La Inmensurable Travesía de un Alma Enamorada.

Chapter XXXVI

           - 𝕻𝖆𝖘𝖎𝖔𝖓𝖊𝖘 𝖉𝖊 𝖚𝖓𝖆 𝖓𝖊𝖚𝖗ó𝖙𝖎𝖈𝖆.

● 𝐏í𝐝𝐞𝐦𝐞..

Pídeme un trozo del cielo, y yo te ilumino con mis amaneceres.

Pídeme tristes sonetos, y yo endulzo tus sentidos con suplicantes melodías.

Pídeme la entereza de la luna, y yo me vuelvo estrella de tus noches constantes.

Pídeme sonrisas cálidas, y yo te regalo el hoyuelo que ornamenta mi mejilla.

Pídeme..

Pídeme que me quedé, y yo contigo siempre estaré.

● 𝐓𝐞 𝐍𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐨...

Te necesito, con trémulo de compasión.

Te necesito, con sonetos y tentación.

Te necesito, con goce y tribulación.

Te necesito, con mareas de decepción.

Te necesito, con manchas de dulce afección.

Te necesito, entre romances y desazón.

Te necesito, entre tumultos de desesperación.

Te necesito, cuando vienes y te vas.

Te necesito, cuando oyes sin hablar.

Te necesito, cuando hablas sin parar.

Y lo más importante, te necesito.

Te necesito, con mi pobre corazón.

● ¿𝐀𝐧𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬?...

Andamos en mundos separados, con ganas de encontrarnos. Bajo escrituras borrosas del destino, y difusas intenciones del camino. Entreveradas tentaciones se sublevan ante la paciencia, pero las firmes brisas de la consciencia, las desanima. El polvo y la neblina nos bifurca, tú entre arroyos, y yo entre mares. No hay parajes, ni descansos, pero sí grandes motivaciones.

Y andando comprendí que... No hay nada que iguale el alcance de la ternura del corazón. Ni virtudes aparentes, ni pasiones incontenibles. Un murmullo de contemplación y un cálido abrazo de corazón, pueden hacer más por las personas, que mil osadas pretensiones.

En algún punto del camino, me senté y recité.. "No hay nada que seduzca más, que un corazón suave. Porque aún y cuando pasen los placeres carnales, y las trivialidades, la esperanza predomina en cada sitio en el que dejaste un vestigio. No como un rasguño, ni como jirón. Más bien, de natural alegórico. Y eso solo lo logra, un corazón suave".

● ¡𝕯𝖎𝖇𝖚𝖏𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖚𝖓 𝖒𝖚𝖓𝖉𝖔!

Dibujemos un mundo de compasiones, donde el alba salga para los amantes, y se esconda para los descamisados.

Como tristes ladrones de la noche, que roban estrellas iluminantes de rostros interesantes.

Donde los ruiseñor canten a coro, las pesadumbres de un lugar enaltecido.

Mostrando cada pincelada, te pienso a zancadas.

Sentados en la embocadura del arcoiris, y en el pliegue azul del cielo.

Dibujemos un mundo sin ataduras, ni cruel contemplación. Un mundo rico en apegos, y pobre en rencores. Donde el tiempo no importe, ni la vida pase.

Dibujemos un mundo...

Dibujemos un mundo, de matices y amores reales.

● 𝓐𝓵𝓶𝓪 𝓰𝓮𝓶𝓮𝓵𝓪

Eres el alma gemela del cielo y el mar. Incluso cuando no quieres, ahí debes estar.

Como la grieta de mi pared, y el sueño de mi querer, tú sigues sin ceder.

Aún sin tenerte, eres el siamés de mi necesidad. El bosque de mis perdidas y el agua que inflama mis sentimientos.

Cuando el sol se posa en tu cabello, envidio su tacto y su temple.

Eternizo el sentimiento, y me desplomo en hostiles acontecimientos.

Es tu alma la que me hace volver, pero también la que me hace retroceder.

Eres el alma gemela...

Eres el alma gemela, de este triste poema.

- 𝓥𝓲𝓸𝓵𝓮𝓽 𝓛𝓮𝓮.