eric, y la cautela de Clarise, no habían tenido el momento para llevarla a cabo.

La Inmensurable Travesía de un Alma Enamorada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora