Llegas tú #3 Saga Amor Destinado.

Maratón 5: Capítulo 35: La tía más guay del mundo

Me duele verlo así, está tan abatido. Ha pasado ya un mes desde la muerte de Alegra y parece un alma en pena. Me destroza verlo así.

- Amor mío, tenemos que irnos. El vuelo de tus tíos sale en menos de una hora, debemos ir a despedirlos. Gabriel ya está vestido y esperando abajo.

- ¿Cómo está?

- Ya sabes como siempre.- Suspiro.

El pequeño Gabriel desde que ha perdido a sus padres apenas articula palabra, por las noches tiene pesadillas. Yo misma me quedo a su lado para velar sus sueños. Comprendo tanto su dolor. A mi edad, perdí a mi madre. Yo, una mujer independiente y aún así siento que la necesito, no me quiero imaginar la falta que le hará a él siendo un niño. Sé que a Gabriel no le faltará de nada, Alex se va a descubrir por él y me tendrá a mí como apoyo, para cuidarlo y darle todo el amor del mundo. En serio, me he encariñado tanto de este niño en tan poco tiempo.

Lágrimas y más lágrimas. Gabriel abraza a sus abuelos, no quiere soltarlos, teme perderlos como a sus padres.

- Te llamaremos todos los días cariño.- Le asegura su abuela.

- Tío, no dudéis en venir cuando queráis a visitar a vuestro nieto.- Les asegura Alex.

- Lo dejamos en buenas manos. Esto es lo que nuestra hija quería.- La voz del hombre se quiebra al recordar a su hija.

- Cuidaremos de Gabriel.- Les prometo .

- Lo sabemos. Hijo, cuida mucho a esta chica. Vale oro.

- Lo sé tía.- Alex besa mi coronilla.

Los tíos de Alex se suben al coche que Gianluca a mandado para ellos. Gabriel llora en brazos de Claudia. Nos parte el alma ver al pequeño tan triste.

Tanto los abuelos maternos como paternos de Gabriel, son bastante mayores para hacerse cargo del pequeño. Además tanto Alegra como su esposo querían que Alex se hiciese cargo del pequeño.  Lo admiro tanto por eso. Sé que para él ahora está siendo duro aunque también sé que le dará lo mejor. Aquí entre tu y yo, Alex es un gran tío con sus sobrinos. Sé que será un gran padre.

Ay, os imagináis un mini Alex con esos ojos azulados, esa sonrisa, su piel algo tostada, el pelo un poco más como el mío, ¿algo de mi tendrá que tener, no? ¿Qué? Obvio que si Alex tiene un hijo va a ser de ambos. Por supuesto el será el padre de mis hijos. Espera, ¿acabo de admitir eso? Uy Sofía, el amor te sienta fatal. Ya tenía razón mi hermana, el amor te hace cambiar la opinión de muchas cosas que creías lejanas en tu vida.

Hablando de Emma tengo que irme corriendo a recoger a Luna al colegio, le prometí que la llevaría al salón de princesas y de compras.

- Amor, tengo que irme. Es mi tarde tía- Sobrina.

- Disfruta mucho y no me robes el puesto del tío más guay del mundo.- Ja, que se lo cree.

- Ese lo perdiste hace tiempo.- Me acerco para darle un beso. Aun se me hace extraño besarlo frente a su família.

- Sofía.-Me llama Emma.- Luna lleva una cazadora. Sobre todo que se la ponga. Lleva unos días que esta con un poco de mocos y no vaya a ser que se termine de resfriar.

- No temas. Aunque rechiste- Cosa que sé que hará- Llevará esa cazadora.

- O sea, esto es muy injusto. Se supone que la experta en compras y moda soy yo, y mandáis a ella a comprar un vestido.- Protesta Valentina.

- La ultima vez que te llevaste a mi hija de compras, la convertiste en un sponsor para tus redes sociales.- Reclama Max a su hermana pequeña.

- Cuñada, créeme que esto es una prueba de confianza. La ultima vez se dejo a Bruno en la tienda.- ¿Cómo le tengo que decir a Emma, que el pequeño no avisó? Vale si, era un bebé.