Chapter XXV

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  Estando ahí, en los recuerdos.

Yo no descifro el amor. Yo lo descubro, lo encuentro cada vez que te miro. Te describo a ti. Con todas tus perfectas imperfecciones.

Amando lo mejor y peor de mí. Porque para mí, tú eres la descripción perfecta del amor. Quiero resguardarme en tus alas, y cuando llegue el momento, alzar el vuelo junto a ti.

Mantenerme firme en los momentos de desesperación, entrelazada a tu mano. No pensar en el latente martirio cuando despierto y no te tengo. Estando ahí. Sin ti. Sin un roce de tu mano por mi mejilla. Sin un beso en la frente en tu despedida. Sin la muestra de afecto requerida. En cambio me cuerpo yace ahí. Donde me dejaste. Debatiendome entre los verbos y sustantivos que solo quería conocer contigo. Donde una vez estuve nefelibata, y ahora me encuentro cayendo por una escalinata.

Cuando ambos sentíamos la mágica locura, sin una pizca de mentira en sus ardientes llamas. Mientras las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan. Y tu huella, mi amor, es imborrable. Te adueñaste de mí, en cuerpo y alma.

Al ver las estaciones pasar con la sonora melodía de Vivaldi en mi mente, llega el redundante otoño. Cambiando sus hojas y manteniendo fuertes las raíces. Con el ápice de emoción solemne de presentar de nuevo el invierno que pasaré sin ti, extrañándote decadentemente.

Violet Lee.

La Inmensurable Travesía de un Alma Enamorada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora