Llegas tú #3 Saga Amor Destinado.

Capitulo 1: Una mala noche

Dos meses, dos meses hablando con este Dios del Olimpo desde que nos empezamos ha hablar por Tinder. Todo por terminar durmiendo en esta oscura e insulsa habitación, desordenada  con olor a porro y desodorante, tras haber tenido uno de los polvos más insulsos de toda mi vida. Con lo altas que tenía mis expectativas.

Cubro con la sábana mi desnudez mientras busco mi ropa. Mi tanga amarillo está a los pies de la cama, menos mal que me lo he quitado yo misma, este tío me lo quería arrancar. Llevar vaqueros sin ropa interior es muy incomodo, os lo garantizo. Si no lo habéis hecho, no lo probéis. Aunque pensándolo bien, quizás la mejor opción es llevar una muda de ropa interior en el bolso.

Sin hacer mucho ruido tomo mi bolso y salgo de este cuchitril.

Paro un taxi y le doy la dirección hacia mi casa. Rezo para que mamá y papá ya no estén en casa cuando llegue. Si se dan cuenta que llego a esta hora y más en un día como hoy, les da algo y yo queda desterrada.

Pago el taxi y tras introducir el código de seguridad entro en casa.

- Señorita. ¿Ha venido usted en taxi? Sabe que le podía a venir a buscar un chofer.

- ¿ Gloria, cuantas veces voy a tener que pedirte que me llames Sofia? De niña me llamabas así.

- Usted ya es adulta.- ¡Ja! La voy a usar de testimonio cuando papá diga que soy una cría.

- Sea mayor o no sigo siendo Sofía. ¿Mis padres ya se han ido?

- Si. Y usted debe darse prisa. Quien debe llegar tarde es la novia no la hermana.

- Está bien.- Suspiro- Voy a darme una ducha y me arreglo.

Dejo que el agua caliente caiga por mi cuerpo y limpie cada rastro del nefasto sexo que he tenido esta noche. Creo que tendré que llamar a Laurent para compensar esta noche. Hace poco lo ha dejado con aquella chica y se lo adicto al sexo que es.

Laurent es mi follamigo de la universidad. Ambos nos entendemos muy bien en la cama pero nada más. Ni yo soy su tipo, ni él el mío. Siempre que ambos hemos estado solteros nos hemos acostado sin compromiso. Es esa vía de escape y  solo quiero disfrutar de mi vida. Soy muy joven para el amor.

Dejar que me presente, aunque creo que quizás ya habéis leído de mi antes. Mi nombre es Sofía Castillo y tengo 22 años. Soy alta, muy alta y delgada, casi como un fideo, tengo la tez pálida, los ojos azul celeste y mi pelo natural es castaño con algún que otro reflejo dorado. Aunque llevo desde hace años experimentando con los colores en el pelo. Lo he llevado rubio platino, rojo, azul, de dos colores, todo lo que podáis imaginar en colores lo he llevado en el pelo. Actualmente llevo mi color natural con las puntas rosadas. Según mi madre es lo más natural que he llevado en los últimos años. Soy licenciada en periodismo y no soy la típica chica que no encuentra trabajo y no llega a fin de mes. Al contrario, se podría decir que he crecido entre algodones, entre lujos, nunca me ha faltado nada material, he estudiando en los mejores colegios y universidades, al cumplir los 20 años llevé a todos mis amigos a un crucero privado por el Caribe. Estoy acostumbrada a un estilo de vida de lujo, aunque no me gusta la ostentación, más bien me gusta divertirme y tener con quien compartir. Porque no importa si eres rico o eres pobre.

Al ritmo de It's my life de Bon Jovi me visto y me arreglo. Mi hermana mayor Emma se casa hoy, después de dos hijos, al fin se casa. Creo que Emma ha sido la persona más exigente en decir si a una propuesta de matrimonio y eso que ella decía que no se quería casar. Aquí entre nos, yo si sueño en casarme. Sólo me falta el príncipe azul y en estos momentos de mi vida no quiero enamorarme. Todo tiene su tiempo.

Entro al vestidor y busco entre la sección de zapatos unos zapatos de varios colores de Louboutin. Son perfectos para el vestido de colores de capas de tul que llevo. Por un día voy a dejar aparcadas mis amadas botas.